EFOW y CECRV, las organizaciones representativas europea y española de las denominaciones de origen de vino, han trasladado a la Comisión Europea su posición sobre el proceso de revisión del régimen de indicaciones geográficas de la UE, iniciado formalmente por la Comisión con una consulta pública sobre estos regímenes de calidad y que derivará en una propuesta legislativa a finales de este año o principios de 2022.
Las DD.OO. vitivinícolas trasladan a la CE que no quieren un reglamento único para las figuras de calidad
Las organizaciones representativas de las denominaciones de origen europeas y nacionales en los grandes países productores (Francia, España, Italia y Portugal), así como denominaciones de origen concretas pertenecientes a dichas organizaciones, han hecho llegar a la Comisión Europea, de forma consensuada, sus peticiones, en respuesta a esa consulta pública inicial.
Las DD.OO. reivindican, entre otras cosas, que ese proceso de revisión esté alineado con los compromisos resultantes de la reforma de la PAC y que la Comisión se abstenga de crear un reglamento único para las figuras de calidad de todos los productos agroalimentarios, así como también de dejar la gestión de estos regímenes a nivel UE en manos de la agencia europea de propiedad intelectual (EUIPO).
Y es que EFOW y sus organizaciones miembros, entre ellas CECRV, acogen favorablemente la revisión de la política que regula los regímenes de calidad de la UE (DOP e IGP), con el fin de ayudar a los operadores y a los órganos de gestión de las figuras de calidad a contribuir mejor a los objetivos de la estrategia europea «De la granja a la mesa».
Las organizaciones representativas de las DD.OO. consideran que la Comisión debería aprovechar esta oportunidad para reforzar las indicaciones geográficas, a fin de que puedan responder a los nuevos retos en materia de protección (en el entorno online, en relación al empleo de los nombres de las II.GG. como ingredientes y en la lucha contra todo tipo de fraude) y en el ámbito de la sostenibilidad económica, social y medioambiental, entre otros.
Estos elementos ya han sido promovidos por EFOW y por CECRV como parte de la reforma en curso de la Política Agrícola Común y se trabaja para que formen parte de la nueva Organización Común de Mercados (OCM) de la nueva PAC. A juicio de EFOW y de CECRV, la Comisión Europea debería basarse en estos pilares para fortalecer la política de indicaciones geográficas de la UE.
Sobre la coherencia que las organizaciones representativas de las DD.OO. reclaman con la reforma de la PAC, estas ponen de relieve que la reforma de los sistemas de regímenes de calidad de la UE debe tener en cuenta los compromisos que contendrá la nueva PAC en relación a las indicaciones geográficas en materia de sostenibilidad, protección de las DOP, prevención y lucha contra el fraude y simplificación de los procedimientos a ellas ligados.
En cuanto a la posibilidad de que la Comisión Europea cree un único reglamento para las figuras de calidad de diferentes sectores agroalimentarios, las organizaciones representativas de las DD.OO. se manifiestan en contra, por considerar que ello no garantizará ningún tipo de simplificación para los operadores vitivinícolas y diluirá a largo plazo las especificidades del sector del vino y del resto de sectores, particularidades que deben ser muy tenidas en cuenta en las normas que los regulan.
EFOW y CECRV consideran indispensable que la política de calidad se mantenga en el marco de la OCM, que ofrece ya un enfoque global al sector vitivinícola en materia de etiquetado, instrumentos de mercado, gestión de crisis, normas de comercialización…
Por último, las organizaciones representativas de las DD.OO. a nivel UE y nacional dejan claro que las indicaciones geográficas no solo son derechos de propiedad intelectual, sino también instrumentos de desarrollo rural, razón por la cual no sería aceptable que la política de II.GG. sea administrada y gestionada exclusivamente por la agencia europea de propiedad intelectual (EUIPO).
Los presidentes de EFOW, Bernard Farges, y de CECRV, David Palacios Algarra, comparten que “la reforma de la política de indicaciones geográficas de la UE debe tener como objetivo que las denominaciones de origen de vino sean también una historia de éxito en el marco del Pacto Verde Europeo. Debe proporcionar a los operadores y a las indicaciones geográficas herramientas que les permitan ser competitivos a nivel internacional y responder a las demandas de los consumidores en términos de autenticidad y sostenibilidad. Y hacen un llamamiento a la Comisión Europea para que renuncie a la creación de un reglamento único y no delegue la política de calidad a la EUIPO”.