Productores y consumidores de varios países de la Unión Europea (España, Francia, Italia, Grecia, Polonia, Portugal y, ahora, algunos länders de Alemania y organizaciones de Reino Unido) han lanzado la campaña “Eat Original. Desenmascara tu comida” para recoger más de un millón de firmas para lograr una Iniciativa Ciudadana Europea, que obligue a que todos los productos alimentarios, frescos o manufacturados, informen claramente en su etiquetado sobre su lugar de origen.
Campaña “Eat Original” en defensa de un etiquetado de origen de todos los alimentos
En España, esta iniciativa parte por el momento de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por parte de los consumidores, y de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) por el lado de los productores y el objetivo inicial es alcanzar más de 40.000 firmas de apoyo en nuestro país.
Según Montse Cortiñas, vicesecretaria general de UPA, se trata de una iniciativa en la que se pretende que ganamos todos –agricultores, ganaderos y consumidores-, que evite una pérdida del valor y una pérdida de identidad de los alimentos que producimos en nuestro país. A los consumidores, porque les falta información sobre lo que producimos nosotros.
Para Enrique García, portavoz de la OCU, los consumidores necesitamos información veraz, que no induzca a error, sobre el origen de lo que consumimos, ya que se trata de un aspecto muy determinante en la decisión de compra, “mucho más que la marca”, y por el que se está dispuesto incluso a pagar hasta un 10% más.
Según García, de acuerdo a una encuesta propia de la OCU, un 59% de los consumidores considera muy importante conocer el origen de los alimentos que compra y consume. Según otra reciente encuesta del Eurobarómetro, un 73% de los ciudadanos muestran su preferencia por la mención en el etiquetado del país de origen del producto; otro 54% por la región de origen y un 36% por la denominación UE/no UE.
Sin embargo, añadió, la información que se proporciona sobre el origen del producto al consumidor es, ahora mismo, bastante imprecisa, y mucho más cuando se trata de productos que han sufrido un proceso de transformación industrial, y por eso con esta iniciativa lo que se quiere es lograr una modificación de la actual reglamentación comunitaria sobre etiquetado, que estimamos insuficiente para el consumidor.
Para el portavoz de la OCU no se trata de un problema de espacio físico de la etiqueta, porque hay suficiente, para incluir ese origen, que ahora mismo ocupa la marca y la publicidad del producto. Además, “ni es difícil, ni caro”, como alegan muchas veces las industria con el objetivo de no mostrar esta información.
Cadena desequilibrada
Asimismo, la representante de UPA señala que “los desequilibrios de la cadena agroalimentaria provocan que los productores se vean incapaces de hacer valer su trabajo ante su destinatario final, que es el consumidor, y que la falta de precios justos en origen para sus productos es el principal problema para la supervivencia de las explotaciones agrarias y ganaderas.
Por eso, según Cortiñas, “el reconocimiento del origen de los alimentos supondrá una puesta en valor del trabajo de los productos, y la sociedad no debe olvidar que, sin agricultores y ganaderos, no hay alimentos. Y ello no tiene por qué implicar un encarecimiento de los productos a los consumidores, sino más bien un reparto más justo de los márgenes a lo largo de la cadena.”
Para el portavoz de la OCU, la información sobre el origen de los alimentos, que quieren productores y consumidores, se pierde por el camino. Además, añade esta organización, las industrias y envasadores usan muchas veces el origen de los alimentos solo cuando creen que les supone una ventaja competitiva, no pensando en los derechos del consumidor.”
Según Enrique García, esa demanda de más transparencia y más trazabilidad se pide también para la labor de inspección y sanción, en su caso, de las Administraciones públicas (autonómicas o locales), ya que ahora mismo ni se conoce a cuántos, a quién y por qué se inspecciona, como tampoco las sanciones, si importe y a quién y por qué se sancionan. Y debería ser conocida en aras de esa mayor transparencia informativa y de trazabilidad.
Por último, OCU y UPA consideran que Competencia puede actuar en algún momento en caso de que entienda que con la indicación del origen en el etiquetado se pone en entredicho el libre comercio en el mercado único de la UE, pero debe tener en cuenta también que se trata de una demanda que defienden y en la que están de acuerdo el primer y el último eslabón de la cadena de valor alimentaria.
https://www.eatoriginal.eu/es.