El sector oleícola español ha comercializado ya hasta julio un 5% más de aceite de oliva que en la campaña anterior
El Sistema de Información del Mercado Oleícola (SIMO) del Ministerio de Agricultura informó que durante el pasado mes de julio, tras los datos avanzados por AICA, salieron al mercado unas 91.200 toneladas de aceite de oliva, una cifra bastante aceptable, teniendo en cuenta la época de verano y que la media mensual en los diez meses de campaña 2023/24 es de 96.387 toneladas.
Del volumen comercializado en julio, unas 31.200 t de aceite de oliva fueron a atender la demanda interna de consumo, acumulando en este periodo un volumen total de 337.200 t, lo que supone un 18% y 51.500 t más que en la campaña anterior, pero aún un 20% y 84.200 t menos que la media (421.400 t) de las cuatro últimas campañas.
Al mercado exterior fueron a parar, con datos aún provisionales, otras 60.000 t de aceite de oliva, acumulando en el periodo octubre-julio unas 626.700 toneladas, lo que supone aún un 1% y 5.300 t menos que un año antes, pero un 26% por debajo de la media (848.900 t) exportada en el cuatrienio anterior.
La producción final de aceite de oliva se quedó en 852.100 toneladas en la campaña 2023/24, sin cambios a estas alturas sobre el mes anterior. Esto es un 28% y 186.100 t más que en el periodo precedente (666.000 t), pero un 27% y 316.600 t menos que la media (1.168.700 t) de los últimos cuatro años.
El SIMO estimó unas importaciones de aceite de oliva en julio de 18.500 t, que aún deberán confirmarse, con lo que acumula a solo dos meses por contabilizar de la actual campaña, unas 206.000 toneladas, con aumentos del 14% y de 25.400 t respecto al mismo mes de 2023 y del 12% y 22.800 t más que la media (183.200 t) del anterior cuatrienio.
La oferta disponible de aceite de oliva en el mercado en 2023/24, similar a la de la campaña anterior
La oferta disponible de aceite de oliva, sumando las 248.200 t de stock inicial a 1 de octubre de 2023, a partir de estos últimos datos, es ligeramente superior (unas 5.000 t más) a las de la campaña 2022/23, elevándose a 1.306.300 toneladas, aunque está nada menos que un 31% Y 576.800 t por debajo de la media (1.883.100 t) de los cuatro años anteriores.
Hasta el 31 de julio, el sector oleícola ha comercializado un total de 963.900 toneladas de aceite de oliva, un 5% y 46.200 t más que en el mismo periodo de la campaña anterior, pero todavía un 24% y 306.400 t por debajo de la media (1.270.300 t) del último cuatrienio.
A finales del mes pasado, y con dos meses aún por contabilizar hasta el cierre de la actual campaña 2023/24, quedaban unas existencias totales de 342.900 toneladas, lo que supone un 11% y 41.000 t menos que un año antes, así como un 44% y 270.500 t menos que la media (612.900 t) de los cuatro años anteriores.
De este volumen, 188.000 t estaban en poder de las almazaras, unas 63.300 t menos que a finales de junio, pero un 19% más elevadas que en las mismas fechas de la campaña anterior; otras 152.600 t en manos de los envasadores y otros operadores del comercio, una 10.000 t menos y un 32% por debajo a un año antes, y apenas 1.900 t en los depósitos de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero (FPCO).
Así las cosas, la vista ya está puesta en el horizonte de la cosecha y producción de la próxima campaña 2024/25 que, oficialmente, se iniciará el próximo 1 de octubre, y en los reducidos volúmenes en stock que quedarán al final de la actual, pero que supondrán un problema para atender, aunque sea de forma muy ajustada, la actual demanda de mercado.
A pesar de lo recogido por algunos medios, en la próxima campaña oleícola no es cierto que vaya a producirse una cosecha histórica en nuestro país, que contribuya a una reducción drástica de los precios en origen y los PVP al consumidor del aceite de oliva, sino más bien una producción media, más tirando a la baja que al alza, que podría esta entre 1,25-1,3 millones de toneladas, lo que de confirmarse supondría un 46,5% y cerca de 400.000 toneladas más que en la campaña actual, permitiendo recuperar en buena parte niveles de precios y de mercado más habituales a los de los años anteriores.
La producción mundial de aceite de oliva mejorará en 2024/25 en torno a 200.000 toneladas
A nivel mundial, según fuentes del sector, las previsiones son que la producción de aceite de oliva ronde las 2,6-2,7 millones de toneladas, frente a los 2,5 Mt de la campaña actual 2023/24. Por principales países productores, Italia obtendría mucho menos cosecha por la sequía y la vecería del secano, con una previsión de 170.000 y 200.000 t, casi un 44% menos; Grecia recuperaría su potencial respecto a la actual campaña (155.000 t) y podría llegar a las 250.000 t, superando de nuevo a la vecina Italia, al igual que Portugal, que podría obtener unas 170.000 t, unas 12.000 t más que en 2023/24.
Túnez, el primer país tercero exportador hacia el mercado europeo tendría también una mejor cosecha, entre 225.000 y 270.000 t, frente a las 200.000 t de esta campaña, y lo mismo sucedería con Turquía, que ha aumentado su capacidad productora y exportadora en los últimos años, y que estaría cerca de las 300.000 t, frente a las 210.000 t de 2023/24.
En cambio, la vecina Marruecos se vería muy afectada por la sequía, bajando su producción a casi la mitad, entre 50.000 y 70.000 t, frente a las 106.000 t de esta campaña. Siria se mantendría sin apenas cambios, aunque también ligeramente la baja, con unas 90.000 toneladas, mientras que se podrían añadir entre 50.000 y 60.000 t más de otros países terceros productores (Argentina, EE.UU., Chile, Jordania, Israel…etc.).