El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, calificó de 'incompletos' los reales decretos para afrontar la sequía del Júcar y el Segura, al señalar que estos planes no hacen referencia a las medidas compensatorias necesarias para paliar los perjuicios que tendrá para los regadíos la restricción de agua en estas cuencas.
Fenacore echa en falta medidas compensatorias para los regantes del Júcar y Segura
Según la Federación, los decretos -recogidos ya en el Boletín Oficial del Estado del pasado día 9 de mayo- abren la puerta, como es lógico, a limitar el agua para uso agrícola en beneficio del abastecimiento urbano, pero recordó que la propia Ley de Aguas reconoce la posibilidad de conceder indemnizaciones a los usuarios afectados; unas indemnizaciones que se agilizarían de estar ya contempladas en estos planes anti-sequía.
Concretamente, el artículo 55.2 del texto refundido de la Ley de Aguas reconoce que si las limitaciones en el uso del dominio público hidráulico conllevan una modificación de caudal que afecte a unos en favor de otros, los beneficiados deberán indemnizar a los perjudicados y será el organismo de cuenca el que determine la cuantía, en caso de que no haya acuerdo entre las partes implicadas.
Según el presidente de Fenacore, ‘existe una jerarquía entre todos los usos que fija quién deberá cesar ante una situación de escasez. Por ello, es lícito que se contemple restringir el suministro a los regadíos en beneficio del consumo humano, pero es necesario también que se nos garantice el mantenimiento de nuestra renta, ya que nos veremos obligados a variar o reducir nuestras explotaciones para adaptar los cultivos al agua disponible’.
Por otro lado, estos decretos instrumentales, que recogen medidas de excepción para actuar ante casos de urgencia como los que están viviendo estas cuencas, contempla una serie de obras de emergencia que requieren de un crédito cercano a los 50 millones de euros para su puesta en marcha.
Ante esta situación, Fenacore instó al Gobierno a aprobar con urgencia el decreto ley con la financiación necesaria para poder ejecutar estas medidas, de manera que realmente se evite poner en riesgo las garantías de abastecimiento y se minimicen los efectos de la sequía sobre el regadío y otras demandas.
En cualquier caso, la Federación insistió en que la verdadera solución a la sequía endémica que existe en España pasa por soluciones largoplacistas como el ahorro de agua mediante la modernización de regadíos, la construcción de obras de regulación y el impulso a otras medidas complementarias de gestión de la demanda como son, entre otras, la gestión conjunta de aguas superficiales y subterráneas, la recarga de acuíferos o la reutilización de aguas regeneradas urbanas.