Agroinfluencers UAGN, una escuela de comunicadores digitales y portavoces agroalimentarios

Agroinfluencers UAGN, una escuela de comunicadores digitales y portavoces agroalimentarios

Miguel Ángel Mainar Jaime

Guillermo Asín es un agricultor navarro de Peralta, en la Ribera Alta del Ebro. Tiene fincas de secano y regadío; en las primeras cultiva en rotación y siembra directa y en la segunda lo que denomina rotación intensiva de cultivos extensivos, gracias a la que obtiene dos y, en ocasiones, hasta tres cosechas, siempre de cultivos muy mecanizados y escalonados en el tiempo.

 

Guillermo Asín es un agricultor navarro de Peralta, en la Ribera Alta del Ebro. Tiene fincas de secano y regadío; en las primeras cultiva en rotación y siembra directa y en la segunda lo que denomina rotación intensiva de cultivos extensivos, gracias a la que obtiene dos y, en ocasiones, hasta tres cosechas, siempre de cultivos muy mecanizados y escalonados en el tiempo.

Es joven y consciente de la suerte que tiene por operar en un territorio donde el Canal de Navarra garantiza a quienes se incorporan a la actividad agraria estabilidad y una renta adecuada. “Aquí se queda bastante gente joven en el campo”, asegura con satisfacción.

Como es normal en su generación, venía manteniendo alguna cuenta personal en las redes sociales, sobre todo por su inquietud tecnológica y agronómica y ese prurito tan agrario de mejorar rendimientos. Es una forma de estar al día y poder introducir innovaciones en la gestión.

Trasteando por la red, pronto se percató de que no había muchos perfiles que contasen la realidad del sector en primera persona y en 2022 abrió una cuenta en Instagram con esta finalidad. “No soy el mejor comunicador -confiesa- pero me gusta la agricultura, contar lo que hago y, además, he aprendido de otros”.

Poco más de un año después supera ampliamente los 3.000 seguidores y recibe consultas de muchas personas sobre maquinaria o técnicas agronómicas. Algunas de gente que no tiene nada que ver con el sector, pero siente curiosidad por este. Y muchas con ofertas para comprar sus productos, aunque él no hace venta directa. En este sentido, afirma que ve mucha oportunidad de negocio para quienes sí venden desde la explotación y recomienda seguir este camino.

En 2023 conoció a la responsable de comunicación de su sindicato, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN), Susan Villanueva, y encontró un estímulo más para seguir transmitiendo sus impresiones a través de las redes sociales. Villanueva planeaba crear una red de agroinfluentes que supliera las carencias que la comunicación institucional tiene y contribuyera a establecer un vínculo más natural y orgánico entre el campo y la sociedad.

Guillermo aceptó el reto y se inscribió en el proyecto. Ahí es donde se dio cuenta de que “somos un sector desconocido y cuando empiezas a contar recibes respuestas”. Así que, con la certidumbre de que es necesario transmitir más y mejor la realidad agroalimentaria, decidió abrir otra cuenta en Linkedin. “Ha sido un acierto, es una red en la que hay muchos técnicos y de la que salen buenas oportunidades”, asegura.

En esta red publica esporádicamente, sobre todo contenidos de carácter técnico, mientas que en Instagram lo hace casi a diario, con contenidos más sencillos y diferentes recursos gráficos y audiovisuales. “Son redes diferentes con distintos perfiles de seguidores”, advierte.

El curso que pudo hacer con la UAGN fue corto, de pocas horas, pero “superinteresante para entender la importancia de la comunicación”. “No tenía ni idea y agradezco mucho las enseñanzas sobre lenguaje no verbal y otros tips que te ayudan a defenderte en un terreno que no es el tuyo”, añade.

Sugiere que el curso gane en extensión y afirma que su objetivo no es ganar seguidores ni vivir de las redes, sino simplemente hacer contactos para intercambiar ideas.
Junto con Guillermo Asín se formaron otras cinco personas y este año, el de la tercera edición, la intención es alcanzar los 20 participantes. El objetivo, cuenta Susana Villanueva, es doble. Por un lado, aumentar la presencia de perfiles de confianza en las redes sociales; por otro, formar portavoces autorizados para hablar del sector agroalimentario en medios de comunicación o eventos de distinto tipo.

Las organizaciones agrarias están muy centradas en su labor reivindicativa y de denuncia de los problemas del sector, lo que muchas veces impide mostrar los atractivos de la actividad agroalimentaria y, por el contrario, sí una imagen negativa y poco estimulante.

Además, los canales institucionales, explica, no aportan la emoción y la autenticidad que es inherente a un agricultor o un ganadero enamorado de su profesión. Así que, con el proyecto, que efectivamente “está muy enfocado al mundo digital”, lo que se pretende es crear líderes de opinión que surjan desde el propio territorio. “Muchas veces no encontrábamos portavoces para hablar sobre determinados temas y ahora hay un grupo de personas que pueden representar muy bien al sector”, se congratula.

Villanueva recuerda que la primera convocatoria despertó mucho interés en la sociedad navarra y que los participantes eran demandados para un sinfín de actividades, pero también fuera tuvieron su proyección e incluso llegaron a ser entrevistados desde Reino Unido. En aquella ocasión, se colaboró con el grupo AN y con el CSIC con el fin de facilitar a los agricultores acceso directo y conocimiento sobre las actividades y posibilidades comunicativas de la investigación.

El segundo año, 2024, coincidió con las grandes tractoradas y el curso se enfocó hacia la desinformación, incluyendo una mirada crítica, pues la desinformación también es responsabilidad del conjunto de la ciudadanía, según relata. En este caso contaron con la colaboración de Maldita y de la Universidad de Navarra. Ya ese año los participantes subieron hasta 13, cinco de ellos mujeres, lo que les estimuló para introducir acciones específicas de género.

En la tercera edición, que todavía no ha dado comienzo, la temática principal serán las narrativas en positivo, a lo que se sumará el propósito de generar una red de contacto y trabajo entre todos los integrantes de las distintas promociones, con visitas a sus respectivas explotaciones e intercambio de experiencias.

La experiencia, por último, ha dado lugar a establecer otro tipo de colaboraciones y sinergias, como la que la UAGN está llevando a cabo con la empresa Agromillora y la agencia de comunicación Dos Esferas, que han lanzado los premios Agroinfluye, en los que han participado los agricultores formados por el sindicato y cuyo resultado se conocerá el próximo 18 de marzo.

Susana Villanueva no sabe si en toda la cadena agroalimentaria existen problemas de comunicación, pero está segura de que, en el sector primario, sí, y más que en ningún otro. “Quizá se pensaba que no era necesario comunicar, que solo se tenía que producir”, especula.

Admite, en todo caso, que se han dado pasos importantes y que, por ejemplo, en las organizaciones agrarias los periodistas ya forman parte del equipo de dirección. Estos, además, están formados en técnicas de comunicación corporativa.

En su caso, la formación que adquirió con el título de experto universitario en comunicación agroalimentaria de la Asociación de Periodistas Agroalimentarios de España y la Universidad de Córdoba le “abrió los ojos”. “Hasta hacerlo, trabajaba sin estrategia, ahora hay una estrategia alineada con los objetivos de la organización”, afirma.

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