El presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA), Pedro Barato, realizó este martes 12 de abril un balance muy negativo de los daños causados por las heladas en los primeros días de abril en las CC.AA. de la zona productora del Valle del Ebro, sobre todo Aragón y Cataluña y pidió que se concedan ayudas directas para los productores afectados.
Asaja reclama ayudas por las heladas en frutales del Valle del Ebro y cambios en el sistema de seguros agrarios
Barato volvió a reclamar un cambio en el sistema de seguros agrarios, ante la subida de las primas y el recorte de las coberturas en distintos cultivos “antes de que se produzca el abandono de la contratación por parte de muchos productores, que ya no encuentran en el seguro una herramienta útil para estabilizar sus rentas cuando sufren siniestros en sus explotaciones”.
Durante su comparecencia ante los medios para hacer balance de los daños registrados en el Valle del Ebro por las heladas de la semana pasada, acompañado por los representantes de ASAJA en Lérida, Aragón, Navarra y La Rioja, Barato criticó que “Agroseguro esté haciendo lo que le dé la gana con la única herramienta de protección con la que cuenta el sector para afrontar los riesgos que implica un clima cada vez más extremo y variable”.
En este sentido, Barato calificó de “graves” los fallos de funcionamiento del actual sistema de seguros agrarios, “derivados casi todos del interés denodado de Agroseguro por priorizar la obtención de sus máximos beneficios a corto plazo y de la pasividad de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios, ENESA, (dependiente del Ministerio de Agricultura) por ejercer una labor de coordinación, con eficacia y eficiencia, de todos los agentes implicados.
“Solo así, añadió el presidente de ASAJA, se entiende que en estos momentos se hayan endurecido las condiciones para los asegurados, elevando los costes del seguro, recortando coberturas y modificando las tablas de bonificaciones y recargos”.
Criticó también que «no puede ser que haga lo que dé la gana», en referencia a la entidad aseguradora, y calificó como «aberración» las franquicias del 30 %, reclamando una ampliación de las coberturas y que las CC.AA. subvencionen su parte, además de pedir que se implemente un seguro de grandes catástrofes y la obligatoriedad para que las superficies bajo el paraguas de la PAC tengan seguro agrario.
Barato apuntó que en el año 2008 había asegurada una producción de 40 millones de toneladas, con un capital de 11,7 millones y en 2021 de 40,8 Mt por un capital de 15,5 millones, cuando la subvención de ENESA era en 2008 de 331 M€ y en 2021 de 260 millones. «Falta mucho dinero público«, no sólo del Ministerio de Agricultura, sino también de las CC.AA. que las complementaban, añadió.
Para el presidente de esta organización agraria, en estos casos catastróficos, no vale la premisa de que «lo que es asegurable no es subvencionable», por lo que es necesario avanzar en un sistema «transparente, más accesible y con mejoras continuas» y asegurar «todo lo que más se pueda», aprovechando para resaltar que «nunca haya habido un presidente de Agroseguro que proceda del mundo agrario y que todos vengan del económico.”
Ayudas directas
Por otro lado, el presidente de ASAJA demandó también “ayudas directas, vengan de donde vengan, y procedan de donde procedan, para ayudar a los productores afectados como así ha sucedido en otros sectores”.
Señaló que la estimación de pérdidas, realizadas por Agroseguro, de 150 millones de euros por las heladas, no tiene en cuenta la superficie no contratada con el seguro agrario, «que también es mucha».
Solo en Cataluña, ASAJA estima que las pérdidas causadas por estas heladas superan los 600 millones de euros y en Aragón las cifras son similares, con afecciones en 30.000 ha aseguradas de frutales y en más de 70.000 ha de almendro sin asegurar, superando los 40 M€ de pérdidas o indemnizaciones que prevé Agroseguro en esta Comunidad.
Así, en Huesca, con datos del pasado 11 de abril, toda la superficie de frutales está afectada, más en las comarcas de La Litera, Cinca Medio y Bajo Cinca y en las producciones de albaricoque, nectarina y melocotón y paraguayo, que superan el 65 %.
En Zaragoza, la afección por las heladas supera ese 65 % con las comarcas de Calatayud y La Almunia como más dañadas, y la fruta de hueso y pepita y el almendro como los cultivos más damnificados
En Teruel, por su parte, se prevé que los daños lleguen al 75 % en algunas comarcas.
En Cataluña, según los cálculos de ASAJA, los daños se concentran en la provincia de Lérida y en casi la totalidad de las 55.000 ha de fruta fresca y frutos secos.
En melocotón, nectarina y paraguayo se llega al 100 % de daños sobre un total de 19.000 hectáreas, y en pera y manzana los daños se prevé que superen el 65 % de 15.000 hectáreas de la producción.
En Navarra y La Rioja ha avanzado algunos daños en viñedo, aunque no se van a ver «porque es prematuro». El presidente de ARAG-ASAJA, Eduardo Pérez, señaló que, a diferencia de otras CC.AA., la incidencia de las heladas en La Rioja no alcanzó el nivel de daños de Cataluña y Aragón.
Pérez situó los daños en cultivos como la fruta de hueso y el almendro, donde los principales siniestros se registraron en la zona del Iregua y en Rioja Baja con daños tanto en fruta de hueso como de pepita, que van desde el 20% hasta el 80%, afectando a un 51,17% de la superficie de frutales de toda La Rioja; y en el almendro con afecciones más graves en la sierra de Rioja Baja.
Cooperativas catalanas afectadas
Por su parte, la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) confirmó también que unas 40 cooperativas agrarias de Lleida y Tarragona se han visto afectadas por las heladas de principios de abril y, por ende, algunas de ellas verán bajar sus ingresos en hasta el 85 %.
Según FCAC, en Lleida hay afectadas 19 cooperativas de la comarca del Segrià; 5 de Les Garrigues; 3 de la Noguera, y 3 del Pla d’Urgell, mientras que en Tarragona las afectaciones se concentran en la Ribera d’Ebre, la Terra Alta, el Priorat y el Baix Camp.
El sector mayoritario afectado es el de la fruta de hueso como el melocotón o nectarina, aunque también el de la manzana y la pera.
Al respecto, el presidente de la FCAC, Ramón Sarroca, lamenta “la magnitud de los daños provocados por una helada intensa y nada habitual en el mes de abril, provocando daños irreparables en los frutales y los almendros de una extensa superficie de Cataluña”.
Asimismo, admitió que les preocupa especialmente la situación de las empresas cooperativas afectadas porque, ante la pérdida drástica de la entrada de producto, tendrán una fuerte bajada de ingresos, y pueden encontrarse con dificultades para mantener la plantilla e, incluso, su viabilidad.
No obstante, Sarroca aseguró que desde las cooperativas se seguirá trabajando para mantener su actividad comercial, con el agravio de un incremento de los gastos fijos por kilo de fruta.
De ahí, que también pidan una línea de ayudas directas para hacer frente a estos gastos y evitar una “posible implementación de expedientes de regulación de ocupación con las afectaciones que eso tendría para el territorio”.
Por ello, la FCAC demanda anticipar ayudas vinculadas a las cooperativas; un plan especial para reducir las amortizaciones pendientes durante el periodo en que la producción se reduzca, o que no se apliquen los límites máximos para operaciones con terceros no socios, sin perder la condición de cooperativa especialmente protegida.
En Cataluña, hay en la actualidad 37 cooperativas agrarias de fruta dulce, que producen el 45 % del total de fruta de hueso y el 34 % de fruta de pepita del territorio, mientras que las de fruta seca, producen el 75 % de producción regional de almendra.