La exportación española de frutas y hortalizas frescas se redujo un 10,5% en los once primeros meses de 2022, sumando 10,7 millones de toneladas, mientras que, por el contrario, las importaciones crecieron un 7%, hasta 3,4 millones, según la patronal empresarial del sector productor y exportador de frutas y hortalizas, FEPEX.
En valor, las exportaciones se incrementaron apenas un 1%, mientras que la factura de las importaciones aumentaron un 15%, según los últimos datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria.
En valor, las exportaciones se incrementaron apenas un 1%, mientras que la factura de las importaciones aumentaron un 15%, según los últimos datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria.
El fuerte descenso del volumen de la exportación hortofrutícola hasta noviembre se produjo, según esta Federación tanto en hortalizas, con 4,7 Mt (-7% que en el mismo periodo de 2021), como en frutas, con 6 Mt (-13%).
En valor, mientras que las hortalizas crecieron un 8%, gracias a la subida del precio unitario, facturando unos 6.209 M€, las frutas contrajeron su factura un 3,5% en relación a un año antes, hasta 8.007 millones de euros.
En cambio, las importaciones crecieron fuertemente tanto en volumen, como en valor. Las compras al exterior de hortalizas ascendieron a 1,6 Mt (+14%) por valor de 1.037 M€ (+32%), mientras que las compras de frutas sumaron 1,8 Mt (+1%) por valor de 2.375 M€ (+9%), según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, publicados por el Mincotur.
FEPEX apunta que la caída del volumen exportado hasta noviembre se produjo especialmente durante la segunda parte del año y, en gran medida, por las condiciones climáticas adversas y el descenso de la producción.
No obstante, esta Federación apunta que también ha influido en este descenso el deterioro de la rentabilidad y la pérdida de competitividad en los mercados europeos, como lo demuestra que el valor de las exportaciones sólo creció un 1% en este periodo, lo que no ha permitido ni tan siquiera compensar la inflación de costes.
El fuerte crecimiento de las importaciones en España, un 7% en volumen y un 15% en valor, añade FEPEX, evidencia también la pérdida de competitividad de las producciones españolas frente a las producciones de países terceros.