Las exportaciones de alfalfa deshidratada, producto agroindustrial en el que España es uno de los principales productores del mundo, tras Estados Unidos, crecieron un 2,4%, hasta cerca del medio millón de toneladas.
Cerca de 500.000 t de alfalfa deshidratada española exportadas en el primer semestre de 2018
Transcurridos los 6 primeros meses del año, las exportaciones de alfalfa deshidratada continuaron una línea muy positiva a tenor de los resultados que arrojan las estadísticas de las exportaciones españolas desde el 1 de enero de 2018 al 30 de junio de este mismo año, según la Asociación Española de Fabricantes (AEFA)
Durante este periodo, este producto agroindustrial se vendió en 40 países diferentes alcanzando las 497.438 toneladas, un 2,4% más que en el mismo periodo del pasado año. Por países, Emiratos Árabes continúa siendo el principal destino de nuestras exportaciones con algo más de 200.000 toneladas.
Por su parte, China supera las 50.000 t. en lo que llevamos de año y se sitúa como el segundo destino más importante del deshidratado nacional, seguido de Francia, con poco menos de 30.000 t; Italia con 26.000 t, y Jordania con 25.000 toneladas.
AEFA destaca también el crecimiento de los envíos al Líbano (288% más que en 2017) y que llega a las 22.000 t. en el primer semestre; Marruecos, con 18.600 t; Portugal 15.150; Irán 14.800 t, y Qatar con 14.000 t. vendidas completan el “Top 10” de países consumidores de alfalfa deshidratada española en el primer semestre de 2018.
La exportación se ha convertido en pilar fundamental del sector del deshidratado, pero la industria continúa trabajando en el mercado nacional, señala AEFA, al que actualmente se destina un tercio de la producción española.
Las características de nuestro producto lo hacen fundamental en las raciones de pienso de vacas de producción láctea, cerdas gestantes, además de otro tipo de rumiantes. Son muchas las granjas españolas que confían en las ventajas de alfalfa deshidratada para alimentar a su ganado, añade esta Asociación.
La materia prima, la alfalfa, es una leguminosa introducida en España con la llegada de los árabes en el año 711 d.C., lo que hace que se hayan cumplido más de XIII siglos cultivándola. Se extiende el cultivo por casi todo el país, si bien, el 90% se concentra en el Valle del Ebro y Castilla y León.
Como cultivo, apunta AEFA, tiene numerosas ventajas medioambientales, ya que contribuye a la mejora de la biodiversidad (son 117 especies de aves las que la utilizan bien para su alimentación, refugio o reproducción). Además, no requiere en el periodo de cinco años de laboreo por lo que ayuda a reducir la erosión; mejorar la calidad de las aguas subterráneas, ya que no requiere abonado con nitratos; mejorar el cambio climático: fija el CO2 en cuantía de 9 t/ha/año (1,5 t en suelo, 0,75 t en raíces y 6,75 t en parte aérea), contribuyendo a paliar el efecto invernadero; actúa como filtro verde, no exige de tratamiento herbicidas: Bajo uso de fitosanitario.
También destacar qué gracias a su localización en el medio rural, ya que su rentabilidad está asociada a disponer de mercancía en un radio máximo de 30-50 km., la industria de la alfalfa la industria de la alfalfa deshidratada española contribuye al asentamiento de población en el medio rural, a través de la creación de empleo.
Empresarios chinos
AEFA organizó a finales de julio pasado una misión inversa de compradores procedentes de China, el segundo destino exterior de la alfalfa deshidratada española. Una iniciativa que fue llevada a cabo por ICEX-España Exportación e Inversiones y esta Asociación, contando con la colaboración de las Oficinas Comerciales (Ofecomes) de la Embajada de España en el país asiático (Shangai, Pekín y Cantón) y enmarcado dentro del Plan de Promoción de la Alfalfa Deshidrata en China, que AEFA e ICEX elaboraron para el presente 2018.
Desde esta Asociación se espera que estas actividades de promoción, que incluye regiones B2B (entre empresas) en la zona de Lérida y Zaragoza, visitas de campo y a instalaciones, laboratorios de analítica, granjas lecheras, charlas formativas etc., unidas a la actual guerra comercial entre China y Estados Unidos, ayuden a lograr que la alfalfa deshidratada española eleve su cuota de mercado en este país asiático.
Al respecto, varios empresarios chinos expresaron que la misión de intercambio comercial se lleva a cabo en un buen momento, ya que existe una gran preocupación en este país por encontrar algún proveedor de alimentación rica en proteína y fibra para su ganado de producción láctea.