El pasado fin de semana, el calendario marcó el inicio de la primavera. Sin embargo, el termómetro registró temperaturas más propias del invierno, con hasta -5 ºC, tal y como ya ocurrió en abril del pasado año, según apunta el “pool” de empresas privadas del seguro agrario, Agroseguro.
Las heladas primaverales causan importantes daños en los cultivos frutícolas de la Península
Desde el jueves, 18 de marzo, las temperaturas iniciaron un brusco descenso (más acentuado durante la noche) y se mantuvieron inusualmente bajas durante los días posteriores, sobre todo el viernes y el sábado, días 19 y 20 de marzo. Este descenso térmico provocó heladas de forma generalizada en buena parte de la Península Ibérica, causando daños en algunos cultivos.
Desde el punto de vista agrario, la principal zona afectada fue el valle del Ebro. En concreto, en las provincias de Lleida y Tarragona, así como en las comarcas aragonesas de Litera, Bajo Cinca, La Almunia y Calatayud, las heladas de las últimas madrugadas podrían haber causado daños en fruta de hueso (albaricoque, melocotón, nectarina, paraguayo y cereza) y en almendro.
En el arco mediterráneo también se registraron heladas importantes, sobre todo en las zonas más frías de la Comunidad Valenciana, como el valle de Albaida y el valle del Vinalopó, y en las comarcas del Norte de la Región de Murcia, en el término municipal de Calasparra, siendo asimismo los frutales y el almendro las producciones más afectadas.
Por último, y aunque en menor medida, el Centro peninsular también se vio afectado por las bajas temperaturas, y se esperan daños en estas mismas producciones en las zonas más frías de la provincia de Albacete, en Extremadura (también en viñedo) y en la provincia de León.
Por su parte, el interior de Andalucía también registró ciertos daños, fundamentalmente en algunas hortalizas.
Los peritos de Agroseguro han empezado a realizar las primeras visitas a las parcelas afectadas, por lo que, de cara a la óptima planificación de las tasaciones, esta entidad considera importante que los agricultores remitan los partes de siniestro tan pronto como constaten los daños en sus parcelas.
Las heladas que se producen una vez iniciada la primavera son especialmente dañinas para los cultivos, y se han convertido casi en una constante de los últimos años. Desde Agroseguro, se hace hincapié en que los daños ocasionados por estos fenómenos atmosféricos están cubiertos por el sistema de seguros agrarios, por lo que es importante contratarlos para estar protegidos. Esta entidad recuerda que, hasta el 25-M, está abierto el periodo para contratar el seguro de uva de vino con cobertura frente a la helada.
Daños por parcela y a menor coste
Por otro lado, la organización agraria Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Catalunya (JARC) reclama que el Departamento de Agricultura de la Generalitat y al Ministerio de Agricultura que aumenten la subvención destinada a Agroseguro para que puedan cambiarse las condiciones de los seguros agrarios y ser asumibles para los productores.
Esta organización agraria pide que las condiciones para los cultivos afectados por el frío sean las mismas que para los afectados por pedrisco y se periten por parcela, puesto que, tal y como está el condicionado actual de la línea de helada, la mayoría de los daños provocados por este fenómeno meteorológico en frutales y almendros no quedarán cubiertos, debido a que las franquicias son demasiado altas.
Al respecto, JARC considera que esas franquicias se deberían reducir a un 10%, sin aumento del precio de las primas del seguro.
Según la organización agraria, este caso se ha podido constatar con los incendios provocados por altas temperaturas de Ribera de Ebro; con el exceso de lluvias, que provocó el mildiu en la vid, con los temporales “Gloria” y “Filomena”, fenómenos meteorológicos que son cada vez más habituales, mientras que los seguros agrarios no cubren más que un porcentaje ínfimo de las daños a los cultivos.
Las heladas producidas este fin de semana, apunta JARC, afectaron a entre el 60 y el 100% de la producción de fruta de hueso en el Segrià; podría llegar hasta el 50 % en pera en La Horta de Lleida, y la fruta de hueso y la de pepita tendrían también daños entre el 40 y el 80% en comarcas como el Pla d’Urgell, Urgell, la Noguera y el Baix Segre.
Sin embargo, señala JARC, la mayoría de productores no verán compensadas sus pérdidas o sólo en un porcentaje muy bajo, ya que no se evalúan los daños por parcela (los productores suelen tener cultivos diversificados, repartidos en fincas en diferentes ubicaciones) y las franquicias, en caso de los daños por heladas, son muy altas.
Por este motivo, esta organización agraria reclama al DARP y al Ministerio que aumenten las subvenciones a la aseguradora para que puedan mejorar las condiciones de sus servicios, sin subir el coste.
Los cultivos de almendra tradicional, las variedades tempranas Llargueta y Marcona, especialmente en los valles y en zonas sombrías, también resultaron afectados en un hasta un 70%.
Los cultivos de variedades de floración más tardía situados en regiones sombrías sufrieron también daños, dado que este año se ha adelantado la floración. La situación respecto al seguro por helada es similar, por lo que desde esta organización agraria catalana reclaman también que bajen las franquicias y se valoren los daños por parcela y no por explotación.
Otros cultivos como la vid, cereales o forrajes se han podido ver afectados en menor medida y se están valorando los daños.
Otro factor que debería tenerse en cuenta a la hora de rediseñar las condiciones de los seguros agrarios son los potenciales productivos, que Agroseguro estima a la baja, de forma que cuando se produce un siniestro perjudica al agricultor.
Los seguros, según esta organización agraria, deberían tener un coste asumible por las empresas agrarias y una cobertura adecuada a la realidad del cambio climático.
Según Isabel Vidal, jefe sectorial de la Viña de JARC, sería deseable también que los productores recibieran un precio digno por su producción, de modo que pudieran hacer frente al gasto del seguro.