La campaña oficial de aceite de oliva 2017/18 podría haberse cerrado con un stock a 30 de septiembre de unos 375.000 toneladas, un 23% más que en la campaña anterior, pero un 2,6% y algo más de 10.000 t por debajo de la media de las últimas seis campañas, que fue de 385.050 toneladas.
La campaña oleícola nacional 2017/18 cerró con un stock de unas 375.000 t de aceite de oliva
Según los datos aún bastante provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), que deberán refrendarse a finales de este mes, la producción final de aceite de oliva en esta última campaña habría alcanzado 1,26 Mt, un 2% menos que en la campaña anterior y prácticamente sobre la cifra media de las seis últimas.
Las salidas de aceite de oliva al mercado se espera que hayan alcanzado en septiembre cerca de 120.000 t, con lo que, de confirmarse esta cifra, sumarían en el último año un total de casi 1,35 millones, un 4,1% menos y ligeramente por debajo de la media (1.386.917 t) de las seis campañas anteriores, con una media de 112.300 t mensuales.
Las importaciones de aceite de oliva, que han venido reduciéndose paulatinamente, podrían haber sido en septiembre de unos 8.000 t, con lo que sumarían 158.000 t en la campaña, con un incremento del 70% sobre las del año anterior y más de 56.000 t por encima de la media de las últimas seis campañas.
En relación a las salidas de aceite al mercado, la exportación habría sumado cerca de otras 80.000 t en septiembre, con lo que 2017/18 podría haber concluido con unas ventas al exterior de 871.000 t (-8,3%) respecto a la campaña anterior y algo menos de 4.000 t por debajo que la media de seis campañas precedentes.
En cuando a la demanda interna (consumo aparente + pérdidas), éstas habrían sumado unas 40.000 t más en septiembre para quedar en 477.000 t a lo largo de la campaña. A pesar de ser superiores a los de la campaña 2016/17 anterior, siguen estando claramente por debajo del medio millón de toneladas, siendo también claramente inferiores a la media (511.433 t) del último sexenio.
Por tanto, la campaña se habría cerrado con unas existencias de aceite de oliva de 375.000 toneladas, de las cuales 7.500 t estarían en los depósitos del Patrimonio Comunal Olivarero (PCO); otras 218.000 t en las bodegas de las almazaras, y en torno a 149.000 t en manos de los envasadores y otros operadores del comercio oleícola, una cifra bastante aceptable.
Por tanto, aunque la cosecha de la nueva campaña 2018/19 se retrasará en varias semanas respecto a la anterior, no se prevé que haya ningún problema de oferta para abastecimiento interno y exterior en este par de meses hasta que salga el nuevo aceite, cuya producción se estima por parte de los distintos operadores del sector entre los 1,5 y los 1,6 millones de toneladas.
El valor económico de la comercialización desde origen de aceite de oliva se estima que podría haber descendido en la pasada campaña en un 12,5% y en torno a los mil millones de euros en relación con la campaña 2016/17, según el precio medio, calculado por el sistema Poolred de la Función del Olivar, quedando cerca de los 3.800 M€, frente al récord alcanzado de más de 4.760 millones de la campaña anterior.