Investigadores del CSIC han incidido en el marco del Symposio de Sanidad Vegetal, en que la coordinación de la Administración y los investigadores es determinante para controlar la posible propagación de la Xylella fastidiosa. Blanca Landa, investigadora científica del CSIC, ha explicado el momento actual de la enfermedad, su forma de propagación y posible control.
Investigadores del CSIC inciden en que la coordinación con la Administración es determinante para controlar la Xylella fastidiosa
En su ponencia “Xylella fastidiosa: impacto y situación actual en la Unión Europea”, Landa ha explicado que esta enfermedad representa la principal amenaza fitopatológica para cultivos estratégicos de la Unión Europea (UE) como el olivo, la vid, los frutales de hueso, los cítricos, el almendro y numerosas especies ornamentales y forestales. Considera que “es necesario actuar de forma intensiva y coordinada para proteger la agricultura europea y, en particular, la española de esta amenaza”.
Una legislación adecuada y su cumplimiento riguroso, planes de contingencia y de prevención, programas de inspección, colaboración entre países y CC.AAs y el fomento de la investigación, son algunos de los pilares sobre los que se debe sustentar una buena planificación para intentar frenar el riesgo que supone esta enfermedad.
Por su parte, Rafael M. Jiménez, presidente de la Asociación Española de Sanidad Vegetal (AESAVE), ha presentado el Libro Blanco de la Sanidad Vegetal cuyo objetivo es proporcionar una visión actual y realista sobre la necesidad de la Sanidad vegetal en España para promover una reflexión colectiva sobre su presente y las oportunidades de mejora.
El libro, en el que han colaborado hasta 45 expertos, está dividido en cinco partes que recogen un análisis de la situación general, la problemática, las debilidades y fortalezas y planes de actuación para optimizar los recursos de la Sanidad vegetal. En sus páginas, recoge hasta treinta ejemplos de enfermedades, plagas y malas hierbas, así como otros agentes exóticos que suponen una amenaza potencial en los sectores productivos clave.
A continuación, Dirk Janssen, investigador del IFAPA La Mojonera (Amería), ha expuesto los problemas que ocasiona el virus Nueva Delhi, transmitido por la mosca blanca, en horticultura, sobre todo al calabacín, melón, pepino, etc. Este virus se detectó en Andalucía en 2013 y desde entonces se han unido varios grupos de investigación de España para estudiar a qué plantas infecta, las fuentes de resistencia y estrategias para controlar el vector. Como resultado de la investigación han comprobado que el control biológico es una opción viable.
“Mayetiola destructor, estrategias de control” ha sido la ponencia de Alejandro Castilla, técnico especialista titular del IFAPA de Cádiz, quien ha explicado que los cultivos de cereales de invierno de Andalucía en la campaña 2015-16 han tenido una presencia notable del mosquito de trigo y el rendimiento del cultivo ha mermado un 50% tras padecer varias generaciones esta plaga. Condicionantes como las temperaturas suaves de invierno, el adelanto de las siembra, la no eliminación del rastrojo o la sequía han provocado que aparezca desde principios del cultivo.
Seguidamente, Pablo Alvarado, del Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Huelva de la Junta de Andalucía, en su ponencia “Problemas fitosanitarios en frutos rojos y riesgos asociados al movimiento del material vegetal”, ha analizado la falta de plaguicidas autorizados para cultivos de mora, frambuesa y arándanos. Alvarado considera necesaria una revisión de los problemas fisiopatológicos que eviten posibles malas prácticas agrícolas.
En su ponencia “Problemática fitosanitaria en las nuevas plantaciones de almendro, José Manuel Durán, jefe del departamento de Entomología de la Junta de Andalucía, ha planteado que es fundamental vigilar la sanidad del material vegetal a la hora de realizar nuevas plantaciones para evitar la entrada de patógenos de suelo que pueden hipotecar la plantación. Ha destacado la menor presión de plagas que el cultivo tiene hasta el momento y ha señalado el bajo número de productos fitosanitarios registrados en este cultivo, algo atribuible al reducido uso que se venía haciendo en el pasado.
En la sesión de la tarde se ha visto las nuevas tecnologías aplicadas a la sanidad vegetal a través del uso de drones, sensores y la teledetección. Sergio Rodríguez, director de Operaciones de SmartRural, ha explicado que el uso de estas tecnologías aplicadas a la sanidad vegetal es similar al trabajo de un cirujano altamente capacitado que trabaja sobre una zona concreta, con menos contaminación y derivas.
Posteriormente Joaquín Romero, de la Universidad de Córdoba, ha explicado las nuevas tecnologías aplicadas a la sanidad vegetal, con la herramienta de toma de decisiones “Repilos del olivar”. Su objetivo es el apoyo en las decisiones fitosanitarias en olivares comerciales mediante el empleo de gestión integrada y racionalizando el uso de productos, adaptándose así a futuras directrices europeas. Esta herramienta se posiciona dentro de los sistemas más modernos de la toma de decisiones ya que se adapta, entre otros aspectos, a las diferentes regiones agroclimáticas.
Por último, Paloma Melgarejo, subdirectora general de Prospectiva y coordinación de programas del INIA ha explicado en su ponencia “Nuevas estrategias de lucha y control de enfermedades, plagas y malas hierbas” que la puesta en práctica de la nueva Ley de Sanidad Vegetal pretende fomentar los programas de Control Integrado de Plagas (CIP) que incluyen el uso de agentes de control biológico naturales. Este tipo de agricultura ocupa una superficie considerable y está en crecimiento especialmente en el sector hortofrutícola.