Hasta el 1 de agosto se han producido 5.497 incendios forestales de los cuales 3.477 han sido conatos (63,25%) y 2.020 incendios (36,75%). Esta cifra de siniestros supone una reducción del 20% y es ligeramente inferior respecto a la media del último decenio, que se sitúa en 6.880 siniestros, según el avance publicado hoy del Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales (CCINIF), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
Incendios forestales: cerca de la media en siniestros y superficie forestal quemada en julio
No obstante, los expertos advierten del peligro de que las condiciones climatológicas -altas temperaturas y progresiva sequedad de los suelos- empeoren a lo largo del mes de agosto, de modo similar a lo ocurrido en países de la región mediterránea como Turquía y Grecia, que sufren una oleada catastrófica de incendios de gran magnitud. Por tanto, la situación exige mantener la precaución y el cuidado, ya que se trata de una época de alto riesgo y es obligado extremar las cautelas.
En cuanto a los datos de vegetación, han sido afectadas 40.213,80 hectáreas de superficie forestal donde se incluye tanto la vegetación leñosa como herbácea. Este dato está también algo por debajo de la media del decenio tanto en superficie forestal afectada, con una reducción del 20%, como en superficie arbolada afectada, un 7% menor a la referencia. El único indicador que se sitúa por encima de la media son los grandes incendios forestales (GIF) de más de 500 hectáreas, que se sitúan en 13 frente a los 9 de la media.
La zona noroeste, que abarca las comunidades autónomas de Galicia, Asturias y Cantabria y las provincias de León y Zamora, presenta el 49,99% de superficie forestal quemada. El 41,11% de los siniestros se han producido en el noroeste, un 37,64% en las comunidades interiores, 20,79% en el Mediterráneo y 0,45% en Canarias.
De los 13 grandes incendios que se han producido hasta la fecha, cinco de ellos se declararon entre los meses de enero y febrero, dos en Almería (en Berja y Olula de Castro), dos en Cantabria (en los municipios de Udias y Cabuérniga) y uno que afectó a zonas de Navarra, Gipuzkoa y el sur de Francia. El mayor en cuanto a superficie quemada es el de Arico (Santa Cruz de Tenerife) que comenzó el pasado 20 de mayo y que quemó alrededor de 3.000 hectáreas.
Los otros siete se declararon entre el 12 y el 27 de julio, en Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña. Dos de ellos en Ciudad Real (en los municipios de Corral de Calatrava y Almadén), uno en Cuenca (en Víllora) y otro en Albacete (Tobarra). En Andalucía se produjo un incendio en Villarasa (Huelva) y en Cataluña se declaró un fuego en Santa Coloma de Queralt (Tarragona) que arrasó 1.288,85 hectáreas.
El dispositivo de extinción de MITECO cuenta para la campaña de verano 2021 con 69 aeronaves que operan desde alguna de las casi 40 bases distribuidas por todo el territorio, además de 7 unidades móviles de análisis y planificación sobre el terreno y 3 equipos de prevención de incendios forestales. Este despliegue implica a cerca de 1.000 efectivos entre técnicos, pilotos y mecánicos de los aviones, personal de las brigadas forestales y las bases de medios aéreos y trabajadores del Ministerio, entre otros. Para ello, el Ministerio destina este año 85 millones de euros, sin contar el coste del personal funcionario.
Dentro del personal que trabaja para el MITECO en este dispositivo, el grupo más numeroso lo forman las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), formado por cerca de 600 personas, entre técnicos, capataces, especialistas y preparadores físicos. Estas brigadas helitransportadas son la fuerza de extinción sobre el terreno, siempre en primera línea del fuego, que aporta el Ministerio en apoyo a las comunidades autónomas.