La organización agraria valenciana La Unió denuncia que en 2021 se cumplieron ya cinco años desde la firma del acuerdo de libre comercio entre la UE y el África meridional, entre cuyos países está Sudáfrica, y no existe ninguna información acerca de su proceso de revisión pese a que ambas partes podrán revisar en su totalidad el mismo, como muy tarde, cinco años después de su entrada en vigor, que fue en octubre de 2016.
El secretario general de La UNIÓ, Carles Peris, subraya al respecto que “instamos a la Comisión Europea y al resto de instituciones de la UE y, en nuestro caso, al Gobierno de España, a que impulsen la revisión de este y se analice en profundidad su repercusión comercial, así como las consecuencias fitosanitarias que existen sobre el sector citrícola europeo. Ratificar o suscribir acuerdos como el de Sudáfrica es un grave error, pues no existen estudios ni de sus efectos comerciales ni de las consecuencias económicas, sociales y medioambientales de la posible entrada de una plaga o enfermedad, algo que ya estamos pagando con el Cotonet de Sudáfrica”.
El secretario general de La UNIÓ, Carles Peris, subraya al respecto que “instamos a la Comisión Europea y al resto de instituciones de la UE y, en nuestro caso, al Gobierno de España, a que impulsen la revisión de este y se analice en profundidad su repercusión comercial, así como las consecuencias fitosanitarias que existen sobre el sector citrícola europeo. Ratificar o suscribir acuerdos como el de Sudáfrica es un grave error, pues no existen estudios ni de sus efectos comerciales ni de las consecuencias económicas, sociales y medioambientales de la posible entrada de una plaga o enfermedad, algo que ya estamos pagando con el Cotonet de Sudáfrica”.
Según los datos recabados por esta organización agraria, desde que se suscribió el acuerdo en 2016 ha habido un total de 191 interceptaciones de cítricos en la UE con plagas procedentes de Sudáfrica. El crecimiento ha sido progresivo, desde las 3 del primer año al récord alcanzado el pasado año con 54. La mayor parte de esos rechazos además son de plagas muy dañinas como la Falsa Polilla o de la Mancha negra o cáncer de los cítricos, lo que motiva la petición de La UNIÓ para que se eleven las exigencias y los controles en origen.
Además, las interceptaciones durante los meses de octubre y noviembre han sido 80, es decir, el 42% del total. Este dato es significativo para La UNIÓ por cuanto el acuerdo especifica que desde el 15 de octubre hasta el 30 de noviembre pueden entrar naranjas sudafricanas con un arancel que progresivamente va bajando hasta que desaparezca definitivamente en 2025.
Las medidas acordadas en su día para ampliar el periodo comercial del acuerdo del 15 octubre al 30 de noviembre han provocado un incremento del volumen de importaciones y distorsiones de mercado importantes. Por ello desde La UNIÓ se apuesta por restablecer el marco anterior al acuerdo para que exporten naranjas solo hasta el 15 de octubre y establecer una fecha límite en mandarinas hasta el 15 septiembre, para posteriormente volver a un régimen arancelario que ordene el comercio en momentos cuando la producción europea de cítricos no esdeficitaria y además con el agravante de que llegan con una elevada huella de carbono y con grave riesgo de entrada de plagas y enfermedades.
Por todas estas circunstancias y ante el peligro que entrañan, La UNIÓ solicita a las autoridades comunitarias que actúen en consecuencia y verifiquen que se está aplicando de forma correcta el reglamento aprobado del tratamiento en frío por parte de Sudáfrica y que se amplie a las mandarinas y pomelos.