El diagnóstico excesivo hace que las explotaciones porcinas pierdan entre un 5 y un 7% de la producción, según Grupo Francés
Durante la segunda jornada del Simpósium Internacional de Porcinocultura, celebrado en el marco de SEPOR, las últimas novedades y avances en el campo de la sanidad porcina salían a escena
En este sentido Manuel Toledo, jefe de producción de Grupo Francés y coordinador de las sesiones, señalaba que el sobrediagnóstico puede ser una gran rémora para los productores, que ven cómo se pierden entre un 5 y un 7% de los animales por esta causa. “El gran problema es que estamos en un nuevo escenario en el cual la retirada de los antibióticos, la retirada del Zinc en toda Europa, conlleva que aparezcan enfermedades que antes aparecían con menor frecuencia. Evidentemente, el tener más enfermedades supone un incremento de los costes de producción, pero lo fundamental es tener un diagnóstico para poder integrar las nuevas enfermedades que están surgiendo y tener los animales con un coste de producción no muy elevado”, indicaba.
Con respecto a esto, el jefe de producción de Grupo Francés recordaba que la retirada de antibióticos es necesaria, puesto que, según las estimaciones, la resistencia de los antimicrobianos sea la que cause más letalidad en humanos, más que cualquier otra cosa: “habrá que usarlos cuando sean necesarios para el bienestar de nuestros animales, pero la reducción de los antibióticos se tiene que realizar porque las multirresistencias están a la vuelta de la esquina. Hablamos del tratamiento de esas enfermedades que se diagnostican, pero esos diagnósticos como tal deben ser revisados, puesto que un animal al que le diagnostican una enfermedad que lo obliga a salir el mercado, no siempre es dañina para el ser humano”, expresaba.
Así, Toledo ponía como ejemplo clave la Peste Porcina Africana, que no afecta a las personas, pero causa estragos a nivel productivo: muchas de las enfermedades de porcino no tienen absolutamente ninguna repercusión en humana, porque no hay receptores en las células para esos virus. Lógicamente, todo esto supone un sobrecoste de producción, que puede influir mucho en la rentabilidad de la producción ganadera” completaba.
“España, en los últimos años, en vez de ir subiendo los kilos de carne en el mercado, ha ido bajándolos. Ha desaparecido un número de cabezas importantes por diversos factores, entre ellos el sobrediagnóstico, que han provocado la pérdida de muchos animales, como comentábamos”, terminaba Manuel Toledo.