El director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Fernando Miranda, presidió este 28 de noviembre la tercera jornada de trabajo dedicada a la elaboración de un Plan estratégico para el sector de la fruta dulce, en la que se debatieron las medidas que formarán parte del mismo, tanto en relación con la fruta de hueso, como de pepita.
El Mapama prepara su propuesta de plan de medidas de estrategia para la fruta dulce
Un debate en el que participaron representantes de la producción, la industria, la distribución, de la Administración Central y Autonómica, así como expertos e investigadores.
Durante la jornada, se puso de manifiesto la necesidad de que el Plan contemple tanto medidas de adopción inmediata a corto plazo para afrontar ya en la próxima campaña, como medidas a medio y largo plazo.
También se debatió sobre la necesidad de aprovechar al máximo las oportunidades y herramientas que brinda la Política Agrícola Común (PAC) a este sector. Por una parte, a través de la financiación de los Programas Operativos de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) que, para el conjunto del sector, suponen una financiación de más de 200 millones de euros al año, y por otra, aprovechando las herramientas que brinda a las OPs y a sus asociaciones para realizar actuaciones en materia de adecuación oferta-demanda, calidad o promoción.
Tras el análisis de las medidas debatidas, el Ministerio elaborará una propuesta de Plan que será analizada con los representantes del sector, en lo que constituirá la tercera y última fase del plan.
Esta tercera jornada, el subdirector general de Frutas y Hortalizas del Mapama, Ignacio Atance, hizo una avance de las conclusiones del diagnóstico realizado para los subsectores de fruta de hueso y fruta de pepita, y los participantes se dividieron en dos grupos, uno sobre hueso, con dos paneles dobles de debate, sobre la oferta y sobre la demanda, por la mañana, y otro sobre pepita, por la tarde, con el mismo formato.
La patronal empresarial de la producción y exportación de frutas y hortalizas, FEPEX, que intervino en ambos grupos, propuso un conjunto de medidas entre las que destacan, en el ámbito de la producción: fortalecer la estructura del sector y, en concreto, facilitar la incorporación de los productores a las OPs más eficaces; impulsar el reconocimiento de las asociaciones de organizaciones de productores (AOPs), e impulsar las declaraciones de las circunscripciones económicas, aplicando también de forma inmediata las nuevas medidas de gestión de crisis previstas en el proyecto de Reglamento Ómnibus que entrará en vigor el 1 de enero de 2018.
FEPEX propuso también fomentar la innovación y reconversión varietal en determinadas especies, mejorar la información sobre la oferta y la demanda, la disponibilidad de productos post-cosecha, ente otras medidas.
En cuanto a los nuevos mercados, la organización empresarial planteó también la necesidad de emprender una reforma varietal en melocotón y nectarina, que permita el incremento de las exportaciones a los nuevos mercados más lejanos, para lo que se requiere una mayor inversión e investigación en nuevas variedades adaptadas a los requisitos de conservación y logística intrínsecos a la exportación a mercados lejanos.
El comportamiento de la exportación de fruta de hueso y de fruta de pepita a estos terceros nuevos mercados evidencia las barreras existentes imputables a las condiciones exigidas.
La exportación de hueso fuera de Europa asciende a 58.163 toneladas en 2016, siendo la ciruela la más exportada, representando estos mercados el 6% del total de fruta de hueso exportado por España el año pasado.
Mientras, en pepita, los envíos fuera de Europa ascienden a 110.754 toneladas, representando los mercados extraeuropeos el 46% del total exportado por España, un volumen y un porcentaje muy superior al de fruta de hueso, especialmente si consideramos la diferencia existente en el potencial productivo de los dos sectores.
Medidas a corto plazo
“Si no hay medidas a corto plazo, no habrá fruticultores a medio-largo plazo”. Así de tajante se mostró David Borda, responsable del sector de fruta dulce de la Coordinadora de Organiaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), durante su intervención en la jornada de trabajo de ayer con el Ministerio de Agricultura para abordar la crisis estructural del sector mediante el desarrollo de un Plan estratégico de la fruta dulce.
Durante el encuentro, COAG reconoció el impulso y el trabajo que está realizando el Mapama para avanzar en la solución de los problemas existentes en el sector de la fruta a medio y largo plazo, subrayando que son necesarias medidas urgentes y de aplicación inmediata para que los fruticultores profesionales puedan llegar a dicho medio y largo plazo y no se queden por el camino.
“Asistimos a un cambio de paradigma en el modelo productivo del sector frutícola en el que los grandes inversores ganan terreno en detrimento del modelo social y profesional de agricultura, proveedor de riqueza en el medio rural, así como de otros bienes públicos. La inacción y la falta de planteamiento de medidas concretas estarían acelerando ese cambio, ya que en la actualidad hay muchas explotaciones familiares y profesionales que están ahogadas económicamente” argumentó Borda.
Durante el encuentro, el Mapama anunció la convocatoria de la Mesa sectorial para este mes de diciembre en la que seguir trabajando. COAG reclamó, que en dicha mesa, se concreten las medidas a corto plazo. En ese sentido, desde esta organización se han solicitado una batería de medidas económicas excepcionales con efecto directo para paliar la actual y difícil situación de los agricultores/as de fruta.
Entre estas medidas, la condonación de las cuotas a la Seguridad Social, reducción a cero de los módulos para la fruta dulce en el cálculo de la renta de 2017, ante la ausencia generalizada de beneficios, ayudas y moratorias para los préstamos contraídos, bonificación en la obtención de avales de SAECA, establecimiento de líneas de financiación bonificadas y créditos blandos para afrontar la futura campaña, condonación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y recuperación del máximo porcentaje de subvención estatal en la contratación del seguro de la fruta, estableciendo bonificaciones específicas para los agricultores profesionales.