Las salidas al mercado de aceite de oliva volvieron a la “normalidad” durante el pasado mes de abril, hasta quedar en 121.300 t, incluidas unas importaciones estimadas en torno a 25.000 t, bajando un 21,4% y en más de 30.000 t respecto a las de un mes antes, según el avance de datos, aun muy provisionales, de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA).
Las salidas de aceite de oliva vuelven a la nueva “normalidad” en el mes de abril
Los descensos llegaron tanto por la contracción de la demanda interior en un 28%, debido al acaparamiento doméstico de producto, que se produjo tras la declaración del estado de alarma en el mes de marzo, como por el lado de la exportación, por los mismos motivos, a los que hay que añadir el descenso de las ventas al primer país tercero, Estados Unidos, por la persistencia de los elevados aranceles impuestos por la Administración Trump desde el pasado 18 de octubre de 2019.
De forma estimativa, la demanda interna aparente habría sido en abril de 41.300 toneladas y la exportación se estima que haya caído a unas 80.000 toneladas, siempre con datos estimados por el propio sector.
La producción de aceite de oliva en abril aún aportó cerca de 2.100 t más, quedando en la campaña en 1.185.550 toneladas.
El stock a 30 de abril, tras cubrirse el séptimo mes de campaña 2019/20 aún estaría por encima del millón de toneladas (1,09 Mt), con un recorte de casi un 8% respecto al que había en esa misma fecha de la campaña pasada, incluidos las casi 200.000 t sujetas a contrato de ayuda al almacenamiento privado.
De ese volumen, 730.500 t estarían en poder de almazaras, que reduce sus existencias en casi un 11% en abril; otras 65.560 t en las instalaciones de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero (FPCO), un 5,1% menos que en marzo, y 296.000 t en poder de envasadores y otros operadores del comercio, prácticamente sin cambios sobre un mes antes.
Balance ajustado
Así las cosas, el balance previsto para toda la campaña 2019/20 apenas cambia, con un volumen total disponible que se iría a 2.075.000 t, de los cuales 755.400 t (+101,1%) corresponden al stock inicial a 1 de octubre de 2019; otras 1,12 Mt a la producción de campaña (-37,4%), y alrededor de 200.000 t (+40%) a importaciones, principalmente de Portugal y Túnez, para atender en parte las necesidades de granel para envasado con destino a Estados Unidos. Una cifra que puede ser récord histórico y que no se corresponde con las necesidades internas, pero que sí está frenando, sin duda, las salidas de aceite de origen español en la actual campaña.
La previsión es que el mercado absorba en toda la campaña alrededor de 1,58 Mt, un volumen que apenas sería un 1,7% mejor que el de la campaña anterior. De esa cifra, 560.000 t irían a atender la demanda interna, con un alza del 4,1% (habrá que esperar a ver cómo incide la caída del turismo en el consumo, pero no de forma positiva) y algo más de un millón de toneladas (1,05 Mt) a exportación, con un alza, por el momento del 1,7% (aunque también con la incertidumbre de cómo se comportarán los mercados exteriores en lo que resta del año, debido a la pandemia del Covid-19).
El stock de final de campaña, a 30 de septiembre de 2019, se mantendría alrededor del medio millón de toneladas, un volumen en más de un 30% inferior al de la pasada.
En cuanto a los precios en origen, continúan si mostrar signos de reanimación, por el momento, sino más bien al contrario. Según el sistema Poolred de la Fundación del Olivar en la semana del 13 al 19 de mayo, la media estaba ya por debajo de los 1.800 €/tonelada salida almazara. El AOVE cotizaba con medias por debajo ya de los 2 €/kilo (1.965,68 €/t), el virgen a poco más de 1,7 €/kg (1.709,52 €/t), y el lampante (B.1º) a menos de 1,65 €/kg de media (1.647,72 €/kg).