La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) reclamó al Ministerio de Agricultura un paquete de ayudas urgente para activar la destilación de crisis en el sector vitivinícola, al igual que acaba de hacer el Gobierno francés, para mitigar el impacto de la guerra de Ucrania en su sector.
Por su parte, desde la organización UPA-UCE de Extremadura se ha pedido también como algo de «absoluta necesidad» una destilación de crisis para el vino, pero que cuente con apoyo estatal del MAPA y de las CC.AA., con el fin de ayudar a aliviar las existencias en bodega antes del inicio de la nueva campaña 2023/24, el próximo 1 de agosto.
Por su parte, desde la organización UPA-UCE de Extremadura se ha pedido también como algo de «absoluta necesidad» una destilación de crisis para el vino, pero que cuente con apoyo estatal del MAPA y de las CC.AA., con el fin de ayudar a aliviar las existencias en bodega antes del inicio de la nueva campaña 2023/24, el próximo 1 de agosto.
Asimismo, tras reunirse el Consejo Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias de España, para analizar la situación que atraviesa el sector, considera imprescindible solicitar una destilación de crisis para el vino tinto, al igual que ha realizado Francia.
Según COAG, actualmente existe un pronunciado desequilibrio entre oferta y demanda en el sector vitivinícola, motivado por la inflación derivada de la guerra de Ucrania (un aspecto ajeno al sector, como ya ocurrió en el caso de la pandemia), acompañada de un significativo aumento de los costes de los insumos (+55% respecto a marzo de 2021), así como de una reducción tanto de las exportaciones, como del consumo en el mercado interior.
Además, a pesar de la sequía que ha afectado a las principales zonas productoras de España, la producción de vino y mosto en la campaña 2022/23 se ha mantenido en niveles similares a la anterior.
Con los datos disponibles de la actual campaña 2022/2023 (Sistema de Información del Mercado Vitivinícola, INFOVI, a 31 de enero) la producción hasta este punto de la campaña es de 35 millones de hectolitros, un 1% más que en la anterior.
Sin embargo, apunta COAG, el mercado interior se ha reducido en 0,95 Mhl respecto a la campaña 2021/22, representando los tintos/rosados a granel un 59% de dicha reducción (560.000 hl).
Como muestra el Informe Económico mensual de diciembre la Interprofesional del Vino de España (OIVE), las salidas netas nacionales vienen disminuyendo desde febrero de 2022.
A nivel de exportaciones también ha habido una reducción del 4,2% del volumen comercializado respecto a la campaña 2021/22, con una tendencia a la baja desde diciembre de 2021. Destaca la caída de las ventas al exterior de vino a granel, en un 11,5% y en 1,5 Mhl menos respecto a la campaña anterior.
Por otro lado, con datos del INFOVI, las existencias finales a 31 de enero pasado alcanzan los 52 Mhl, mientras que la campaña anterior, a 31 de julio de 2022, finalizó con 34,6 millones.
Si comparamos los datos de dichas existencias respecto a las 6 últimas campañas, señala COAG, se aprecia que, tras un ligero descenso de los stocks tras la intervención del sector por el COVID-19, las existencias se encuentran en cifras muy superiores a las que se encontraban en las campañas previas a la intervención.
Así, el nivel de existencias, unidas a la fuerte detracción de la demanda, están provocando, según COAG, una paralización del mercado y el hundimiento en las cotizaciones, de forma muy acusada en los vinos tintos.
El informe de precios elaborado por el MAPA, así lo refleja: con los blancos y tintos sin DOP/IGP llegando a equipararse en precios (38,42 €/hl y 38,83 €/hl respectivamente, en la semana 6 de 2023, del 6 al 12 de febrero).
En comparación con el promedio de precio de 2022 (42,93€/hl), el vino tinto sin DOP/IGP en 2023 ha tenido una reducción de precio de 4,8% respecto al promedio (40,87€/hl) y del 9,5% respecto al precio mínimo registrado este año.
Para el responsable sectorial de COAG, Joaquín Vizcaíno, dentro del conjunto del sector, los viticultores somos la parte más perjudicada por las consecuencias económicas provocadas en este contexto, ocasionando una notable pérdida de rentabilidad y un futuro muy incierto, que llega a vislumbrarse como insostenible.»
Por este motivo, añade, «desde COAG hemos solicitado al Ministerio adoptar las medidas requeridas para la estabilización del mercado vitivinícola en concordancia con el Plan de Apoyo al Sector del Vino Español (PASVE). Es vital actuar de forma urgente, tal como ha hecho Francia con la aprobación de la destilación de crisis».
En concreto, el Ministerio de Agricultura francés va a destinar 80 M€ en ayudas a la destilación, de los que 40 millones son fondos propios del Estado y 40 millones de dotación de financiación europea (FEAGA), previsiblemente de su Programa de Apoyo (PASVE), previa autorización por parte de Bruselas.
En la nota de prensa explicativa de esta medida plantean, además, la posibilidad de organizar una segunda campaña de destilación hasta alcanzar una financiación total de 160 millones de euros, concluye COAG.
Por su parte, desde la organización UPA-UCE de Extremadura, una de las CC.AA., junto a las de la DOC Rioja, que está teniendo más problemas de stocks en bodega, se ha pedido también como «absoluta necesidad» una destilación de crisis del vino, que cuente con apoyos (ayudas «de minimis») del Ministerio de Agricultura y de las Comunidades Autónomas) para ayudar a aliviar las existencias en bodega antes del inicio de la nueva campaña 2023/24, el próximo 1 de agosto.
No obstante, esta organización agraria advirtió que los 30 M€ (15% de los fondos totales) reservados solo en el Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola (PASVE) de 2023, «no lograrán mejorar la posición del sector en el mercado, puesto que solo podrían dar salida a unos 700.000 hectolitros de vino en todo el país.
UPA-UCE recuerda que en 2020, con motivo de la pandemia, la destilación de crisis realizada en España afrontó 2 Mhl, por lo que la ahora contemplada es «del todo insuficiente.»
«Si la destilación de crisis no se complementa con aportaciones del MAPA y de las CC.AA., y se plantea con poco presupuesto, no se va a atajar el problema y se corre el riesgo de generar un problema añadido de empeoramiento de la situación», según advirtió Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE.
Asimismo, tras reunirse el Consejo Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias de España, para analizar la situación que atraviesa el sector, considera imprescindible solicitar una destilación de crisis para el vino tinto, al igual que ha realizado Francia.
Según esta entidad, desde 2020 el sector vitivinícola se ha visto gravemente afectado como consecuencia de la pandemia. Cuando ya parecía que comenzaban a reactivarse las ventas, la guerra de Ucrania, el alto incremento de los costes de producción y de la energía, la dificultad de acceder a vidrio y otras materias primas, han provocado un parón en el mercado nacional e internacional.
A todo ello hay que añadir, además, la importante caída del consumo en España, un 8% en el último año, debido a la inflación.
La propuesta de realizar una destilación de crisis para vino tinto en cantidad suficiente para equilibrar la oferta y la demanda se ha trasladado también a la Junta directiva de la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE).
Cooperativas considera importante aprovechar los medios reglamentarios existentes en la Organización Común de Mercados Agrarios (OCMA) y tener en cuenta las dificultades de incremento de costes, cambios de patrones de consumo y la bajada de consumo en general.
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