Miguel Ángel Mainar
Las organizaciones agrarias españolas esperan cambios importantes en las políticas agrarias a todos los niveles tras la gran respuesta que los agricultores y ganaderos han dado a la llamada movilizadora que se ha producido de forma generalizada en Europa. En Agronegocios les hemos pedido una primera reflexión sobre algunas de las cuestiones de las que se ha hablado más en las últimas semanas.
Las organizaciones agrarias españolas esperan cambios importantes en las políticas agrarias a todos los niveles tras la gran respuesta que los agricultores y ganaderos han dado a la llamada movilizadora que se ha producido de forma generalizada en Europa. En Agronegocios les hemos pedido una primera reflexión sobre algunas de las cuestiones de las que se ha hablado más en las últimas semanas.
¿Qué tienen en común las movilizaciones de España con las del resto de Europa?
Lo que tienen en común es que tenemos los mismos trámites burocráticos y afrontamos las mismas normativas europeas y lo que queremos es simplificar ese tipo de normativas que nos tienen asfixiados.
¿Qué circunstancias o problemas son netamente españoles?
Tenemos nuestras peculiaridades: falta de rentabilidad, disminución del presupuesto y una PAC, en este caso, que a España le ha perjudicado bastante. Lo que nosotros queremos es producir, pero hemos tenido restricciones en materia de cultivos, de barbechos, de productos fitosanitarios… Luego hay problemas puntuales que nos afectan como país y que es necesario abordar: la ganadería excesiva y la sanidad animal; sectores que están muy perjudicados, como son los cereales de secano; la cuestión de los limones y algunos problemas con las hortalizas…
Hacen falta ayudas directas para los sectores más afectados y afrontar los problemas desde una perspectiva de varios ministerios, porque nos afectan muy directamente las políticas de muchos de ellos. Dependemos de políticas medioambientales y de agua del Ministerio de Transición Ecológica (hay que sacar al lobo del Lespre) y hay que revisar la fiscalidad y la legislación laboral, entre otros temas.
¿La chispa que lanzó a los agricultores españoles a la carretera fue espontánea u orquestada?
Cualquier movimiento que haya sacado a los agricultores a la calle, a lo mejor a raíz y por arrastre de lo ocurrido en otros países, es respetable en todo momento. Hay que recordar que nosotros hace cuatro años estábamos en la calle y que la pandemia nos metió dentro de casa cuando estábamos negociando con el ministerio. Volvimos a salir el 20 de marzo del 2022, junto con todo el medio rural, y en septiembre del año pasado salimos de nuevo Asaja, UPA y COAG, junto con las cooperativas, en Córdoba a reivindicar ante los ministros de la Unión Europea las medidas que estamos pidiendo también en este momento. Por lo tanto, nosotros hemos vuelto a retomar las movilizaciones. Si hay otros movimientos, son respetables.
¿Les pilló a ustedes por sorpresa y con escasa capacidad de reacción?
No nos pillaron por sorpresa porque gente de las organizaciones agrarias ha participado en todas las movilizaciones.
¿Temen el surgimiento de alguna nueva organización agraria a partir de este movimiento?
No tememos nada. Estamos haciendo nuestro trabajo como organización agraria fundada en el año 89. A lo largo de todos estos años hemos logrado medidas de mejora para todos agricultores, no solo para los que están en la Asaja, y ahí están los resultados; la devolución del impuesto especial de hidrocarburos, el régimen de módulos del IRPF, la rebaja de la factura del gasóleo o de los fertilizantes no han venido del cielo, son fruto de una negociación en la cual Asaja ha sido la protagonista. Para hacer este tipo de cosas es para lo que sirven las organizaciones agrarias.
¿Tienen que modificar las OPA sus estrategias y actividades en algún sentido?
Nosotros seguimos trabajando y apostando por la incorporación de los jóvenes al campo, por una agricultura sostenible de verdad y para la mejora de la calidad de nuestros productos y de la alimentación que tenemos que dar a la población. A mí me da igual lo que tengan que hacer otros y lo que quieran hacer otros, nosotros estaremos trabajando y apoyando al campo español defendiendo las políticas que sean efectivas, pero efectivas de verdad.
¿La respuesta del MAPA y sus propuestas de mejora son un buen camino para solucionar el conflicto?
El MAPA tiene buena disposición al diálogo y es un avance lo que ha mostrado en estos días, pero es insuficiente por todos los lados. Lo que necesitamos de verdad es que se ponga en marcha todo el Gobierno, porque aquí están implicados, aparte de Agricultura, Transición Ecológica y Trabajo, además de Seguridad Social, Economía y Hacienda, con el presidente del Gobierno a la cabeza. En otros países los gobiernos y sus presidentes están apoyando a los agricultores. Todavía estamos esperando a nuestro presidente, no vale con que en el Congreso diga que se van a hacer cosas, se tiene que poner a la cabeza.
¿Creen que es posible garantizar precios justos desde la política y la Administración?
El mecanismo que puso la administración alimentaria desgraciadamente no funciona porque el eslabón de los productores es el más perjudicado. Lo ideal sería que un tercio del valor vaya para la agricultura, un tercio para la industria y un tercio para la distri- bución. La Administración debe de fijar el parámetro de lo que cuesta producir en los distintos sectores y por debajo de ese coste no tenemos que vender los agricultores y ganaderos. Así tendremos los precios justos.
¿No consideran que las cláusulas espejo perjudicarán a los sectores exportadores?
En ningún momento. Están precisamente para que juguemos en las mismas condiciones unos y otros. La Unión Europea ha estado mimando durante mucho tiempo a los terceros países y se ha olvidado de los países de la propia Unión Europea.
¿Habrá movilizaciones hasta la celebración de las elecciones europeas?
El calendario que tenemos marcado en este momento tiene movilizaciones hasta el mes de mayo. Esperemos que lleguen soluciones inmediatas y que el Gobierno sea capaz de ponerlas sobre la mesa. Es verdad que hay cosas a medio y largo plazo, sí, pero inmediatas hay bastantes.