Se ha puesto en marcha la Federación Europea del Aceite de Orujo de Oliva y Biomasa del Olivar, Eurolivepomace, aprovechando el privilegiado marco de Expoliva 2017, donde se firmaron sus estatutos.
Nace la Federación Europea del Aceite de Orujo de Oliva y Biomasa del Olivar
La Federación está compuesta por representantes europeos del sector orujero: la Asociación Italiana (ASSITOL, Gruppo Sansa), la Asociación Griega (SPEL, Greek federation of Olive Pomace oil Producers), la Asociación Portuguesa (ANIDA, Associação Nacional das Industrias dos Derivados da Azeitona) y la Asociación Española (ANEO, Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo de Aceituna).
La primera reunión, que se mantuvo entre los socios fundadores, tuvo lugar en marzo de 2016, en la Word Olive Oil Exhibition, donde se decidió que era necesaria la creación de esta Federación. En esta segunda reunión, se han aprobado y firmado sus estatutos, según los cuales los objetivos fundamentales de esta Federación son: el reconocimiento europeo de la solución medioambiental que representa el sector orujero mediante la valorización de los subproductos del olivar, la defensa de los productos y subproductos obtenidos tales como el aceite de orujo de oliva en todas sus categorías y la biomasa del olivar, la innovación y desarrollo de nuevos productos, así como la obtención de soluciones medioambientales, entre otros.
El primer presidente de la Eurolivepomace es Juan de Dios Galvez Daza, presidente de ANEO (España). La presidencia tendrá una duración de dos años, estableciéndose el siguiente orden de renovación: Italia, Portugal y Grecia. Así mismo, la Junta Directiva está compuesta por un vicepresidente: ASSITOL (Italia), un secretario: SPEL (Grecia) y un tesorero: ANIDA (Portugal).
Durante la reunión, se destacó el buen ritmo de comercialización del aceite de orujo de oliva tanto a nivel europeo como mundial, según datos del COI, y con unos precios dignos para el sector. Pero a su vez se detectó que la grave situación de comercialización del orujillo no es un problema sólo de España, sino que es un problema endémico de todo el sector europeo. Por ello se acordó de forma unánime trabajar conjuntamente en su resolución, mediante la búsqueda de nuevos mercados y nuevas salidas para el orujillo.