Los precios mundiales de los alimentos básicos, aun lejos de máximos, repuntaron un 8,2% en 2017

Los precios medios mundiales de los alimentos bajaron en diciembre pasado, debido a los fuertes descensos en aceites vegetales y  productos lácteos, según el último índice de precios de los alimentos publicado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), pero subieron un 8,2% en 2017

Los precios mundiales de los alimentos básicos, aun lejos de máximos, repuntaron un 8,2% en 2017

El índice, una medida de la variación mensual de los precios internacionales de una canasta de alimentos básicos, se situó en diciembre de 2017 en una media de 169,8 puntos, unos 5,8 puntos o un 3,3% menos que  en noviembre.

A pesar del retroceso a finales de año, el índice de precios de los alimentos de la FAO promedió 174,6 puntos en 2017, un 8,2 % más que en 2016 y alcanzó su media anual más elevada desde 2014, aunque es aún un 24 % más bajo todavía que los niveles máximos alcanzados en 2011, de casi 230 puntos.

Si bien los valores del azúcar en 2017 cayeron en picado, los precios de los productos lácteos y de la carne registraron un fuerte incremento interanual; los precios de los cereales y los aceites también aumentaron, aunque más moderadamente.

El índice de precios de los productos lácteos de la FAO disminuyó un 9,7% en diciembre,  hasta un promedio de 184,4 puntos, unos 19,8 puntos menos que un mes antes, ya que los abundantes suministros de exportación y la baja demanda pesaron sobre los precios internacionales de leche descremada y leche entera en polvo, así como los de queso y mantequilla. Se trata de la tercera disminución mensual consecutiva. Aún así, el subíndice fue un 31,5 por ciento más alto en el conjunto de 2017 respecto al año anterior.

La incertidumbre sobre el destino de las existencias de intervención de la Unión Europea (UE) continuó ejerciendo una presión a la baja sobre las cotizaciones internacionales del precio de la leche desnatada en polvo.

En general y a pesar de su evolución en los últimos meses, el índice de precios de los productos lácteos de la FAO se situó en un promedio de 202,2 puntos en 2017, esto es, un 31,5 % más que en 2016, siendo los precios de la mantequilla los que experimentaron un mayor incremento, seguidos por los de la leche entera en polvo y el queso, mientras que los precios de la leche desnatada en polvo se mantuvieron estables.

El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO bajó un 5,6% respecto a noviembre, hasta un promedio de 162,6 puntos, unos 9,6 puntos menos, marcando el mínimo en cinco meses, ya que los precios del aceite de palma disminuyeron en un contexto de existencias crecientes en Malasia e Indonesia.

Eso a su vez lastró las cotizaciones del aceite de soja. En 2017, este subíndice fue un 3 por ciento superior al del año anterior. Al igual que el aceite de colza, las revisiones al alza de las cosechas de Australia y el Canadá afectaron a los precios, mientras que las cotizaciones del aceite de soja se hallaban bajo presión por su rival, el aceite de palma.

Durante el año en su conjunto, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en un promedio de casi 169 puntos, esto es, un 3 % más que en 2016, pero aún muy por debajo de los máximos registrados en 2008 y 2011.

El índice de precios del azúcar de la FAO también disminuyó, marcando un descenso del 4,1% desde noviembre,  hasta un promedio de 204 puntos, es decir, 8,6 puntos menos que entonces, debido a factores estacionales, a la moderación de la demanda y a las expectativas de un importante superávit en 2018

Los precios del azúcar fueron un 11,2% más bajos en 2017, en promedio, que en 2016, hasta 227,3 puntos, y un notable 38% por debajo de su valor máximo (369 puntos), alcanzado en 2011.

La caída de los precios del azúcar en 2017 refleja en gran medida una cosecha excelente en Brasil, el mayor productor del mundo, unidad a una fuerte recuperación de la producción en la India y Tailandia.

El índice de precios de los cereales de la FAO se situó en diciembre en un promedio de 152,7 puntos, valor levemente inferior al de noviembre, pero todavía un 7,4 % por encima del de diciembre de 2016.  La amplia oferta y las menores ventas contribuyeron a la caída de los precios del trigo.

No obstante, los precios internacionales del maíz mostraron un leve incremento debido principalmente a las inquietudes por la meteorología en la Argentina; los precios del arroz también aumentaron ligeramente en un contexto de una demanda constante y robusta y de apreciación de las divisas en algunos de los principales países exportadores.

En el transcurso del año, el índice de precios de los cereales de la FAO se situó en un promedio de 151,6 puntos en 2017, esto es, un 3,2 % más que en 2016, pero todavía en torno a un 37 % por debajo del nivel máximo alcanzado en 2011.

Por último, el índice de precios de la carne de la FAO registró un promedio de 171,6 puntos en diciembre, levemente por debajo de su valor ligeramente revisado de noviembre.

Las cotizaciones internacionales de los precios de la carne de bovino cayeron ante la presión por el aumento de la oferta en los mercados tanto nacionales como internacionales.

Sin embargo, las cotizaciones de la carne de porcino y ovino y aves de corral apenas varió, reflejando una situación globalmente equilibrada de la oferta y la demanda. En el transcurso del año, el índice de precios de la carne de la FAO se situó en un promedio de 170 puntos en 2017, esto es, un 9 % más que en 2016, pero un 4,7 % por debajo del promedio de los cinco años precedentes (2012-2016).

En 2017, los precios de la carne de ovino registraron el mayor aumento, seguidos por los de la carne de porcino, aves de corral y bovino. A diferencia de otros grupos de productos básicos, la mayoría de los precios utilizados en el cálculo del índice de precios de la carne de la FAO no se encuentra disponible en el momento del cómputo y publicación del índice de precios de los alimentos de la Organización; por tanto, el valor del índice de precios de la carne de los meses más recientes se deriva de una combinación de precios previstos y observados. En ocasiones, esto puede hacer precisas revisiones significativas del valor final del índice de precios de la carne de la FAO que, a su vez, podrían influir en el valor del índice de precios de los alimentos de la Organización.

Foto: FAO. Alessia Pormedominico.  Queso Parmesano. Italia

 

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