Aprobado el estudio de la cadena de valor del aceite de oliva virgen extra (AOVE)

El Pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria, presidido por el director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, José Miguel Herrero, aprobó este miércoles 8 de junio el estudio de la cadena de valor del aceite de oliva virgen extra, correspondiente a las campañas 2018/2019 y 2019/2020.

El estudio fue dirigido por el profesor Manuel Parras Rosas y su equipo de la Universidad de Jaén y en su elaboración participaron también interlocutores sectoriales y técnicos del propio MAPA.

Durante la reunión del Pleno, en el que participaron representantes de la Administración General del Estado, de las CC.AA. y de todos los eslabones de la cadena alimentaria, José Miguel Herrero expresó la voluntad del MAPA para seguir avanzando en la realización de los estudios de la cadena de valor de distintos alimentos, así como a ampliar los sectores objeto de estudio.

El director general de la Industria Alimentaria informó también sobre el estado de los trabajos correspondientes a los estudios de valor de productos como leche líquida envasada (que fue recientemente objeto de críticos de manipulación interesada por parte de las organizaciones agraria), del melocotón y nectarina, carne de vacuno, carne de ovino, cítricos, tomate, patata y miel.

Estos trabajos, según el MAPA, son estudios descriptivos, cuyo objetivo es profundizar en el conocimiento de las cadenas de valor y contribuir de esta manera a la transparencia del mercado, así como detectar sus posibles ineficiencias. Para ello se identifican y analizan las principales configuraciones de la cadena de valor y se estudia el proceso de formación de precios a lo largo de los distintos eslabones.

El Observatorio de la Cadena Alimentaria se creo, como órgano colegiado adscrito al MAPA, con la aprobación de la Ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. El Observatorio es el foro adecuado para establecer mesas de diálogo y poder abordar todas aquellas inquietudes relacionadas con la cadena alimentaria y entre los distintos eslabones de la cadena de valor.

Se pueden encontrar diferentes estudios de las cadenas de valor en el siguiente enlace:

https://www.mapa.gob.es/es/alimentacion/temas/observatorio-cadena/frescos.aspx

Hito para el sector oleícola

Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) calificó de “hito” el estudio de la cadena de valor del aceite de oliva virgen extra, con datos de las últimas dos campañas, con la confianza de que sea una «herramienta fundamental» para que los olivareros logren precios justos por su trabajo.

Para Cristóbal Cano, responsable de Olivar de UPA y secretario general de UPA Andalucía, el informe prueba que “es posible” comercializar aceite de oliva virgen extra por encima de los costes de producción en el olivar tradicional. El estudio es una demostración de que todos los eslabones de la cadena pueden “avanzar juntos”.

Según esta organización agraria, el informe demuestra que la cadena de valor del aceite sufre de graves desequilibrios: así, el eslabón inicial, la producción de las aceitunas, genera alrededor del 70% del valor total de la cadena y, sin embargo, solo recibe el 59% del precio total, lo que supone trabajar a pérdidas si se analizan las dos campañas objeto del estudio (2018/19 y 2019/20) en conjunto.

No obstante, añade UPA, es necesario establecer un mecanismo que permita la actualización continua de dicho estudio campaña tras campaña para no quedarnos con la foto fija que nos ofrece hoy el mismo.

Las conclusiones del informe demuestran que, en la campaña 2018/19, las liquidaciones fueron de 2,07 a 3,34 €/kilo -una diferencia de más del 61%-.

En la siguiente campaña las liquidaciones fueron de 1,63 a 3,08 euros/Kg., con una diferencia de casi el 90%.

Para UPA estos datos demuestran que es posible vender AOVE por encima del coste de producción en la parte del sector productor que engloba al olivar tradicional. “La asignatura pendiente es mejorar enormemente la gestión de la comercialización”, asegura UPA.

A juicio de esta organización agraria, el trabajo da por probado que el olivar tradicional, ya sea mecanizable o no, de secano o regadío, ha sufrido las dos últimas campañas pérdidas muy destacadas. Si se incorpora al análisis el efecto del olivar intensivo y superintensivo, se oculta la verdadera situación que está atravesando el olivar tradicional, dando una falsa apariencia de ser un cultivo rentable en alguna de las campañas analizadas.

Para UPA, “queda claro a la luz de este importante estudio que los beneficios se concentran en la fase de envasado y comercialización, y las pérdidas en el campo”, como demuestran los datos que se resumen en esta tabla: