La reducida producción española en la pasada cosecha de la campaña 2022/23, que se repetirá en la campaña actual 2023/24, supone que los costes de producción de aceite de oliva se hayan incrementado a más del doble, según la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO).
Esto implica, añade esta Asociación, que, a pesar de los altos precios del aceite en el mercado, el olivarero no ve remunerada su actividad.