El director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, el español Pau Roca, señaló en París durante la presentación online sobre la situación del mercado vitivinícola a nivel mundial que el pasado año 2021 marca una recuperación parcial del consumo mundial, tras la crisis sanitaria de 2020, a la vez que un auge del comercio internacional, que registró un récord, tanto en volumen como en valor.
Sin embargo, Roca advirtió que el escenario para el presente 2022 parece incierto, debido a las turbulencias provocadas por la crisis de la cadena de suministro mundial, la guerra de Ucrania, las variantes de la COVID y el aumento de los precios de la energía.
La superficie mundial de viñedo en 2021 se estima en 7,3 millones de hectáreas en 2021, con un muy ligero descenso de la masa vegetal respecto a 2020.
La producción mundial de vino, excluyendo las elaboraciones de zumo de uva y mosto, se estima en la campaña del pasado ejercicio en unos 260 millones de hectolitros, con un descenso de casi 3 millones (-1%), en comparación con 2020.
Por el contrario, el consumo mundial de vino en 2021 se calcula que sea de unos 236 Mhl, con un aumento de 2 millones (+0,7%) respecto al volumen de 2020.
En cuanto al comercio internacional, con un volumen transportado de 111,6 Mhl se trata de la mayor cifra exportada jamás registrada en la historia.
Las exportaciones mundiales de vino en 2021 aumentaron un 4% en volumen respecto a 2020, impulsándose aún más en términos de valor, al facturar 34.300 millones de euros, con un incremento anual del 16%.
A la baja en el Hemisferio Sur
Por otro lado, las primeras estimaciones de producción de vino en el Hemisferio Sur (Argentina, Australia, Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Uruguay, principalmente) en la vendimia de esta primavera registran, según la OIV, un descenso de la producción de vino en estas regiones nuevas productoras del mundo.
Para Roca, este descenso no es necesariamente una mala noticia, puesto que se debe a los “altísimos” niveles de producción de vino registrados durante el pasado 2021.
Este año, añadió Roca, esperamos que las cosechas vuelvan a sus volúmenes medios a largo plazo. Con la excepción de Nueva Zelanda y Sudáfrica, se prevé que todos los demás países productores de vino del Hemisferio Sur vean disminuir sus niveles de producción en la vendimia de este año.
Demanda online
El director general de la OIV destacó también la recuperación parcial de la comercialización y del consumo de vino del sector respecto a la pandemia del Covid-19 , con un auge de las ventas online
El pasado año, señaló Roca, la pandemia no había aún terminado, pero el sector del vino en su conjunto demostró ser más resistente a los efectos de esta crisis sanitaria que otros sectores productivos.
Este éxito, según el director de la OIV, fue debido en parte a la gran capacidad del sector vitivinícola para adoptar soluciones innovadoras y tecnológicas frente a las medidas de bloqueo de las ventas y el consumo, principalmente en el ámbito del comercio electrónico (“e-commerce”).
Un 2022 incierto
Con todo, durante este año la OIV observa que las interrupciones de la cadena de suministro mundial, la invasión de Ucrania y la crisis energética anuncian un año turbulento
La pandemia de Covid-19 ralentizó inicialmente la cadena de suministro mundial, ya que los fabricantes se vieron obligados a suspender sus operaciones hasta que se aplicaran medidas de seguridad, se señaló desde esta organización, que apuntó también que las nuevas variantes del coronavirus y la falta de acceso a la vacuna, sobre todo en algunos países en vías de desarrollo, están agravando la recuperación de la producción mundial, incluso cuando las economías desarrolladas, como las de Estados Unidos y la UE, volvieron a normalizar sus pautas de consumo.
Por su parte, la guerra en Ucrania, según Roca, está provocando una serie de nuevos “cuellos de botella” en la cadena de suministro y lo mismo ocurre con el resurgimiento de los casos de Covid en China, que ya han provocado cierres temporales en algunas partes muy pobladas del país.
Además, añadió el director general de la OIV, la guerra está ejerciendo una presión sin precedentes sobre el mercado mundial de la energía, que ya estaba experimentando una subida de precios en 2021 y también las sanciones de la UE contra Rusia están ejerciendo más presión sobre el mercado.
Por tanto, según Roca, es posible que una interrupción del comercio entre la UE y Rusia podría ser causa de cierta preocupación, especialmente en Italia, Francia y España, los principales productores comunitarios.
Roca recordó que Rusia fue el décimo mayor importador de vino del mundo en 2021, representando alrededor del 2% de todas importaciones, así como el octavo mayor mercado de vino en términos de valor de las ventas.
El nuevo reto en 2022, añadió, es ver cómo el sector se enfrentará a esta nueva situación, en la que probablemente habrá que reconsiderar los patrones de la cadena de suministro global y en la que los precios de la energía crearán una presión inflacionista sobre los consumidores.
Informes OIV [EN]:
es-state-of-the-world-vine-and-wine-sector-abril-2022
Vídeo de la rueda de prensa: