¿Cuáles son las CC.AA. que han decidido ya flexibilizar los eco-regímenes de la próxima PAC?
Las Comunidades Autónomas que han decidido una flexibilización de algunas de las prácticas agrícolas y ganaderas en relación con las ayudas a los regímenes voluntarios en favor del clima, el medio ambiente y el bienestar animal (eco-regímenes), previstas en el Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) son, por ahora nueve: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Galicia, Cantabria, La Rioja e Islas Baleares. Es bastante probable que, en breve, se sume Castilla y León, mientras que Aragón ha decidido por ahora no aplicarlas.
Algunas de ellas, como Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha o Región de Murcia publicarán resoluciones respectivas en los boletines oficiales autonómicos respectivo. Otras, en cambio, no lo han hecho o lo harán próximamente
El Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) publicó una Resolución el pasado 5 de octubre, por la que se establece el régimen transitorio de flexibilidades a adoptar por las autoridades competentes de las Comunidades Autónomas en relación con este tipo de ayudas, que son la novedad principal del PEPAC, que entrará en vigor el próximo año.
Se tratas de excepciones a ciertos requerimientos de los eco-regímenes, contempladas en el proyecto de real decreto sobre ayudas de la futura PAC, que aún está pendiente de aprobar y que entrará en vigor el 1 de enero de 2023.
Puesto que los agricultores y ganaderos deben tomar algunas decisiones con antelación a que sea publicada dicha normativa, el FEGA estimó necesario que las CC.AA. pudiesen adoptar, lo antes posible, una serie de flexibilidades de los requisitos que se van a exigir a los potenciales beneficios de las ayudas de los eco-regímenes, teniendo en cuenta para ello las necesidades y realidades propias de sus respectivas regiones.
El FEGA aclara que esas excepciones o flexibilidades se acordarán «de modo pleno en marzo de 2023″, momento en que esta normativa estará ya en vigor», aunque subraya que «las decisiones productivas de los interesados han de tomarse en determinados casos con cierta antelación, teniendo en cuenta los calendarios de siembra o plantación para los cultivos de ciclo anual», lo que hace necesario que se les permita conocerlas cuando les hace falta.
Tales excepciones afectan a las prácticas de los eco-regímenes de pastoreo extensivo, siega y biodiversidad en las superficies de pastos; en la rotación de cultivos y siembra directa en tierras de cultivo; en las cubiertas vegetales y cubiertas inertes en cultivos leñosos, y a los espacios de biodiversidad.
La PAC de 2023 asigna un total de 1.107 millones de euros (23% del total de los pagos directos previstos) para financiar este tipo de prácticas agro-ganaderos, que van más allá en su compromiso de lo que ha sido hasta ahora el pago «verde» («greening») y la condicionalidad de las ayudas, y cuya adscripción es voluntaria para los agricultores y ganaderos.
No obstante, si no se acogen a algunas de las nueve prácticas permitidas, tampoco cobran esta ayuda, que no es adicional a lo que ya venían cobrando por pagos directos de la PAC, sino que salen del presupuesto de los mismos.
Con carácter general, para acogerse a estas prácticas y ser beneficio de estas ayudas no es necesario contar con derechos de pago, a excepción de la práctica sobre las superficies de espacios de biodiversidad en tierras de cultivo y cultivos permanentes, donde sí es necesario cumplir con la condición de agricultor activo y percibir la ayuda básica a la renta para la sostenibilidad (ABRS), es decir, estar en posesión de al menos un derecho de pago.