El lema “Me gusta la fruta” no cala: su consumo en España se reduce un 25 % en la última década
El consumo de frutas en España sigue cuesta abajo, a pesar de la preocupación, más supuesta que real, por la salud y la nutrición alimentaria. En este 1 de julio, Día Internacional de la Fruta, los datos oficiales del último panel de Consumo Alimentario 2023 del Ministerio de Agricultura vienen a confirmar que su consumo en España sigue en caída libre. Cada ciudadano ingiere de 78,6 kg/año de frutas, un 24,8 % menos que hace diez años.
Además, en este periodo, el pasado año 2023 registró la cifra más baja de la ingesta de frutas. Los españoles han pasado de consumir 102,5 kg per cápita en 2014 a los 78,6 kg por persona y año el pasado año, un 2,7% menos que en el año anterior y 2 kilos menos de fruta consumida en los hogares en un año, con cítricos, fruta de pepita (manzana y pera, uva de mesa) y frutos rojos (fresas, arándanos, frambuesa o moras), como los productos que más bajaron, mientras que mejoró la demanda de frutas exóticas, la mayor parte de ellas importadas, a pesar de que nuestro país también produce frutas subtropicales (plátano, kiwi, mango, aguacate, chirimoya y piña), y ligeramente el consumo de melones y sandías.
En concreto, las frutas exóticas fueron la excepción al registrar un incremento de más de 1 kilo per capita, pasando de los 17,42 kilos en 2022 a los 18,74 kilos en 2023, mientras que la mejoría en melón y sandía fue menos acusada, al pasar de 13,20 kg/pc en 2022 a 13,44 kg/pc en el pasado año.
No obstante, las frutas más compradas en los hogares españoles continuaron siendo los cítricos (naranjas, mandarinas, limones, pomelos), con un consumo per capita de 18,5 kg/pc, y el amplio elenco de frutas exóticos, con 18,7 kg/pc, seguido de las frutas de pepita, con 13,9 kg/pc; melones y sandias, con 13,4 kg/pc; frutas de hueso, con 6,5 kg/pc y frutos rojos, con 2,1 kg por persona y año.
En 2022, el consumo de frutas cítricos fue de unos 4,29 kg/pc más elevado que el de fruta exóticas, pero invirtiendo la tendencia fue este último grupo el que mejor comportamiento tuvo en 2023, al incrementarse en 1,32 kg/persona y año, frente al descenso en 3,1 kg/pc del consumo de cítricos.
Aumentó también el consumo per cápita de las frutas de hueso en un 3,1% y de melones y sandías, un 1,8%, mientras que, por el contrario retrocedieron, además de los cítricos, las frutas de pepita (-6,6%) y los frutos rojos (-11,4%)
A pesar de la bajada del consumo en términos generales, los PVP subieron en 2023
El descenso del consumo global de fruta en 2023 coincidió con un incremento de su precio de venta al público (PVP) medio, que influyó en un aumento del coste medio de 2,04 euros a cierre del 2023, un 5,3 % más que en el año anterior, subida que se dio en todas las plataformas de distribución.
No obstante, fueron las tiendas tradicionales (fruterías) los establecimientos que registraron un mayor incremento del precio medio, del 7,1 %, con 2,07 euros más.
El aumento de precios de la fruta elevó también el gasto per cápita en un 2,5 % respecto al 2022 y hasta un 14,4 % respecto a la variación de los últimos cinco años.
Los hogares destinaron en 2023 el 9,27 % de su presupuesto medio de compra de productos de alimentación y bebidas a la fruta fresca, con gasto per cápita de 160,50 euros por persona, un 2,5 % más que en 2022.
Para el director de la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX), José María Pozancos, “la continua caída del consumo agrava los desequilibrios entre oferta y demanda, y las crisis de mercado.
Pozancos recalca que sería positivo “reforzar las campañas de información al consumidor, ya que si se revierte la tendencia de retroceso de la demanda, las aportaciones positivas del consumo de frutas a la salud redundarán en un descenso del gasto sanitario».
Al respecto, la asociación “Cinco al Día”, destinada a promocionar el consumo de frutas y hortalizas, explica en su apartado de «Rincón de la alimentación saludable» que la ingesta de estos alimentos en la infancia se asocia con los hábitos de consumo de la edad adulta. Por ese motivo, esta asociación destaca el papel que desempeñan también los comedores escolares a la hora de promover la ingesta de frutas y hortalizas.