Durante los últimos años, el porcino de capa blanca español ha trabajado como ningún otro sector ganadero en mejorar todo su sistema de producción y, muy especialmente, en aquellos aspectos que exige la sociedad, la cual demanda cada vez más productos que garanticen no solo la calidad y la seguridad alimentaria sino también la salud de los animales, la sostenibilidad y el cumplimiento de las condiciones de protección y bienestar de los animales destinados a la producción de alimentos.
Interporc, la autoexigencia para adelantarse a las demandas de la sociedad
Este compromiso ha llevado al sector porcino a ir cumpliendo de forma sobresaliente con cada una de las metas impuestas. En el año 2001, la Unión Europea aprobó la normativa más exigente del mundo para la protección de los cerdos y España fue el primer país europeo en cumplirla. Alcanzada esa primera meta, el sector ha seguido trabajando mucho más allá de lo exigido, concienciado de que la mejor calidad de vida de los animales se traduce en una mayor calidad de los productos destinados a los consumidores y, en definitiva, en una mayor competitividad.
Hoy, mejorado todo el modelo de producción desde la granja a la mesa, el sector porcino continúa trabajando para superarse y para adelantarse, y así satisfacer las demandas de los consumidores. En este sentido, la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), que dedica sus esfuerzos a apoyar la labor que realizan todos los eslabones que conforman el sector porcino español, ha desarrollado un reglamento – Reglamento Técnico de Bienestar Animal y Bioseguridad, Interporc Animal Welfare Spain (IAWS) – con el que, además de asegurar el cumplimiento de la normativa comunitaria de bienestar animal, refuerza todos estos aspectos desde la granja a la mesa.
El Reglamento, elaborado en colaboración con empresas del sector, certificadoras, administración, científicos y expertos en bienestar animal; avalado por un Comité Científico de alto nivel; y testado y validado por organizaciones de protección y defensa de los animales, pretende dar respuesta a las necesidades del sector, de la gran distribución y a los consumidores finales.
Asimismo, el documento vela por el cumplimiento de los cinco principios de bienestar animal establecidos por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE): animales libres de hambre, sed y desnutrición; libres de miedos y angustias; libres de incomodidades físicas o térmicas; libres de dolor, lesiones o enfermedades; y libres para expresar las pautas propias de comportamiento.
Además , estos principios deben cumplirse en las ocho áreas de control establecidas en el documento: alimentación, limpieza-desinfección, alojamiento, salud, comportamiento, manejo, control de las granjas y animales y control en el centro de sacrificio, y en todas las fases del proceso productivo desde la gestación y cría, engorde, transporte, sacrificio y fabricación.
El sello de calidad
Cumplidos los requisitos del Reglamento IAWS, la idea era llegar al consumidor y ofrecerle una información clara y rigurosa sobre todos los esfuerzos que dedica el sector porcino en la producción de los alimentos que llegan a sus mesas. La mejor manera de hacerlo ha sido creando un sello de calidad, “Compromiso Bienestar Certificado”, con el que poder visualizar todos esos esfuerzos y demostrar la transparencia y trazabilidad real de todos los operadores del sector porcino. Esto significa, que los productos de porcino portadores del sello cumplen con todas las buenas prácticas exigidas en el Reglamento y que solo dispondrán de este sello aquellos productos procedentes de una granja de porcino cuyo compromiso con el bienestar animal sea íntegro.
El sello “Compromiso Bienestar Certificado” permite al consumidor reconocer que un producto se ha elaborado con las máximas garantías en materia de bienestar animal y seguridad alimentaria y es la forma más eficaz de transmitirle el compromiso del sector porcino de capa blanca español con la calidad.
¿Cómo obtener el sello?
Para obtener el sello “Compromiso Bienestar Certificado”, los productos de porcino han de cumplir, además de con la normativa legal comunitaria de bienestar animal, otros requisitos más exigentes que suponen un plus adicional en materias relativas a la salud y sanidad animal, la bioseguridad, el alojamiento de los animales, la seguridad alimentaria, la trazabilidad y el medio ambiente.
El control del cumplimiento de las medidas contempladas en el Reglamento se realiza a través de auditorías independientes y periódicas que abarcan toda la vida de los animales: desde las instalaciones ganaderas, pasando por las operaciones de carga-transporte-descarga y finalizando en los centros de procesamiento e incluye también a las empresas cárnicas que procesan y elaboran productos para su comercialización final; con ello se cubren todas las fases o etapas, tanto las ganaderas como las industriales.
Con este Reglamento y sello de certificación que el propio sector se autoimpone, el porcino español continuará ocupando el lugar de referente internacional de lo que se conoce como la ‘ganadería moderna’: profesionalizada, innovadora, respetuosa con la sensibilidad y necesidades de los animales y enfocada en la reducción del impacto ambiental y el cuidado del medio ambiente.