El número de mujeres jefas de explotaciones vitivinícolas se ha duplicado en diez años
Entre los años 2009 y 2020, el número de mujeres jefas de explotaciones vitivinícolas se ha duplicado, pasando de las 11.116 a las 23.194 en 2020. En total, las mujeres ostentan la titularidad de un 30,4% de las explotaciones vitivinícolas, según el informe sobre la importancia del sector vitivinícola en España elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI), para la Interprofesional del Vino de España (Oive).
Del informe se concluye también que en torno a un 30% de los trabajadores de las bodegas españolas son mujeres. Esa tasa de participación femenina se sitúa por encima de la correspondiente al conjunto del sector industrial en España, que es cercana al 27%.
Además, en el caso específico de las cooperativas vitivinícolas, cuentan con una amplia representación, ya que las mujeres representan en torno al 28% de los socios de las cooperativas vitivinícolas.
Las mujeres también están muy presentes en puestos ligados a la dirección técnica y de calidad, así como en áreas de administración, comunicación y marketing. Una tendencia que nace de la participación femenina en la esfera académica, de formación relacionada con el sector vitivinícola. Así, dentro de la formación especializada en vitivinicultura y enología, se observa una mayor presencia de la mujer en niveles educativos superiores (grado y postgrado universitarios). No en vano, al menos la mitad de los matriculados en grado y máster en enología, en España.
Según destaca la directora de Oive, Susana García, la presencia de las mujeres “empieza en las viñas y bodegas de los pequeños municipios, donde ejercen un papel imprescindible en el medio rural. Son garantía de futuro para el sector primario y fundamentales para su desarrollo.”
De hecho, añade, “las mujeres han tenido un papel clave en la transformación y modernización del sector vitivinícola español en las últimas décadas, lo que nos ha convertido en uno de los principales motores de la industria agroalimentaria de España”.
Aún queda mucho por hacer, matiza García “pero es indudable que, en pocos años, la mujer está ocupando un lugar destacado en el sector vitivinícola desde la producción, elaboración y distribución y, por supuesto, también en su papel como consumidora de vino”.