Toni Conde Molina. EFEAGRO.
La precumbre ONU en Roma constata coaliciones internacionales hacia el Hambre Cero
Toni Conde Molina. EFEAGRO.
La precumbre de Naciones Unidas (ONU) en Roma sobre Sistemas Alimentarios concluyó el pasado miércoles con optimismo por las coaliciones internacionales que se han constatado para conseguir el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de Hambre Cero en 2030, aunque con el realismo de que aún hay mucho trabajo por hacer.
La vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, refirió en una comparecencia final que el foro, antesala de la cumbre de Nueva York de septiembre, sirvió para ver «identificar coaliciones» para ayudar a los países modificar sus sistemas alimentarios.
En este sentido avisó de que el hambre cero está «lejos de lograrse», en parte por los efectos de la pandemia, pero reafirmó el objetivo de la ONU de invertir en sistemas para lograr los ODS.
No obstante confió en obtener «buenos resultados» en la cumbre de Nueva York, en el marco de la Asamblea General, y destacó el «rol central de los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes» en la transformación de los sistemas de alimentación del planeta.
Mohammed también puso de relieve los planes nacionales que muchos países han presentado durante los tres días de precumbre para la transformación de sus sistemas antes de 2030 y manifestó el «apoyo» que la ONU y sus instituciones en Roma dan a estos planes.
Para ella la precumbre, celebrada en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agriculutra (FAO), demostró que «hay una salida a la crisis» del hambre y que «solo trabajando unidos» se logrará «un planeta próspero para todos».
LA UNIDAD LATINOAMERICANA
Una de esas alianzas internacionales es la de los países latinoamericanos, que proponen soluciones contra la inseguridad alimentaria como «la protección social para la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria y la nutrición», siguiendo el ejemplo de países como Perú, República Dominicana o México.
La vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, expresó la necesidad de «lograr la construcción de consensos políticos» para luchar contra la inseguridad alimentaria, que en 2019 y 2020 sufrió un gran aumento en América Latina y el Caribe, según la ONU.
«Vamos a aportar una visión conjunta de las realidades de nuestros sistemas productivos. Somos la región del mundo que más alimentos produce y también la que más servicios ecosistémicos presta», dijo el ministro paraguayo de Agricultura, Moisés Santiago Bertoni.
MILES DE «IDEAS TRANSFORMADORAS»
La enviada especial de la ONU para la cumbre de Seguridad Alimentaria, Agnes Kalibata, señaló que la precumbre terminó con «2.500 ideas transformadoras emergidas desde distintos lugares» para lograr los ODS.
En este diálogo participaron, presencial o telemáticamente, delegaciones de 145 países, como los de la Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, China o la gran potencia agropecuaria de Brasil, aunque se sintió la ausencia de Rusia.
«Sí que podemos alcanzar los ODS empoderando a las personas, entendiendo que nos compete a todos avanzar en la consecución de estos objetivos, que los países pueden hacer cosas y se necesitan entre ellos«, afirmó.
La científica ruandesa consideró que la pandemia de la COVID-19 causó un «daño increíble» en el camino para lograr los ODS, pero al mismo tiempo subrayó que ha permitido a los países «darse cuenta de que todos son vulnerable y que hacen falta soluciones conjuntas».
«Cada uno puede hacer algo para ayudar a las 811 millones de personas que sufren hambre en el mundo», indicó Kalibata, que puso de ejemplo a países como Etiopía, que ya han iniciado planes nacionales de transformación de los sistemas alimentarios de los cuales se «puede aprender mutuamente».
«El precio de retroceder ahora sería demasiado elevado. Tenemos solo un billete de ida hacia los sistemas alimentarios del futuro», aseguró.
OBJETIVO 1: LA LUCHA CONTRA EL DESPERDICIO
Por su parte, el ministro italiano de Exteriores, Luigi Di Maio, explicó que la precumbre abordó temas como «la contribución del sector privado, cómo reducir el desperdicio de alimentos o cómo hacer que los sistemas alimentarios locales complementen a los mundiales».
Di Maio puso de ejemplo la Declaración de Matera, aprobada en la reunión de ministros de Exteriores del G20 bajo presidencia italiana, como una prueba de cómo «la acción política común en el ámbito internacional puede traer unos resultados más amplios sobre el terreno»
El ministro italiano destacó dos puntos de Declaración de Matera que deben ser una «energía útil» para la próxima cumbre de Nueva York: la necesidad de «reforzar medidas de protección social para los más vulnerables» y la «adaptación de la agricultura al cambio climático».
Todas estas ideas, de las que no se ofrecieron grandes detalles, servirán para la cumbre de septiembre de Naciones Unidas pero también saldrán a relucir en la esperada Conferencia sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26), que tendrá lugar en la ciudad británica de Glasgow (Reino Unido) el próximo noviembre.