Incorporan triturado de hueso de oliva en ladrillos de mortero y mejoran sus propiedades
La incorporación de triturado de hueso de oliva en ladrillos de mortero mejora sus propiedades como aislante térmico y revaloriza este subproducto de la industria del aceite.
Así lo ha demostrado Alejandro San Vicente Navarro en la tesis con la que ha obtenido el doctorado en Ingeniería Mecánica por la Universidad de La Rioja, y que recoge Olimerca. Desarrollada en el Departamento de Ingeniería Mecánica -en el marco del programa de 881D Doctorado en Innovación en Ingeniería de Producto y Procesos Industriales (Real Decreto 99/2011)- la tesis titulada ‘Metodología para la evaluación de la sostenibilidad en ladrillos de mortero dopados con triturado de hueso de oliva’, ha sido dirigida por Javier Ferreiro Cabello y Esteban Fraile García; y ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude.
El trujado de la oliva para producir aceite genera un resto de triturado del hueso, subproducto que se emplea como combustible en calderas de biomasa. Esta investigación estudia su uso en la fabricación de materiales de construcción en bases de cemento, como son los ladrillos GERO (perforados) de mortero. “Al ‘dopar’ los ladrillos con el triturado, pierden cierta resistencia mecánica, pero aumenta su capacidad de aislamiento térmico, minimizando la transmisión de calor -explica Alejandro San Vicente-. Se busca un equilibrio que los haga óptimos para la construcción de edificios nuevos en España”.
Para encontrar este equilibrio, ha realizado pruebas con ladrillos ‘dopados’ entre un 5% y un 30% (en volumen de sustitución de árido por triturado de hueso de oliva), ya que a partir de esta proporción se pierden las propiedades de resistencia exigidas en construcción. Los mejores resultados globales se han obtenido con porcentajes de entre el 5% y el 15%.