La interprofesional láctea, InLac, aprobó este 16 de diciembre el contrato homologado entre ganaderos e industria para el suministro de leche cruda una vez ratificado por ASAJA, UPA, y Cooperativas Agroalimentarias, por la parte productora; y Fenil y Cooperativas Agroalimentarias por la rama transformadora. No así por COAG, que emitió un comunicado rechazando el mismo.
La INLAC aprueba el contrato tipo homologado de suministro de leche cruda de vaca
Tras alcanzarse el acuerdo, el texto ha sido enviado al MAGRAMA para su homologación por trámite de urgencia.
Además, Inlac acordó también continuar trabajando en otros modelos de contratación del sector lácteo, como el de las suministradores sin REGA (cooperativas y otros primeros compradores intermediarios, que comercializan la leche a la industria,pero no la transforman),así como la de las industrias de transformación láctea con la distribución minorista.
El contrato homologado tiene implicaciones para ambas partes y ofrecerá a los ganaderos un marco estable para definir con transparencia las relaciones contractuales entre ganaderos e industria, según la InLac. Las cláusulas del contrato tipo recogen aspectos como la duración, los periodos y el volumen de leche a entregar con un margen de variación del 10% o la fijación de un precio fijo, mixto o variable sometido a diferentes referencias, así como las condiciones de pago.
Otras estipulaciones tratan también de la calidad y trazabilidad de la leche, la duración y la prórroga o las condiciones de renovación y modificación del contrato.
“Desde Inlac nos satisface enormemente haber consensuado finalmente un documento único y claro, que contribuya a dar más transparencia y estabilidad al sector lácteo y resulte útil para ambas partes”, declaró Ramón Artime, presidente de Inlac, quien también destacó la flexibilidad y la capacidad negociadora de las organizaciones de Inlac para llegar a un acuerdo en beneficio del conjunto del sector lácteo, así como la colaboración prestada por el Magrama
La definición y desarrollo del contrato homologado se ha trabajado a lo largo de los dos últimos meses en cinco grupos de trabajo con la colaboración de asesores jurídicos externos.
Estaba pendiente hasta ayer si la patronal de la industria láctea, FENIL, aceptaba negociar un modelo de contrato tipo para suministrador sin código REGA, es decir, para que entre a debatir un modelo que no deje fuera a todas las cooperativas comercializadoras y suministradoras de leche cruda de vaca, que suponen aproximadamente el 20% del total suministrado en nuestro país.
Cooperativas recalcó al inicio de las negociaciones que, para hacer más fácil el debate y las discusiones del modelo de contrato, admitía que se negociaran por separado los dos modelos (con y sin código REGA) dejando claro que la aprobación se debía hacer de los dos modelos a la vez, algo sobre lo que estuvieron de de acuerdo en ese momento los representantes de la INLAC. Todo ello en paralelo a la revisión del Real Decreto de Primeros Compradores, que se está trabajando desde el Magrama.
Cooperativas supeditaba la aprobación del modelo de contrato tipo para suministrador con código REGA a que, al menos, se abra una negociación para que aprobar también un modelo de contrato tipo de suministrador sin código REGA, lo que a la luz de acuerdo de ayer parece haber sido aceptado. Las negociaciones para este nuevo modo de contrato tipo homologado sin código REGA se iniciarán este lunes 22 de diciembre.
Avances en el Acuerdo Lácteo
Desde que el 9 de octubre, la INLAC constituyó el Comité Consultivo con la Distribución no ha dejado de avanzar en los compromisos establecidos para el desarrollo del Acuerdo de Estabilidad y Sostenibilidad del Sector Lácteo.
Así, los integrantes de este Comité, INLAC y las organizaciones de la distribución, ya han aprobado un documento en el que se recogen las alternativas existentes para informar sobre el origen español de la leche y de los productos lácteos; se ha establecido un procedimiento de comunicación entre los distintos miembros de la cadena para velar por la valorización de la leche y los lácteos en su comercialización, un protocolo de resolución de incidencias en el caso de banalización de estos productos.
Además, INLAC ya ha compartido con la distribución su estudio de la cadena de valor de los distintos operadores del sector lácteo que recoge las horquillas teóricas de márgenes y costes de sostenibilidad conjunta para el ganadero, la industria y la distribución, un estudio que puede ser utilizado por el Observatorio del Magrama, como una de sus herramienta de análisis en el seguimiento de los criterios de sostenibilidad de la cadena de valor de la leche.
Asimismo, se está a la espera de avanzar en el citado Comité Consultivo entre INLAC y la Distribucion en la definición de un modelo de contrato tipo entre las industrias lácteas transformadoras y las organizaciones de la distribución minorista, que ofrezca mayor estabilidad, transparencia y eficacia a las relaciones comerciales entre ambos eslabones de la cadena de valor.
COAG lo rechaza
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) rechazó la última propuesta de contrato-tipo homologado para el suministro de leche cruda de vaca, porque no refuerza la posición negociadora de los ganaderos, ni ofrece garantías de precios y recogida.
“No habrá lugar a la negociación. La industria impondrá sus condiciones porque el contrato así se lo facilita”, subrayó Gaspar Anabitarte, responsable del sector lácteo de COAG.
Tanto es así, que el texto del modelo de contrato no recoge una definición de una “Leche tipo” (para todo el Estado y por territorios), que garantice homogeneidad en cuanto a los criterios de calidad exigibles por parte de las industrias (materia grasa, materia proteica, punto crioscópico, etc.) e imposibilite bajadas de precios encubiertas de manera unilateral por parte de las industrias.
Tampoco supone una garantía de precios rentables para el ganadero, porque deja abierta la posibilidad a precios variables y mixtos, sin indexación alguna a índices de referencia que tengan en cuenta los costes de producción de cada uno de los agentes de la cadena.
Asimismo, no genera estabilidad en las relaciones contractuales ni garantía de recogida en las explotaciones porque no obliga a una duración mínima de 1 año en los contratos.
Incluso, traslada al ganadero responsabilidades que venían ejerciendo hasta ahora las Administraciones públicas, tales como la comunicación a la industria del estado sanitario de la explotación, abriendo la puerta a que las industrias ejercen un exclusivo autocontrol con análisis en sus propios laboratorios.
Para COAG, «lamentablemente, el tiempo nos ha dado la razón y el acuerdo para la sostenibilidad de la cadena de valor del sector lácteo, qu no firmó, no está sirviendo para garantizar un precio remunerativo para los ganaderos que al menos cubra los costes de producción.
Según datos oficiales, el precio medio en nuestro país se ha situado en octubre en 0,30€/l, muy por debajo de costes (0,34€/l). Tal y como argumentamos en su momento, el texto firmado no ofrece seguridad jurídica a los productores porque es una mera declaración de intenciones, generalista e inconcreta, que deja a la buena voluntad de industrias y cadenas de distribución el cumplimiento de los compromisos adquiridos.