El ministro de Agricultura, Luis Planas, avanzó que se espera una cosecha de cereales buena en España, de entre 21 y 23 millones de toneladas, por encima de la media de los últimos años, con unas superficies de siembra de otoño-invierno que se mantienen estables.
Ello a pesar de las falta de lluvias en este mes de mayo y el exceso de calor de esta última semana, aunque las precipitaciones sí fueron más generosas en los dos meses anteriores de marzo y abril.
Planas mantuvo este miércoles 18 de mayo una reunión por videoconferencia del Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios con las CC.AA., previo al Consejo de Ministros de Agricultura de la UE-27, que se celebra este martes 24 de mayo en Bruselas, en el que se analizará, además, la evolución de las consecuencias de la guerra en los distintos sectores productivos, así como de las medidas adoptadas por la Comisión Europea para ayudar a la agricultura y ganadería en este contexto.
Al respecto, el ministro abogó por llevar a cabo un seguimiento constante de la situación del mercado productivo agrario en todos los ámbitos, con el fin de conocer el efecto directo de las medidas adoptadas para mitigar los efectos de la guerra en Ucrania y, si fuera preciso, adoptar otras nuevas medidas.
Por ello, recalcó que, en dicha reunión donde se llevará a cabo una estimación de siembras y cosechas de las materias primas, instará a que publique la modificación del reglamento de transparencia, aprobada ya en el pasado mes de abril, para que todos los Estados miembros de la UE notifiquen con periodicidad mensual el nivel de existencias de cereales, oleaginosas y arroz.
“Se trata de una medida muy importante, porque nos permitirá dar mayor transparencia al mercado y facilitará la toma de decisiones, especialmente en situaciones sobrevenidas de dificultades”, explicó Planas.
El ministro precisó que aún es pronto para evaluar el efecto que tendrá la medida de permitir de forma temporal y excepcional el uso de las tierras de barbecho para el cultivo de cereales y oleaginosas, con el fin de compensar en parte la pérdida de lo que se venía importando de Ucrania, añadiendo que “lo previsible es que se produzca un incremento de la superficie de girasol, ya que es un cultivo que ofrece ciertas ventajas, como la poca necesidad de agua y, además, cuenta actualmente buenas cotizaciones”.
Por otro lado, Luis Planas reiterará en la reunión del Consejo sobre la necesidad de que la Comisión Europea adopte medidas de flexibilidad en los mecanismos de gestión de crisis en los programas operativos de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OPFH), para que “el sector pueda afrontar mejor una temporada marcada por la incertidumbre de la situación en los mercados, tras la invasión rusa de Ucrania, y la pérdida de producción como consecuencia de las heladas y otros episodios climatológicos ocurridos en esta primavera.
Esta flexibilidad, según Planas, debería aplicarse de manera especial para favorecer las retiradas de mercado de productos y en la ejecución de las inversiones previstas en los programas operativos de las organizaciones de productores.
Actualmente, el sector de frutas y hortalizas vive una preocupante situación, como consecuencia de la sucesión de fenómenos meteorológicos adversos, como heladas y pedrisco, que van a afectar a las próximas cosechas de fruta de verano (de hueso y de pepita), melón y sandía.
Restricción de exportaciones
En el Consejo Consultivo entre MAPA y CC.AA. se abordó también la celebración de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se celebrará entre los días 12 y 15 de junio en Ginebra, un evento que no se realiza desde el año 2017.
Planas aseguró, al respecto, que esta reunión “debería ser una oportunidad para adoptar una serie de medidas en favor de la seguridad alimentaria, como la de mantener los mercados abiertos y predecibles, con más transparencia y sin restricciones a las exportaciones.
En este sentido, el ministro se mostró preocupado porque desde que se inició la guerra en Ucrania una veintena de países ha adoptado medidas restrictivas en sus exportaciones, algo que afecta ya, añadió, al 17 % del comercio mundial de proteínas.
Las medidas restrictivas, según el ministro, no son positivas, porque contribuyen a incrementar los precios en los mercados internacionales y a que se produzcan disrupciones en las cadenas de suministro.