La Comisión Europea ha publicado este lunes una Recomendación al Consejo para entablar negociaciones sobre una nueva asociación con el Reino Unido.
La UE propone a Reino Unido negociar un acuerdo comercial «altamente ambicioso»
Según diversos medios, la CE ofreció este lunes 3 de febrero al Reino Unido negociar para la futura relación entre ambas partes un acuerdo comercial «altamente ambicioso», sin aranceles ni cuotas para todos los bienes que entren en el Mercado Único.
La recomendación comunitaria se basa en las directrices y conclusiones del Consejo Europeo, así como en la Declaración política acordada entre la UE y el Reino Unido en octubre de 2019, e incluye una propuesta global de directrices de negociación, que define el ámbito de aplicación y las condiciones de la futura asociación que la Unión Europea contempla con el Reino Unido.
Estas directrices abarcan todos los ámbitos de interés en las negociaciones: cooperación comercial y económica, cooperación policial y judicial en materia penal, política exterior, seguridad y defensa, participación en programas de la Unión y otros ámbitos temáticos de cooperación. En el capítulo dedicado a la gobernanza se esboza un marco general de gobernanza que abarca todas las esferas de cooperación económica y sobre seguridad.
En su calidad de negociadora de la UE, la Comisión se propone seguir trabajando en estrecha coordinación con el Consejo y sus órganos preparatorios, y con el Parlamento Europeo, como ocurrió durante las negociaciones del Acuerdo de Retirada.
En palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, «es hora de ponerse a trabajar. Queda poco tiempo y vamos a negociar de manera justa y transparente, pero defenderemos los intereses de la UE y los intereses de nuestros ciudadanos hasta el final».
Por su parte, el negociador principal de la Comisión Europea, Michel Barnier, declaró que «negociaremos de buena fe. La Comisión seguirá colaborando estrechamente con el Parlamento Europeo y el Consejo. Nuestra tarea será defender y promover los intereses de nuestros ciudadanos y de la Unión, intentando al mismo tiempo encontrar soluciones que respeten las decisiones del Reino Unido.»
Según declaró Barnier en rueda de prensa, «estamos preparados para ofrecer un acuerdo comercial altamente ambicioso, como el pilar central de esta asociación, incluidos cero aranceles y cero cuotas en todos los bienes que entren en nuestro mercado único de 450 millones de personas.»
El responsable principal de estas negociaciones añadió que la propuesta de Bruselas también incluye en este acuerdo de libre comercio a los servicios, incluidos los de las empresas, las telecomunicaciones o los medioambientales, así como el comercio digital, la propiedad intelectual y el acceso a los mercados de contratación pública del Reino Unido y de los Veintisiete.
No obstante, Barnier subrayó que la propuesta de la Comisión «deja claro que esta oferta excepcional está condicionada al menos a dos cosas: la primera es que tenemos que asegurarnos de que la competencia es y sigue siendo abierta y justa», es decir, tal y como ya se acordó con el primer ministro británico, Boris Johnson, que «la futura relación deberá evitar las ventajas injustas de competencia, mediante un acuerdo de garantías específicas y efectivas para asegurar la igualdad de condiciones a largo plazo, con mecanismos para cumplir y respetar los altos estándares que ambas partes tenemos a nivel social, medioambiental, de clima, fiscalidad o de ayudas de Estado.»
La segunda condición, especificó Barnier, para cerrar el acuerdo de libre comercio, es que «ese convenio debe incluir un acuerdo pesquero, que mantenga, como hasta ahora, un acceso continuado y recíproco a los mercados y a las aguas, con unas cuotas establecidas.
Próximas etapas
El Consejo deberá adoptar el proyecto de directrices de negociación, lo que autorizará formalmente a la Comisión a iniciar las negociaciones como negociadora de la Unión. Al respecto, se espera que la propuesta de mandato negociador, presentada por Michel Barnier, reciba el visto bueno de los Estados miembros en la reunión del 25 de febrero de los ministros europeos. A partir de esa fecha, podrán comenzar la negociación entre la UE y el Reino Unido.
El 31 de enero de 2020, el Reino Unido se retiró de la Unión Europea y de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom).
Las disposiciones sobre la retirada se establecen en el Acuerdo de Retirada, que entró en vigor el 1 de febrero de 2020. En él se establece un período transitorio en el que la legislación de la UE seguirá aplicándose al Reino Unido, al menos hasta el 31 de diciembre de 2020, a menos que el Comité Mixto, creado en virtud del Acuerdo de Retirada adopte, antes del 1 de julio de 2020, una decisión única por la que se prorrogue el período de transición hasta uno o dos años.
En las orientaciones de 23 de marzo de 2018, el Consejo Europeo reiteró la determinación de la Unión de mantener una asociación lo más estrecha posible con el Reino Unido en el futuro.
Según estas directrices, dicha asociación debe abarcar tanto la cooperación comercial y económica como otros ámbitos, en particular la lucha contra el terrorismo y la delincuencia internacional, así como la seguridad, la defensa y la política exterior.
El marco de esta futura asociación entre la Unión Europea y el Reino Unido se establece en la Declaración Política.
La recomendación de la Comisión Europea es el primer paso en el proceso de negociación, ya que con ella se invita al Consejo a que autorice a la Comisión a iniciar formalmente las negociaciones para una nueva asociación con el Reino Unido.
Más información: Propuesta de directrices de negociación para una nueva asociación con el Reino Unido
La UE y el Reino Unido tendrán que decidir qué tipo de cooperación establecen en cuestiones como el comercio, la lucha contra el terrorismo y el cambio climático, donde ambas partes tienen intereses y desafíos comunes y saldrían ganando si trabajasen juntas.
Aunque se ha negociado un acuerdo de retirada, éste se refiere principalmente a la protección de los derechos de los ciudadanos de la UE en el Reino Unido y los ciudadanos del Reino Unido que viven en otras partes de la UE, los compromisos financieros del Reino Unido asumidos como Estado miembro, así como los problemas fronterizos (especialmente el entre el Reino Unido y la República de Irlanda).
Qué cubrirá el futuro acuerdo
El acuerdo sobre relaciones futuras tendrá que abordar áreas desde la defensa a la lucha contra el terrorismo, pasando por el medio ambiente, la investigación y la educación.
Una de las negociaciones clave se referirá a las condiciones y principios de la relación comercial en el futuro, incluidas cuestiones relativas a posibles aranceles, estándares de productos, igualdad de condiciones y cómo resolver disputas.
Los ciudadanos
Los derechos de los ciudadanos están protegidos por el acuerdo de retirada. Los ciudadanos de la UE en el Reino Unido y los británicos en la UE tienen derecho a seguir viviendo y trabajando donde residan ahora. Esta cuestión seguirá siendo una preocupación clave para el Parlamento Europeo, por ejemplo, con respecto a la libertad de movimiento y la cobertura sanitaria para los ciudadanos de la UE en el Reino Unido.
Transición
Según el acuerdo de retirada, habrá un período de transición hasta finales de diciembre de 2020. Durante el período de transición, el Reino Unido seguirá teniendo acceso al mercado único y estará sujeto a la legislación de la UE, aunque ya no podrá participar en la toma de decisiones sobre legislación de la UE.
El Reino Unido continuará contribuyendo al presupuesto de la UE durante el período de transición, pero ya no tendrá voz en la negociación del presupuesto anual o del presupuesto a largo plazo de la UE,que se negociará este año.
El objetivo es concluir las conversaciones antes del final del período de transición. El período de transición se puede extender previa solicitud una vez por un periodo adicional de uno o dos años, pero la decisión de hacerlo debe tomarse antes del 1 de julio.
Si no se llega a un acuerdo al final del período de transición, el Reino Unido comerciará con la UE según las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Cómo funcionan las negociaciones
El ex comisario europeo Michel Barnier liderará las negociaciones en nombre de la UE, para lo que tendrá en cuenta las directrices del Consejo Europeo. Barnier también dirigió las negociaciones sobre el acuerdo de retirada.
Los eurodiputados pueden influir en las negociaciones mediante la adopción de resoluciones que establecen la posición del Parlamento. El Parlamento también estableció un grupo de contacto en el Reino Unido, dirigido por el presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, el eurodiputado alemán David McAllister (PPE), para establecer un enlace con el negociador de la UE Barnier y coordinarse con las comisiones parlamentarias involucradas.
Cualquier acuerdo solo puede entrar en vigor si es aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo. A diferencia del acuerdo de retirada, también es posible que el acuerdo sobre las relaciones futuras tenga que ser aprobado por los parlamentos nacionales si se refiere a las competencias que la UE comparte con los Estados miembros. También deberá ser aprobado por el Reino Unido.
Posición del PE
En una resolución adoptada en septiembre de 2019, el Parlamento ya dijo que las negociaciones sobre las futuras relaciones entre la UE y el Reino Unido requerirían fuertes garantías y disposiciones de igualdad de condiciones con vistas a proteger el mercado interior de la UE y evitar colocar a las empresas de la UE en una potencial desventaja competitiva injusta. También recalcó que cualquier acuerdo de libre comercio que no respete tales niveles de protección no sería ratificado por el Parlamento.