La producción de caqui de esta campaña disminuirá entre un 15 y un 20% respecto de una normal debido a los graves problemas de plagas incontroladas como los Cotonets y a la falta de rentabilidad de las últimas campañas que harán mermar la cosecha, según informa la organización agaria valenciana La UNIÓ de Llauradors.
La UNIÓ espera un descenso del 20% en la cosecha de caqui
Esta reducción prevista de la producción, junto a la fruta que se quedará sin recolectar, debería repercutir en buenos precios para los productores. La UNIÓ se mantendrá vigilante y denunciará ante la AICA todas aquellas actuaciones fraudulentas que pongan en peligro la normal evolución de una campaña que para la fruta de calidad debería de llegar a los precios de hace unos años que hicieron del caqui un cultivo de futuro.
Las condiciones climatológicas que hasta ahora eran el factor determinante para estimar la producción de la campaña, ahora ya no constituyen el factor esencial para determinar la producción actual, según esta organización. «Esta temporada los elementos que más afectan a la producción son, por una parte, el creciente abandono de plantaciones en plena producción. El envejecimiento de las plantaciones y las técnicas de poda que persiguen una fruta de mayor calidad y tamaño no compensan, ni de lejos, la entrada en producción de las nuevas plantaciones. La cada vez menor rentabilidad y pérdidas económicas que sufren muchos productores se encuentra detrás de este abandono que provoca no solo un recorte de los ingresos, sino graves problemas fitosanitarios como consecuencia de la proliferación de plagas que afectan a toda la producción. Las cada vez mayores exigencias de calidad de las grandes cadenas de distribución no ayudan tampoco.»
Por otra parte, otro aspecto que marcará la campaña es la presencia de los Cotonets “Pseudococcus longispinus” y “Pseudoccocus viburni”, que provocan el incremento de los tratamientos hasta duplicarlos y en consecuencia el aumento de los costes de producción por dos o por tres sobre lo que sería ungasto normal. “Si tenemos en cuenta que los ingresos ya son muy ajustados o incluso con pérdidas, todo hace indicar que el mal nombrado boom del caqui ya ha tocado fondo”, señala La UNIÓ.
Eduard Esparza, responsable del caqui de La UNIÓ, demanda a las Administraciones un mayor apoyo al caqui. “Reclamamos un aumento de los recursos para lograr soluciones rentables ante los graves problemas fitosanitarios que tiene el cultivo y mientras no lleguen las mismas conceder ayudas para mantener en pie las explotaciones y evitar el desastre económico y medioambiental que representan los campos abandonados en muchas de nuestras zonas productoras”.