La Comisión Europea solicitó al Ministerio de Agricultura que revise su Plan Estratégico nacional de la Política Agrícola Común (PE-PAC) para incluir más medidas medioambientales, por un lado, y actuaciones que contribuyan a paliar las consecuencias en el sector agrario de la guerra en Ucrania, por otro.
Bruselas envío su evaluación al Gobierno español sobre el PE-PAC 2021-2027 el pasado 31 de marzo, como había previsto, tras su envío por el MAPA a la Comisión Europea a finales de diciembre del pasado.
Ahora, la Comisión plantea principalmente que se incluyan algunas modificaciones para reforzar el alcance de las actuaciones frente al cambio climático, pero a la vez alude a la necesidad de adoptar medidas para hacer frente a las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania, lo que puede parece en cierta forma contradictorio.
En relación a este último punto, la CE urge a España, al igual que hace con el resto de los 19 Estados que remitieron sus PE-PAC a finales de año, que «considere intervenciones que contribuyan a reducir la dependencia de carburantes fósiles y de otros insumos externos, con el fin de conservar la capacidad productiva de las explotaciones agrarias y su viabilidad a largo plazo.» Es decir que, por ejemplo, reduzcan su dependencia de las importaciones de fertilizantes y aumenten la generación de energías renovables, sin que ello vaya en menoscabo de la producción alimentaria. Algo así, en términos coloquiales, como que consigan la cuadratura del círculo, pero sin decir cómo llevarlo a cabo.
Al parecer, la Comisión Europea ha encontrado ciertas «carencias» en la propuesta del PE-PAC para adaptar la agricultura a la lucha contra el cambio climático y, por ello, considera que debería hacer un mayor esfuerzo para aumentar el ahorro y la eficiencia en el uso del agua y para combatir la desertificación.
Bruselas también ha pedido al MAPA más explicaciones sobre cómo se ajustarán las medidas y las ayudas a los objetivos del Pacto Verde Europeo (Estrategias «De la granja a la mesa» y «Biodiversidad 2030»), cuyo fin último es lograr una economía «neutra» en emisiones de carbono en 2050. Aún así, considera positivos los objetivos que el PE-PAC español se marca en superficie de producción ecológica y de digitalización.
Tales esfuerzos a mayores deberían contemplar también una mayor ambición y en dar un mayor peso a las actuaciones «verdes» en la distribución financiera de los fondos. Y, en este sentido, opina que el Gobierno español debe mejorar su justificación sobre sus contribuciones para atajar los retos urgentes a los que España se enfrenta.
Asimismo, Bruselas recomie4nda un mayor esfuerzo en las medidas agroambientales en el segundo pilar de la PAC (Desarrollo Rural) y una adaptación de los eco-esquemas o eco-regímenes, que priman las actuaciones «verdes» y determinan un 25% del total de los pagos directos, hacia prácticas más sostenibles. En este ámbito, la CE señala haber detectado errores en el PE-PAC relativos a los datos financieros.
La CE valora, no obstente, el avance español para acortar las diferencias entre las explotaciones agrarias de diferente dimensión a la hora de distribuir las ayudas, mediante un pago redistributivo, aunque ha solicitado más detalles sobre los efectos que puede tener esta reasignación de fondos.
Resiliencia y seguridad alimentaria
Por su parte, El Ministerio de Agricultura, señaló que, tras recibir la carta de la CE el pasado jueves, día 31 de marzo, (https://www.mapa.gob.es/es/pac/post-2020/propuesta-plan-estrategico-PAC.aspx), ha iniciado ya las reuniones para completar la información requerida al PE-PAC).
Según el MAPA, se completará la información solicitada por Bruselas, contando con todos los agentes que han venido participando en la elaboración del Plan Estratégico, con el fin de llevar a cabo las adaptaciones que sean necesarias y que permitan su aprobación en el plazo más breve posible, para que agricultores y ganaderos conozcan cuanto antes las nuevas reglas que se aplicarán a la PAC a partir de enero de 2023.
Este departamento recuerda que la CE envió sus observaciones a España y a otros 18 Estados miembros, después de haber analizado los planes durante tres meses desde la presentación de los mismos -antes del 1 de enero o en los primeros días de este año-, como quedó fijado en el Reglamento (UE) 2021/2115, por el que se establecen normas en relación con la ayuda a los planes estratégicos que deben elaborar los Estados miembros en el marco de PAC.
En la misiva enviada por el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, la Comisión de Agricultura felicita a España por los esfuerzos realizados a la hora de presentar una propuesta completa de PE-PAC, que cubre tanto los objetivos específicos establecidos por el reglamento, como sus recomendaciones efectuadas en diciembre de 2020.
Subraya también, según el MAPA, la calidad del dialogo estructurado que las autoridades españolas han tenido con la Comisión Europea durante la preparación, así como de los mecanismos de participación habilitados para preparar la citada propuesta.
Al respecto, este departamento informa que llevará a cabo una revisión del PE-PAC en las próximas semanas, en el que volverá a mantener encuentros con todos los agentes que han participado en su elaboración: organizaciones profesionales agrarias, cooperativas agroalimentarias, agentes sociales y medioambientales, además de las CC.AA., con las que se reunirá ya este miércoles 6 de abril.
Tras dicha consulta, el MAPA enviará una propuesta revisada, que tenga en cuenta las observaciones de la CE , y proporcionará información adicional con las adaptaciones necesarias
En su carta, el comisario hace referencia a la invasión rusa de Ucrania y a la necesidad de reforzar la resiliencia y seguridad alimentaria en este nuevo contexto geopolítico para lograr métodos de producción más sostenibles y menos dependientes de las importaciones.
Asimismo, la Comisión ha hecho público un documento (https://ec.europa.eu/info/sites/default/files/food-farming fisheries/key_policies/documents/overview-cap-plans-ol-220331.pdf) en el que recoge una visión agregada de los 19 planes evaluados hasta el momento.
En el documento se refleja el potencial de los planes propuestos por los Estados para dar respuesta a los objetivos perseguidos por la PAC, pero también considera necesario aportar justificaciones adicionales a las decisiones planteadas y subsanar deficiencias en las propuestas.
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