El plazo para que los viticultores que lo deseen puedan solicitar las ayudas a la denominada cosecha en verde para la uva de vinificación de la próxima vendimia (campaña 2023/24) está abierto y finaliza el próximo 30 de abril, pero como ese día es domingo, el primer día hábil inmediatamente posterior (el 2 de mayo, salvo en la Comunidad de Madrid, que será el 3 de mayo).
Estas solicitudes de ayuda podrán presentarse en las CC.AA. de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Madrid, Región de Murcia, Navarra, País Vasco, La Rioja y Comunidad Valenciana, donde radiquen los viñedos, a medida que cada una de ellas vaya publicando (algunas, como La Rioja, Extremadura o Madrid, ya lo hicieron la pasada semana) las convocatorias en sus respectivos territorios, siempre dentro del plazo mencionado.
Estas solicitudes de ayuda podrán presentarse en las CC.AA. de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Madrid, Región de Murcia, Navarra, País Vasco, La Rioja y Comunidad Valenciana, donde radiquen los viñedos, a medida que cada una de ellas vaya publicando (algunas, como La Rioja, Extremadura o Madrid, ya lo hicieron la pasada semana) las convocatorias en sus respectivos territorios, siempre dentro del plazo mencionado.
El Ministerio de Agricultura puso en marcha la medida esta medida de gestión de la oferta, mediante una resolución que fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 10 de febrero, en el marco del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola de España (PASVE), con una dotación presupuestaria inicial de 15 millones de euros para el ejercicio 2023.
Este presupuesto, según el MAPA podría ampliarse si finalmente la demanda de ayuda supera las estimaciones iniciales. De hecho, algunas CC.AA., caso de La Rioja, está dispuesta a poner más dinero para acoger el mayor número de solicitudes en caso de que fuese necesario.
La medida, incluida entre las posibles dentro del PASVE actual 2019-2023, busca aliviar la tensión que puede producirse en algunas regiones productivas que mantienen un elevado nivel de existencias puesto que, según el MAPA, permite dimensionar la vendimia de 2023 a la capacidad de almacenamiento y comercialización para la próxima campaña.
De esta forma, se evitan los efectos indeseables de una potencial sobreoferta de uva el próximo otoño que pueda lastrar la renta de los viticultores, añade este departamento.
El importe de la ayuda es variable y estará en función de cada parcela, puesto que depende del rendimiento de cada una y del precio de venta de la uva.
No obstante, con carácter general trata de compensas a los viticultores por el 50 % de los costes directos de destrucción o eliminación de los racimos de uvas y de la pérdida de ingresos (lucro cesante) vinculada a la destrucción o la eliminación de dichos racimos.
También y, con el fin de adecuar el importe de la ayuda a la coyuntura inflacionista, el MAPA actualizó los costes asociados a las tareas de cosecha en verde, mediante la aplicación de la variación del índice de precios al consumo (IPC) desde la fecha de solicitud de aprobación del programa por la Unión Europea (en junio de 2021) hasta la actualidad.
Igualmente, y en relación a los precios a tener en cuenta para el cálculo del importe de la ayuda, se ha dado autonomía a las propias CC.AA. para que, en aquellos casos en los que la pandemia hubiera tenido impacto a la baja en las cotizaciones, la referencia para el cálculo de la pérdida de ingresos pudiera tomarse de campañas ordinarias anteriores (2017, 2018 y 2019)
En las parcelas para las que se resuelvan positivamente las solicitudes, la cosecha en verde deberá estar ejecutada antes del 16 de julio de 2023. Mientras, los pagos se realizarán a los viticultores hasta el 15 de octubre (final del ejercicio financiero 2023 en la UE) como fecha límite.
Con carácter general, las parcelas que se acojan a la cosecha en verde deberán haber sido plantadas, al menos, tres campañas antes de la solicitud de ayuda y deberán, además, contar con una superficie mínima de 0,3 hectáreas y una máxima de 10 hectáreas por viticultor (que figuren como propietarios en el registro vitícola regional o si no lo es con la autorización del mismo).
Este contenido es únicamente para usuarios registrados.
