El Ministerio de Agricultura comunicó a las CCAA las superficies a conceder por cada solicitud de autorización para nuevas plantaciones de viñedo en el ejercicio de 2022, que suman un total de 946 hectáreas, el mínimo permitido por normativa comunitaria, como se acordó a finales del pasado año.
De esta superficie total, el 74 % se autorizó conceder y fue a parar al colectivo de viticultores jóvenes y, en su caso, titulares de pequeñas y medianas explotaciones.
Como en ejercicios anteriores, el MAPA centralizó y ordenó las solicitudes admisibles puntuadas que remitieron las CC.AA., y trasladó la resolución a las mismas para que éstas se lo comuniquen a los beneficiarios, algo que tendrán que hacer antes del 1 de agosto, fecha en que inicia oficialmente la nueva campaña vitivinícola 2022/23.
La superficie concedida y autorizada para nueva plantación de viñedo se repartió entre los cuatro primeros grupos considerados de prioridad, concentrándose el 74 % de la misma en los tres primeros: viticultor joven con pequeña explotación, viticultor con pequeña explotación y viticultor joven con mediana explotación.
Estos tres grupos recibirán el 100 % de la superficie admisible que solicitaron plantar, con un máximo de 5 hectáreas por solicitante, mientras que a los viticultores del cuarto grupo de prioridad, los titulares de mediana explotación, se les asignó el 26% restante de superficie, es decir, alrededor de 246 hectáreas
Según el MAPA, de los cuatro grupos prioritarios, destacan los viticultores que cuentan con una pequeña explotación, que suman el 42 % de la superficie total autorizada, es decir, unas 397 hectáreas, mientras los viticultores jóvenes se llevan el 32 % de la superficie concedida, en torno a 303 hectáreas.
Por CC.AA, Castilla-La Mancha es la que se lleva la mayor superficie vitícola de nueva plantación, con 508 hectáreas (53,7% del total), seguida de Castilla y León, con 129 ha (13,6%) y Cataluña, con 112 ha (11,8%). Estas tres CC.AA. concentran algo más del 79% del total de las autorizaciones de plantación de nuevo viñedo concedidas en el actual ejercicio 2022.
La superficie total solicitada de viñedo de nueva plantación fue de 3.822 hectáreas, de las que unas 3.045 ha se consideraron admisibles, teniendo en cuenta los criterios de admisibilidad establecidos en la normativa, y tras aplicar el límite máximo de 5 hectáreas por solicitante. Es decir, se concedió algo menos del 25% de la superficie total solicitada para plantar viñedo y el 31,1% del total de la superficie admisible para su concesión.
Tendencia a la baja
Según el MAPA, la demanda de autorizaciones para plantación de nuevos viñedos mantuvo un ejercicio más su tendencia a la baja. La superficie solicitada este año se ha reducido un 17% con respecto a 2021, año en el que a su vez ya se produjo una reducción del 40 % sobre el ejercicio de 2020.
Este departamento recuerda que el 1 de enero de 2016 entró en vigor el nuevo régimen de autorizaciones de plantaciones de viñedo, que sustituyó al antiguo sistema de derechos de plantación, que posibilitaba la compraventa de los mismos entre particulares. El régimen de autorizaciones administrativas de plantación permite continuar con un crecimiento controlado del potencial de producción, añade el MAPA.
El nuevo sistema estipula la obtención de una autorización a partir de un cupo que se establece cada año (con un máximo del 1% de la superficie plantada de viñedo en la campaña inmediatamente anterior y un mínimo del 0,1%) para autorizaciones de nuevas plantaciones y que se reparte entre los solicitantes conforme a lo establecido en la normativa de la Unión Europea (UE) y nacional.
El MAPA señala que el pasado 28 de diciembre de 2021 se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la resolución de la Dirección general de Producciones y Mercados Agrarios, por la que se fijaba como límite de superficie para la concesión de nuevas plantaciones para 2022 el mínimo del 0,1 % de la superficie plantada de viñedo a 31 de julio de 2021, lo que equivale a las 946 hectáreas de superficie vitícola ahora autorizada.
Para ello se en cuenta la recomendación presentada antes de finales de noviembre pasado por la Organización Interprofesional de Vino de España (OIVE), que consideró necesario mantener la prudencia en el incremento del potencial productivo un ejercicio más ante la situación actual del mercado vitivinícola.
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