A partir de mañana, el sector apícola de la organización agraria COAG pondrá en marcha un calendario de movilizaciones por 8 comunidades autónomas para denunciar la crítica situación de los picultores/as y reivindicar un ambicioso paquete de medidas de apoyo.
Según destaca COAG, entre enero y noviembre de 2022 se han importado por parte de las industrias españolas envasadoras un total de 35.260 toneladas de miel. Esta cantidad ya supone 3.633 toneladas más que lo importado en todo el año 2021 y 3.009 toneladas más que en todo el año 2017 (año récord de importaciones en España hasta ahora).
Según destaca COAG, entre enero y noviembre de 2022 se han importado por parte de las industrias españolas envasadoras un total de 35.260 toneladas de miel. Esta cantidad ya supone 3.633 toneladas más que lo importado en todo el año 2021 y 3.009 toneladas más que en todo el año 2017 (año récord de importaciones en España hasta ahora).
“Nuestro país registra en 2022 cifras récord de importación mientras que la miel autóctona rebosa en los almacenes ante el bloqueo generalizado de las operaciones comerciales por parte de la industria. Se abastecen de miel de baja calidad de terceros países y triangulada a través de países europeos, hunden nuestros precios y los sitúan en niveles por debajo de los costes de producción. Y a la vez, el Ministerio de Agricultura nos deja fuera de las ayudas directas por el impacto de la guerra de Ucrania y de los 20 céntimos de descuento en el gasóleo. Todo ello, en un año en el que la sequía ha reducido a la mitad la cosecha de miel”, ha subayado Pedro Loscertales, responsable del sector apícola de COAG.
Por ello, COAG reclama un apoyo a la producción basado en que el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) debe conceder ayudas directas por colmena al sector apícola profesional para poder superar este grave momento de crisis (al igual que se han otorgado a otros sectores para paliar los efectos de la guerra de Ucrania). Estas ayudas directas ayudarían a compensar parcialmente el sobrecoste de mantenimiento de las colonias de abejas y la pérdida de producción, en un contexto de grave crisis de mercado.
Desde COAG se demanda un importe de ayuda de 10 €/colmena para el total de colmenas censadas en REGA a fecha 1 de enero del 2022 y gestionadas por ATP, con un límite de ayuda por explotación de 1.000 colmenas.
También que se debe incluirse al sector apícola profesional entre los sectores a los que se prorroga en 2023 la ayuda de 20 céntimos por litro de gasóleo. En las explotaciones apícolas profesionales, tanto estantes como trashumantes, el combustible es uno de los costes de producción que condicionan más la cuenta de resultados.
Desde COAG también se rechazan las nuevas exigencias burocráticas que quieren imponerse a las explotaciones apícolas españolas. «El MAPA debe atender con flexibilidad a las particularidades del sector en la futura aplicación de los reales decretos de trazabilidad, identificación y registro de determinadas especies animales así como de veterinario de explotación y plan sanitario integral. Estas exigencias que, sin duda, pretenden únicamente facilitar el trabajo de la Administración, no aportarán ninguna mejora a las explotaciones apícolas y las personas consumidoras, mientras que perjudicarán enormemente a las explotaciones apícolas familiares y profesionales.»
Igualmente se solicita promover la autorización de nuevos medicamentos (eficaces) contra varroosis para que apicultores y apicultoras puedan seguir haciendo frente a esta enfermedad parasitaria endémica y sortear la cada vez mayor resistencia de este parásito a los acaricidas existentes.
En cuanto a la comercialización y el mercado de la miel, subraya COAG que el MAPA debe aprovechar la próxima Presidencia española del Consejo de la Unión Europea para liderar a nivel europeo la modificación de la Directiva de la Miel y del Código Aduanero de la Unión, con el objetivo de que el verdadero origen de las mieles comercializadas en España se refleje correctamente en su etiquetado.
«En el momento de mayor nivel de importaciones de mala calidad de la serie histórica es imprescindible que el MAPA muestre su determinación de cara a facilitar información transparente a consumidores y consumidoras sobre el origen de los productos apícolas que consumen.
Por ello, la organización agraria exigeun mayor control de la calidad de las mieles importadas, así como de las posibles adulteraciones y de la miel envasada en el mercado interior en nuestro país, dado que «la situación actual de paralización y bloqueo de la miel producida en origen en nuestro país, que soportan injustamente los apicultores con el objetivo, por parte de la industria y la distribución, de obligarnos a vender a bajos precios, es una práctica desleal inaceptable que no puede convertirse de facto en una amenaza estructural en cada campaña apícola.»