Advierten sobre la caída del 42,6% del valor de la producción vitivinícola en 2014
La organización agraria La Unión de Uniones ha llamado la atención sobre el hecho de que el sector vitivinícola ha sido el que ha sufrido un recorte más importante en el valor de su producción en el año 2014, con un 42,6% de disminución sobre el ejercicio precedente.
En base a la segunda estimación de renta realizada por el Ministerio de Agricultura, si se exceptúa la patata, el sector vitivinícola ha sido el que ha sufrido un recorte más importante en el valor de su producción en el año 2014, con un 42,6% de disminución sobre el ejercicio precedente.
Dicha caída se ha debido tanto a una producción menor en un 22,3% como a un derrumbe del precio en un 26,1%. El sector vitivinícola ha contribuido así, en parte, a que se produzca en 2014 una caída de la renta agraria del 7,5% y a que la renta por unidad de trabajo se sitúe a niveles de finales de los 90.
Pese a las reiteradas noticias del buen comportamiento de las exportaciones del sector vitivinícola, los datos del Ministerio de Agricultura ponen de manifiesto que el valor de su producción se ha reducido en un 42,6%, lo que demuestran a criterio de la Unión de Uniones que el mercado del vino adolece de deficiencias importantes, que se han visto agravadas por la desaparición de las medidas de regulación del mercado. La menor cosecha, reducida en un 22,3% respecto de la espectacular del 2013, se ha visto acompañada de un recorte del precio del 26,1%, que se acumula al del 11% sufrido ya en 2013.
Al mal funcionamiento del mercado contribuye cada campaña el retraso de las Administraciones competentes en publicar los datos oficiales de producción y existencias, haciendo la situación del sector mucho más opaca y dificultando la adopción de las decisiones más adecuadas.
Por otro lado, la Unión de Uniones considera que los datos del Ministerio son una demostración de que, si bien la internacionalización de nuestros vinos es un camino a seguir, éste no puede andarse cimentándose sobre todo en remunerar a los productores por debajo de sus costes de producción.
Por último, la organización pone el acento en el hecho de que las ayudas, que en 2014 han representado el 28,8% de la renta del sector agrario, no están compensando a los agricultores y ganaderos el debilitamiento de los mecanismos de equilibrio de los mercados de la actual PAC.
Pese a la reducción progresiva del número de unidades de trabajo anual (UTA) empleadas en el sector agrario, el comportamiento de la renta por UTA a precios constantes, que siguió una tendencia ascendente hasta los últimos años 90, ha invertido en general la misma desde el año 2003, con la aprobación de la reforma de la PAC que inició el proceso de desacoplamiento de las ayudas agrarias, el desmantelamiento de las OCM y la liberalización de los mercados.