Hasta finales de febrero, los operadores habían importado con destino a España de países terceros extra-UE un total de 10,54 millones de toneladas, lo que supone un 5,5% y 545.180 t más que hace un año, según el avance provisional con datos de la Comisión Europea, analizados por los SS.TT. de Cooperativas Agro-alimentarias, debido principalmente a las mayores compras de trigo blando.
De este cereal, se había importado en los ocho primeros meses de la campaña de comercialización 2023/24 un volumen de 3,88 millones de toneladas, un 60% más que en las mismas fechas de la campaña anterior.
De este cereal, se había importado en los ocho primeros meses de la campaña de comercialización 2023/24 un volumen de 3,88 millones de toneladas, un 60% más que en las mismas fechas de la campaña anterior.
El Ministerio de Agricultura estimó recientemente unas importaciones (intra y extra-UE) de cereales para la actual campaña de 24,25 millones, casi 2,1 veces (es decir, más del doble) de la producción nacional (casi 11,65 Mt) parara un consumo interno estimado en casi 35,75 millones de toneladas y un stock previsto a 30 de junio de 2024 de apenas 3,4 Mt, distribuidos en poco más de un millón de toneladas respectivamente entre trigo blando, cebada y maíz.
Así, las importaciones extra-UE de trigo duro destinadas a nuestro país eran de 228.000 t (+1% sobre un año antes); las de cebada, de 781.000 t, con un descenso del 3,3% con respecto a finales de febrero de 2023; las de centeno, 100.000 t (+31,2%); en avena, 24.000 t (-24%), y las de sorgo, apenas 40 t frente a las 4.950 t de un año antes.
Mención aparte merece el maíz grano, del que se han importado a cuatro meses vista de que acabe oficialmente la campaña de comercialización 2023/24 unos 5,5 Mt, que supone un 15% y algo más de un millón de toneladas menos que un año antes (casi 6,56 Mt), en el que se logró un récord de importación.
Durante toda la campaña 2022/23 se importaron desde países terceros un total de 13,91 millones de toneladas, con lo que a 28 de febrero estaríamos aún en casi 3,4 millones de toneladas por debajo. Aún así superaríamos los de la campaña precedente 2021/22, cuando se importaron de fuera de la UE cerca de 7,1 Mt, así como también lejos de la media de las últimas cinco campañas, con casi 8,65 millones.
Del volumen total de cereales importado por España de países terceros, el maíz representa más de la mitad del total, con un 52,7%, seguido del trigo blando, con un 36,7% y ya lejos de la cebada, con un 7,41%.
Nuestro país importó casi un 46,5% de todo el maíz extra-comunitario de la UE (11,94 Mt a 28 de febrero), más de la mitad (56,4%) de toda la cebada que entró (casi 1,4 Mt); nada menos que un 60,84% del todo el trigo blando importado (6,36 Mt); un 74,3% del centeno (135.615 t en toda la UE; un 25,6% de la avena; un 28,5% de las 2.169 t de sémola de trigo duro y un 11,24% de las algo más de 1,85 Mt de trigo duro importadas por todos los países de la Unión.
La UE importó durante todo este periodo desde países terceros un volumen total de 21,95 Mt, por lo que España, con sus algo más de 10,5 millones, representó un 48% del total, seguido de lejos por Italia, con un 16,7% y 3,66 Mt; Holanda, con un 7,14% y casi 1,6 millones; Portugal, con un 5,5% y 1,21 millones; Eslovenia, con un 4,95% y cerca de 1,1 Mt; Grecia, con un 3,6% y 788.092 toneladas, etcétera.
Si España encabezó las importaciones de cereales de la UE, fue uno de los que menos exportó fuera de las fronteras comunitarias, con apenas un 0,46% del total y 139.971 t, de las que en mayor parte corresponden a trigo duro (79.974 t), maíz (36.064 t), sémola de trigo duro (17.423 t) y haría de trigo blando (5.618 t).
Francia lideró las exportaciones comunitarias de cereales en la UE-27, con un 28,86% del total y 8,8 Mt, seguido de Rumania (25,6% y 7,8 Mt); Polonia, con un 10,34% y casi 3,16 Mt; Alemania, con un 9,66% y casi 2,95 Mt; Lituania, con un 7,3% y casi 2,24 Mt; Bulgaria, con un 5,98% y casi 1,83 Mt; Letonia, con un 4,86% y 1,48 millones, etcétera.
Por orígenes de exportación de cereales a la UE, Ucrania concentró cerca de un 70% de las ventas de trigo blando en el mercado comunitario, con 4,38 Mt; las de cebada, con un 51,3% y 711.036 t; maíz, con un 64,7% del total y casi 7,73 Mt (Brasil se quedó en segundo lugar, con 2,77 Mt, un 23,2% del total), y sorgo, con 6.557 t (69,5%). Además, se situó en segundo lugar en harina de trigo, tras Reino Unido, con 45.102 t (31,8%) y en avena, con apenas 3.027 toneladas.
Destacar también que Rusia fue el principal exportador de centeno a la UE, con 127.729 t (94,2% del total), el segundo en trigo duro, con 420.277 t (22,7%), por detrás de Turquía, con 647.714 t (casi 35%), mientras que Marruecos fue el primer proveedor de sémola de trigo duro, con 585 t (30,6%), seguido de Egipto, con 468 t (24,5%).
El primer destino del trigo blando comunitario fue Marruecos, con 3,06 Mt (14,6%), seguido de Nigeria, con algo más de 2 Mt (9,6%) y Argelia, con casi 1,95 Mt (9,3%), con China el cuarto en discordia y casi 1,37 millones (6,5%), seguido de Egipto, con 1,28 Mt (6,1%),
En cebada, el primer comprador fue China, con algo más de 2 Mt (54,2%), seguido de Marruecos, con 769.374 t (20,3%) y Argelia, con 218.746 t (5,8%).
En trigo duro, Túnez, con 129.947 t (33,3%); en maíz grano, Irán, con 720.628 t, seguido de Corea del Sur, con 644.864 t (23%), etcétera.
La entrada de cereales extra-comunitarios al mercado español sumaban ya de más de 10,5 Mt a finales de febrero.
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