Las compraventas de fincas rústicas subieron casi un 30%, con 158.482 transacciones en 2021

Durante el pasado año se realizaron 158.482 compraventas de fincas rústicas, casi un 30% más  (+28,6%) que en 2020, cuando las transacciones fueron 123.190. Solo en diciembre, el número de operaciones fue de 13.075, con un aumento del 9,5% en tasa interanual.

Las compraventas de fincas rústicas subieron casi un 30%, con 158.482 transacciones en 2021

Este es el balance que ofrece la Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad (ETDP) publicada hoy martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En diciembre de 2021, el total de las transmisiones inscritas en los registros de la propiedad efectuadas sobre fincas rústicas se situó en 34.451; de ellas, según el título de adquisición, la mayoría lo fueron por herencia (13.241), por delante de las compraventas, las donaciones (1.507), las permutas (252) y «otros» tipos de transmisiones (6.376).

Castilla y León fue la comunidad con más fincas rústicas transmitidas en diciembre pasado (6.337), seguida de Andalucía (4.833), Castilla-La Mancha (4.120), Comunidad Valenciana (3.671), Cataluña (2.324), Galicia (2.321) y Aragón (2.206), Extremadura (1.423), Asturias (1.279) y Murcia (1.213).

Por debajo de las mil transmisiones se situaron Baleares (913), Madrid (863), País Vasco (721), Cantabria (615), Navarra (550), La Rioja (531), Canarias (530), Melilla (1) y Ceuta (0).

Castilla y León encabezó la transmisión de fincas rústicas por herencia (2.523 operaciones) y donación (305); Andalucía lideró la compraventa (2.103) y Aragón, las permutas (44).

Según Regino Coca, fundador y CEO de Cocampo, “estos datos ponen de manifiesto el creciente interés por el suelo rústico. España es la cuarta potencia agroalimentaria a nivel europeo y octava a nivel mundial, los profesionales del agro conocen el potencial del sector y están invirtiendo para conseguir explotaciones más grandes, que ofrecen mayor rentabilidad.”

Por otro lado, añade Coca,  “se estaría produciendo un desplazamiento de inversores que ante la inflación, la inestabilidad de los mercados financieros y la regulación en el inmobiliario urbano, ven en el suelo rústico una inversión alternativa. Además, en el contexto de la pandemia, se están adquiriendo fincas rústicas con fines residenciales o de cambio de estilo de vida”.

Para el responsable de la “startup” Cocampo,  los elevados datos de fincas heredadas son menos positivos, ya que “la transmisión por herencia supone que un terreno se divida de forma sucesiva. Esto acentúa la fragmentación de las propiedades lo que, en el caso especialmente de explotaciones agrarias, pone en riesgo su viabilidad.”

 

 

Desarrollado por eMutation New Media.