La Asociación de Ganaderos Productores de Leche (Agaprol), la principal Organización de Productores Lácteos (OPL) de España por volumen, que representa a casi 600 socios de 11 CC.AA. de todo el país, productores de cerca de un millón de toneladas anuales de leche de vaca, solicitó formalmente su entrada en la Organización Interprofesional Láctea (INLAC).
La Junta Directiva de esta OPL acordó ya el pasado 16 de febrero solicitar la adhesión a la InLac, conforme a lo establecido en el artículo 11 de sus Estatutos.
La Junta Directiva de esta OPL acordó ya el pasado 16 de febrero solicitar la adhesión a la InLac, conforme a lo establecido en el artículo 11 de sus Estatutos.
No obstante, el acuerdo de solicitud de adhesión se ha materializado en la última semana, tras la presentación formal de la solicitud y la documentación acreditativa por parte de Agaprol, que respalda la el cumplimiento de los criterios necesarios para formar parte de InLac.
La solicitud de ingreso en InLac se presentó como representación de los productores de vacuno de leche asociados Agaprol.
Agaprol nació como asociación sin ánimo de lucro en 2012 y, además de la representación y asesoramiento técnico a sus socios, recibió el reconocimiento como Organización de Productores Lácteos (OPL) por parte del Ministerio de Agricultura en el año 2013.
Esta Asociación forma parte también del Código de Buenas Prácticas en la Cadena Alimentaria y su decisión de incorporarse a la OIA láctea, según señalan, viene a confirmar su compromiso con el sector lácteo y su disponibilidad a formar parte de cuantas entidades puedan trabajar en la mejora de las condiciones actuales y futuras del sector lácteo y de los ganaderos en nuestro país.
El sector lácteo español se enfrenta a problemas más serios en los mercados globales
Según Agaprol, el sector lácteo de nuestro país y a nivel global «se enfrenta a problemas probablemente más serios que la formalización y negociación de los contratos con la industria láctea, que solo dependían de la voluntad de una de las partes a la hora de hacer las cosas de una forma o de otra.»
En su opinión, «este año 2023 es, quizás, el más claro ejemplo de que los ganaderos de vacuno de leche de todos nuestros pueblos tiene puesto un ojo en su nave y el otro en lo que está ocurriendo en los mercados internacionales, con las importaciones chinas a la cabeza, pero sin olvidar que Alemania sigue produciendo quesos a precio de derribo o que en Francia, al paso que van, se quedarán sin vacas más pronto que tarde.»
En el plano interior, añade Agaprol, «todos miramos recelosos los problemas de relevo generacional en las explotaciones, el descenso del consumo por la inflación o los costes de producción que cada día aprietan más y más.».
Todo ello, señala esta OPL, «eran hasta ahora preocupaciones que a las industrias lácteas poco les importaba, porque tenían leche de sobra para transformar.»
Para Agaprol, «este 2023 ha servido para todo eso y también para darnos cuenta de que España es y siempre ha sido deficitaria en cuanto a lácteos se refiere. Eso todo el mundo lo sabía, pero nadie quería ver que, cada punto de cuota de mercado que dejamos perder en los lineales de los supermercados para industrias foráneas, supone el cierre de docenas de ganaderos y ahora también amenaza con bajar la persiana de nuestras industrias transformadoras.»
Por último, esta Asociación señala que «creer en el futuro significa que llegados a este punto de inflexión los problemas de las industrias y los de los ganaderos son absolutamente dependientes, y ya no vale con decir “es lo que hay”.
Y que «creer en el futuro sólo será posible si entre todos hacemos viable este sector que, por cierto, si tiene futuro: sólo bastaría con dejar de mirarnos de reojo para remar en la misma dirección, olvidando el cortoplacismo que irresponsablemente imponen algunas cuentas de resultados.»
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