A la vista de la compleja y dispar situación en la gestión del lobo ibérico, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD) ha emitido una nota donde resalta que es necesario armonizar la coordinación de las comunidades autónomas entre sí y de estas con la Administración General del Estado y los sectores de interés (OPAs y ONGs).
Lobo ibérico: el MITERD propone medidas a favor de los ganaderos en dos ecoesquemas de la nueva PAC
Para este fin, desde la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, se ha propuesto al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la inclusión de medidas concretas y favorecedoras para el sector ganadero de cara a prevenir y paliar los posibles daños de grandes carnívoros, en el ámbito del nuevo Plan Estratégico de la PAC que actualmente se encuentra en preparación y negociación.
En este sentido, se propone la instauración de medidas concretas a nivel de todo el territorio estatal en dos ecoesquemas:
– Ecoesquema de pastoreo extensivo. Este ecoesquema propuesto por el MAPA tiene como objetivo favorecer el mantenimiento de dicha actividad tan esencial para el mantenimiento adecuado del medio natural. Y se ha incorporado una medida complementaria, de pago porcentual adicional, para las explotaciones que se encuentren en áreas de presencia estable de grandes carnívoros, como factor modulador que refuerza el beneficio de convivir con dichas especies silvestres por el mero hecho de su presencia y sin tener que ampliar las actuaciones por los ganaderos.
– Ecoesquema de mejora de convivencia con grandes carnívoros. Se trata de una propuesta de la DGBBD para aplicar medidas proactivas financiadas a los ganaderos para protegerse ante los posibles daños de grandes carnívoros, en aquellas áreas donde dichas especies se encuentran protegidas. En concreto, se trata de implantar actuaciones con una coherencia homogénea, en todos los ámbitos geográficos del Estado y teniendo en cuenta las particularidades de logística y necesidades en cada territorio. Se proponen actuaciones que se han demostrado eficaces para evitar los daños y que han de contar con la colaboración de los interesados (ganaderos).
Además, como quedó de manifiesto en la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y Biodiversidad del 4 de febrero, esta Dirección General considera que actualmente se dan las condiciones oportunas para actualizar la estrategia de conservación de la especie a nivel estatal, que data de 2005.
Se está trabajando en la actualidad en un borrador de estrategia, que giraría en torno a siguientes líneas principales:
1. Diseño e implementación, en colaboración con el MAPA y CCAA, de un pago adicional en la PAC a través de los programas de desarrollo rural, destinado a equilibrar las desventajas competitivas en las explotaciones ganaderas situadas en zonas con lobo (medida reclamada repetidamente por el sector y las ONG).
2. Refuerzo de la coordinación entre las CCAA con la creación de un registro de expedientes de daños a nivel estatal, junto con un protocolo común de verificación de daños y de baremos de pago.
3. Implementación de un programa de medidas preventivas por el MITERD para mejorar la compatibilidad del lobo y la ganadería extensiva, en colaboración con las CCAA, organizaciones agrarias y ONGs conservacionistas.
4. Revisión del estatus poblacional del lobo mediante la realización de un censo coordinado y liderado por la Dirección General. Marcaje de ejemplares para mejorar el conocimiento de la especie y detectar mejor las zonas en la que se produce una mayor tasa de furtivismo.
5. Coordinación con los países vecinos de Portugal y Francia.
Según destaca el MITERD en su nota, el último censo nacional del lobo ibérico, realizado en 2014 por el MITECO y las CC.AA., mostró la existencia de alrededor de 300 manadas, distribuidas fundamentalmente por el cuadrante noroccidental (Asturias, Castilla y León y Galicia, Cantabria); y con algunas pocos grupos en el resto (La Rioja, Madrid y Castilla La Mancha). En las demás CC.AA. el lobo se extinguió hace décadas por persecución humana ligada a las predaciones en la ganadería.
Al comparar el censo de 2014 con el anterior censo (1990), se deduce que la población de lobos española se ha mantenido estabilizada o, en algunos territorios en ligero crecimiento, aunque también ha habido extinciones locales en algunos otros.
En Europa el lobo está considerado mayoritariamente como una especie estrictamente protegida al estar incluido en el anexo IV de la Directiva Habitats. Algunas poblaciones locales de algunos países (como Finlandia, Grecia y España), están incluidas en el anexo V, por lo que tales poblaciones, caso de las del norte del Duero en las CCAA de Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria, pueden ser objeto de gestión (incluyendo, en su caso, la caza deportiva). En Portugal la especie está estrictamente protegida.
En España además de estos dos estatus de protección derivados de la normativa europea, las CC.AA. en el marco de sus competencias han legislado de manera diferente sobre su protección; así, mientras en Asturias el lobo tiene un régimen especial (ni cinegético ni protegido) cuyos planes de gestión contempla el control poblacional por daños a la ganadería, en Castilla y León, La Rioja, Cantabria y Galicia tiene un régimen cinegético, si bien en esta última comunidad autónoma este derecho queda reservado a la administración pública. Respecto de la situación al sur del Duero, Castilla-La Mancha y Extremadura han catalogado a la especie en peligro de extinción, si bien todavía no han desarrollado los preceptos planes de recuperación.
A raíz de la solicitud, a finales de 2019, por parte de la Asociación ASCEL (Asociación para la conservación y estudio del lobo ibérico) de inclusión de toda la población española del lobo ibérico en la categoría de Vulnerable del Catálogo Español de Especies Amenazadas, se procedió a tramitar la propuesta, tal y como establece la normativa (Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad e instrumentos de desarrollo).
En primer lugar y como es preceptivo, se dio traslado al comité científico, quien dictaminó favorablemente, pero proponiendo su inclusión en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial en vez de en el Catálogo.
Esta propuesta, junto con el dictamen de comité científico, se transmitió posteriormente al Comité de Fauna y Flora Silvestres así como a la Comisión Estatal del Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Dicha Comisión se reunió el 16 de septiembre de 2020 y las CC.AA. de Asturias, Galicia y Cantabria y Casilla y León, se manifestaron en contra de la propuesta de inclusión del lobo en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial y pidieron que el expediente fuera archivado. Castilla-La Mancha y Extremadura se pronunciaron a favor de la inclusión en el Listado.
Visto que algunas CC.AA., en las que la representación del Ddrector había sido delegada, informaron que no les era posible votar, la DG de Biodiversidad, Bosques y Desertificación propuso una alternativa, consistente en actualizar la estrategia (que data de 2005) para incorporar las mejoras necesarias para la gestión de esta especie (como se describe en el epígrafe posterior: conservación y gestión del lobo). Entre las medidas propuestas, se incluiría también la inclusión en el Listado.
Ante esta propuesta, las CC.AA. (Asturias, Galicia y Cantabria y Castilla y León) se manifestaron de acuerdo con la actualización de la estrategia, pero demandaron, como decisión previa, la desestimación de la inclusión de la especie en el Listado.
Este asunto volvió a ser tratado en la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y la Biodiversidad el día 4 de febrero. En esa reunión, se propuso incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, lo que supone homogeneizar el estatus de protección de la especie a nivel nacional y que deje de ser considerada especie cinegética.
El resultado de la segunda votación (dado que la primera acabó en empate) entre los miembros de la Comisión Estatal respecto a la propuesta de inclusión del lobo en el Listado fue la siguiente: 9 votos a favor (MITERD, Extremadura, Castilla-La Mancha, La Rioja, Aragón, Cataluña, Canarias, Baleares, Melilla), 8 votos en contra (Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Madrid, Murcia, País Vasco, Andalucía) y 3 ausencias en las votaciones (Navarra, Com. Valenciana y Ceuta).
Con esta propuesta de inclusión de todas las poblaciones españolas de lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial se atiende, según el MITERD, al dictamen del Comité Científico que recomendó su protección al considerar “su importancia como patrimonio cultural, científico, así como los servicios ambientales que produce la presencia de esta especie en los ecosistemas naturales”.
Tras la decisión de la Comisión Estatal, se formalizará la orden ministerial por la que todas las poblaciones del lobo españolas queden incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Asimismo, una vez resuelto el estatus legal del lobo, en la reunión de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y de la Biodiversidad se propuso también la constitución de un grupo de trabajo para elaborar una nueva estrategia de gestión y conservación del lobo en España, que actualice la aprobada en 2005. La primera reunión de ese grupo de trabajo para avanzar en la actualización de la estrategia se celebró el 10 de febrero de 2021.
El objetivo de este documento será lograr la conservación, gestión y restauración de poblaciones viables de lobos como parte integral de los ecosistemas españoles, a la vez que asegurar la coexistencia de la actividad ganadera que se desarrolla en los territorios habitados por el lobo.