Con diferencia de días, las tres organizaciones profesionales agrarias de ámbito estatal, ASAJA, COAG y UPA, han salido en tromba para criticar plenamente el maltrato que dispensa el Gobierno al sector productor ganadero en el informe “España 2050: fundamentos y propuestas para una estrategia Nacional de Largo Plazo”, presentado “a bombo y platillo” por el presidente del Gobierno el pasado jueves 20 de mayo.
Las OPAS ven lamentables la opinión y las propuestas de Sánchez sobre la ganadería y el consumo de carne en la España 2050
En concreto, en las palabras incluidas en el 4º Desafío “Convertirnos en una sociedad neutra en carbono, sostenible y resiliente al cambio climático”, en el que poco menos que denigra la actividad productiva ganadera por ser una actividad contaminante y, principalmente, recomienda reducir a los consumidores que reduzcan la ingesta de proteína animal durante los próximos años.
Para el presidente de ASAJA, Pedro Barato, “con sus recomendaciones sobre la reducción del consumo de carne, el presidente Sánchez vuelve a dar la espalda al sector agrario en favor de los interés ecologistas y la industria de la carne artificial”.
Se trata, según esta organización agraria, de “una nueva vuelta de tuerca del Gobierno de Pedro Sanchez hacia el sector agrario español. Sus declaraciones, en la presentación de su Plan 2050, recomendando reducir la ingesta de carne y culpando al sector de contribuir a una “catástrofe medioambiental sin precedentes” indignan al sector agrario y en especial a los ganaderos españoles.
El furibundo ataque de Pedro Sanchez contra el consumo de carne y sus acusaciones, culpando a la ganadería de ser uno de los principales responsables de los impactos ambientales, constituyen un duro agravio para el sector agrario, un sector económico fundamental para nuestro país y que, como ha sido reconocido por el propio Gobierno, cumple con la labor esencial de proporcionar alimentos sanos y seguros a la sociedad.
ASAJA sale al paso de estas duras acusaciones vertidas por el presidente del Gobierno y recuerda que las emisiones de los sectores ganaderos, que se registran como las de todas las demás actividades humanas, no son ni, mucho menos, las principales responsables del cambio climático. En concreto la contribución de la ganadería a los gases de efecto invernadero es de un 7 %, por detrás del transporte (27%), la industria (19.9%), la generación eléctrica (17,8%), el consumo de combustibles (8,5%), y los procesos industriales y uso de productos (8%), según datos del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (marzo 2020) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Por tanto, añade esta organización agraria resultan injustas y desproporcionadas las graves acusaciones sobre la ganadería y los productores ganaderos y están fuera de lugar sus recomendaciones a la población para que rebajen el consumo de carne, pues la Dieta Mediterránea, valorada y seguida en todo el mundo, incluye entre sus componentes los productos cárnicos y sus derivados de forma moderada.
Y concluye que, con tales declaraciones, Pedro Sanchez infringe un grave daño al sector ganadero español, compuestos por180.000 ganaderos con sus familias, y que aporta unos 18.500 M€ a la economía española (45.300 millones si sumamos la industria cárnica) y emplea de forma directa a más de medio millón de trabajadores.
Criminalización lamentable
Por su parte, los sectores ganaderos de COAG consideran lamentable la criminalización de la actividad ganadera que se hace en la estrategia “España 2050”. Tras analizar su contenido, esta organización muestra su profunda inquietud por los datos parciales e inexactos, base para unas desafortunadas recomendaciones en torno a la restricción del consumo de carne y el impacto de la ganadería en el medio ambiente.
En ese sentido, reclaman al ministro de Agricultura, Luis Planas, que defienda la imagen de un sector tan estratégico y ponga sobre la mesa del Consejo de Ministros todos aquellos datos oficiales, que avalan la importancia de la actividad ganadera para el conjunto de la sociedad:
Así, según COAG, todos los indicadores internacionales reflejan que el patrón de dieta y de estilo de vida de nuestro país es de los más adecuados del mundo, ofreciendo perfiles que sitúan a España a la cabeza mundial: España es el país más saludable del mundo (según el ranking de Bloomberg, Healthiest Country Index) y el país con mayor esperanza de vida (según el IHME de la Universidad de Washington y la prestigiosa revista científica The Lancet).
En este contexto, la carne y los derivados cárnicos, junto con los demás grupos de alimentos (lácteos, frutas y hortalizas, frutos secos, legumbres, semillas y pescado) y un estilo activo de vida forman parte inexcusable de la Dieta Mediterránea, nuestro patrón de alimentación reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Además, la ganadería emplea de forma directa a más de medio millón de personas y las industrias cárnicas y el comercio minorista a cerca de 200.000 empleados. La actividad ganadera se desarrolla en más de 350.000 granjas de toda la geografía nacional que hacen una aportación de 16.000 M€ a la Producción Final Agraria, de acuerdo con los datos del MAPA.
En este contexto, añade COAG, es importante conocer que en España, según los datos oficiales del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero -Miterd-, la producción ganadera de carne representa únicamente el 7,8% del total de emisiones de GEI de nuestro país, frente al 27% del transporte; el 19,9% de la industria, el 17,8% de la generación de electricidad (17,8%), el consumo de combustibles (8,5%) o los procesos industriales y uso de otros productos (8%).
Asimismo, en nuestro país el ganado de todo tipo pastorea más de 25 millones de hectáreas, que son áreas no son aptas para la agricultura y no se destinan ni pueden destinarse a este fin, y el pastoreo es fundamental para la limpieza del monte y la prevención de los incendios forestales, así como para una mayor diseminación de nutrientes y el consiguiente aumento de la fertilidad del suelo.
Cabe destacar además, que la ganadería es un ejemplo de economía circular, con actividades como el aprovechamiento como coproductos para la alimentación del ganado de subproductos de producciones vegetales destinadas a uso humano, o la gestión eficiente de estiércoles y purines como subproductos con una importante utilidad agronómica como fertilizantes orgánicos de cultivos.
Y concluye que los sectores ganaderos de COAG, perfectamente conscientes de los retos medioambientales que afronta nuestra sociedad en todas sus actividades, están trabajando e invirtiendo grandes recursos para conseguir un modelo de transición ecológica global, así como una producción ganadera más sostenible, circular y neutra en emisiones, desarrollando nuevas técnicas de producción con un menor impacto ambiental.
Basta de ataques, somos imprescindibles
Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) pide al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que reformule su ideario con respecto a la ganadería, “somos imprescindibles y sostenibles. Hoy y en 2050” y que realice un ejercicio de reflexión profunda sobre el papel de la ganadería y de los ganaderos, y los mensajes que están lanzando en relación con el consumo de carne.
Los ganaderos, añade UPA, han reaccionado con enfado y estupor a ciertas afirmaciones sesgadas e imprecisas, difundidas en su plan España 2050, en el que afirma que el consumo de carne por parte de la población en España es excesivo y que la ganadería española no es sostenible en términos de emisiones de gases con efecto invernadero.
Sobre el consumo de carne, UPA recuerda que España es el tercer país más longevo del mundo -tras Japón y Corea del Sur- un hecho en el que tiene mucho que ver la Dieta Mediterránea que se sigue mayoritariamente en nuestro país. “Debemos centrarnos en defender la Dieta Mediterránea, una de las más saludables del mundo, que está basada en el consumo de frutas, hortalizas, cereales, lácteos, aceite de oliva, y por supuesto carne”.
Esta organización agraria recuerda también que en algunas de las zonas de España más afectadas por el despoblamiento, como las zonas remotas y de montaña, son los ganaderos los que hacen frente al “reto demográfico” que el propio Gobierno pregona como uno de sus principales objetivos.
“Los ganaderos producimos alimentos de la máxima calidad para ser consumidos dentro y fuera de nuestras fronteras, al tiempo que luchamos contra el cambio climático, mantenemos limpio el monte y aprovechamos los recursos de forma sostenible”, explican desde UPA que, además, piden Ministerio de Agricultura que haga oír su voz en el Consejo de Ministros y se ponga al frente de la defensa del sector primario, que en España es diverso, moderno y sostenible, pero que afronta “grandes problemas”, por lo que menos necesita es “un Gobierno que le dé la espalda”.