El ministro de Agricultura, Luis Planas, valoró el encuentro mantenido este miércoles 14 de julio, con los responsables de las CC.AA. para analizar el documento presentado por su departamento para negociar el Plan Estratégico nacional de la PAC (PE-PAC).
MAPA y CC.AA. dejan los deberes para concretar y aprobar el modelo de aplicación de la PAC 2023-27 hasta después del verano
Un documento que, según Planas, seguirá sirviendo de base política (no llegó a votarse) para avanzar en la negociación del modelo de aplicación de una PAC, con un marcado enfoque medioambiental, para el periodo 2023-2027, aunque es bastante probable que se amplíe hasta 2030.
Para Planas, la reunión fue “satisfactoria y positiva, fruto del buen trabajo de todos, en la que ha habido un debate rico y diverso y hemos comprobado la voluntad de caminar juntos”. No obstante, reconoció que “estamos ante una negociación compleja, pero con un enfoque constructivo por parte de todos.”
“Es muy importante el valor del consenso, la capacidad que tengamos de que consejeros y consejeras de distinto signo político y de CC.AA. con características agronómicas muy diversas, se puedan poner de acuerdo con el Gobierno de España, y para ello tenemos que saber encontrar un cauce de colaboración mutuo”, añadió Planas.
La Conferencia Sectorial monográfica entre el MAPA y las CC.AA. se saldó con el único resultado de continuar con los trabajos técnicos de preparación del PE-PAC (el primer grupo de trabajo será el miércoles 21 de julio sobre el diseño de los eco-esquemas), con el objetivo que el plan definitivo sea presentado ante la Comisión Europea antes del 31 de diciembre, según explicado el ministro en una rueda de prensa posterior a este encuentro.
Esos avances, unidos a los que se vayan consiguiendo en otros aspectos de la negociación, serán nuevamente analizados a finales de verano o principios de otoño (última semana de septiembre, primeros de octubre) en un nuevo encuentro político como el de este miércoles, en el que se examinará también el estado de situación del Plan Estratégico.
Planas desgranó en su encuentro con los medios algunos de los aspectos que recoge la propuesta del MAPA presentada a los consejeros, como que serán 4.800 M€ al año el importe de las ayudas directas (FEAGA), de los que el 60 % irán al pago básico a la renta para la sostenibilidad, o una cantidad cercana a los 1.200 millones para los eco-esquemas, dentro todo ello del primer pilar de la Política Agraria Común (PAC).
También destacó que los fondos para el Desarrollo Rural (FEADER) contarán con una cantidad anual de 1.100 M€ y habrá otros 900 millones para medidas de mercado y programas sectoriales.
Para Planas, la orientación general de su propuesta busca un reparto más justo de los fondos, una PAC más social y más sostenible.
En ese sentido, el ministro destacó el avance previsto en la convergencia interna del valor medio de los derechos de las ayudas, tras lo aprobado a nivel comunitario, hasta el 85 % en 2026, o el hecho de que el número de regiones agronómicas pase de 50 a 20.
Respecto a los ecoesquemas, que son prácticas voluntarias remuneradas, que contribuyan favorablemente al clima y al medio ambiente, son una de las grandes novedades de esta nueva PAC, tendrán cabida, por ejemplo, prácticas para aumentar el contenido en carbono orgánico de los suelos, el mantenimiento de los pastos, las rotaciones de cultivo con especies mejorantes o una gestión sostenible de los insumos.
Nadie se va a quedar atrás, ya que los nuevos ecoesquemas deben ser accesibles para todos los agricultores y ganaderos”, afirmó el ministro.
Reparto de ayudas
Según la propuesta del MAPA, las ayudas directas, desvinculadas de la producción, se destinarán a la ayuda básica a la renta para la sostenibilidad (60 %), de las que una sexta parte (10 % del total de ayudas directas) se concederán a través de la ayuda complementaria redistributiva para la sostenibilidad (pago redistributivo), así como una ayuda complementaria a la renta para jóvenes agricultores (2 %), mientras que los ecoesquemas contarán con el 23 % (que unido al 2 % que España puede computarse por su mayor gasto medioambiental en Desarrollo Rural, permitirá alcanzar el 25 % exigido por el Reglamento).
En el caso de las ayudas directas vinculadas a la producción (pagos asociados), se aplicarán a sectores vulnerables desde el punto de vista social y económico, como la ganadería, en especial, la extensiva o al de producción láctea, así como cultivos proteicos, entre otros.
Asimismo, el olivar tradicional se beneficiará, por primera vez, de una intervención sectorial que permitirán mejorar su gestión para reducir sus costes de producción.
Beneficiarios de las ayudas
Los beneficiarios de las ayudas directas de la PAC, según la citada propuesta, deberán cumplir con la condición de agricultor activo, que será aquel que esté afiliado a la Seguridad Social por cuenta propia o aquel que perciba al menos el 25 % de sus ingresos totales de la actividad agraria.
No obstante, dado que en algunas zonas la agricultura a tiempo parcial desempeña una función social y medioambiental significativa, los beneficiarios (pluriactivos) que reciban un importe anual en concepto de ayudas directas igual o inferior a 5.000 euros, se considerarán también agricultores activos.
Techo máximo y redistribución
En la propuesta del MAPA, el importe de la ayuda básica a la renta, recibido por cada beneficiario, se reducirá progresivamente a partir de la cantidad percibida que supere el importe de 60.000 euros.
Además, el importe de la ayuda básica a la renta estará limitado a 100.000 euros al año por beneficiario. Si bien, el beneficiario, que perciba, a partir de 60.000 euros anuales, podrá también descontar los costes salariales directamente soportados y los costes laborales incluidos en la contratación de empresas de servicios agrícolas.
Por otro lado, se mantendrá en 300 euros el umbral mínimo para la percepción de ayudas directas.
El importe por hectárea de la ayuda básica a la renta se distinguirá por regiones, que se reducirán a un máximo de 20 regiones (de las 50 actuales) en las se diferenciarán las superficies de pastos permanentes, cultivos herbáceos de secano, cultivos herbáceos de regadío y cultivos permanentes.
Jóvenes e igualdad de género
El aspecto social, con medidas de igualdad de género y ayudas para la incorporación de los jóvenes, serán, asimismo, elementos fundamentales de la nueva PAC, añadió Planas.
“En sintonía con la nueva realidad social, afirmó Planas, “esta PAC debe potenciar el necesario relevo generacional para afianzar también el papel de la mujer en la actividad agroganadera, a través de medidas para favorecer su incorporación al agro. Lograr que jóvenes y mujeres encuentren alternativas viables en el campo, permitirá la dinamización de los entornos rurales y que puedan plantear su proyecto de vida en los pueblos.”
Así, para facilitar el relevo generacional, se destinará más de 140 M€ anuales, un importe equivalente al 3 % del presupuesto de las ayudas directas (primer pilar), que irá en al menos un 2 % como ayuda complementaria a la renta para jóvenes agricultores (40 años o menos) y otro 1 % como ayudas procedentes de medidas de Desarrollo Rural.
Además, se apoyará a las mujeres para fomentar la igualdad en el medio rural, al formar parte, por primera vez, de los objetivos específicos de la PAC. De esta forma, el PE-PAC propondrá el establecimiento de importes adicionales para impulsar su papel en las actividades agrarias. “No solo a través de las ayudas directas, sino también con medidas de desarrollo rural (segundo pilar de la PAC), contribuiremos a la consecución de este objetivo, que es de justicia”, resaltó Planas.
Condicionalidad social
En cuanto a la dimensión o condicionalidad social de la nueva PAC, Planas destacó que ésta no supondrá una carga administrativa adicional para agricultores y ganaderos. En este sentido, el MAPA y las CC.AA. desarrollarán un sistema de cruce de información sobre las infracciones y sanciones en las directivas laborales, recogidas en el proyecto de Reglamento de planes estratégicos para que sea operativo en 2024.
El ministro insistió en que “este punto ayudará a poner en valor a todos aquellos que están haciendo bien su trabajo, que es la inmensa mayoría”.
Además, los sistemas de asesoramiento a los agricultores deberán incorporar información sobre las condiciones de empleo y respecto a las obligaciones de los empleadores, así como sobre aspectos relativos a la salud, seguridad y protección social en el ámbito agrario.
El ministro destacó que, finalmente, la nueva PAC será “más justa, más social y más sostenible” y que, sobre la base de la propuesta del MAPA “vamos a perfilar un modelo que debe permitir un apoyo reforzado a nuestros agricultores y ganaderos”.
El objetivo principal, añadió, es que los agricultores y ganaderos puedan hacer frente al desafío del cambio climático y del medio ambiente, manteniendo la rentabilidad de sus explotaciones, en un escenario de certidumbre hasta 2027.
La documentación de trabajo relativa a la nueva PAC está colgada en la web del MAPA.