La reestructuración y reconversión de viñedo, en el marco del Programa nacional de Apoyo del Sector Vitivinícola (PASVE) 2019-2023 volvió a recuperar protagonismo durante el ejercicio del pasado año 2022, siendo la principal medida aplicada, aunque sin llegar todavía a los niveles alcanzados en los años anteriores a 2020, que estuvo marcado por la crisis sanitaria y económica de la pandemia de Covid-19.
En concreto, en la misma se ejecutó un 36,71% del presupuesto total del PASVE 2022, por delante de la medida de Inversiones en bodegas (28,61%, con 53,52 M€);la de promoción en terceros países (19,28% Y 36,07 M€); la destilación de subproductos (15,39%) y 28,79 M€) y un pequeño remanente de gasto de la cosecha en verde (0,01% Y 15.053 €).
En concreto, en la misma se ejecutó un 36,71% del presupuesto total del PASVE 2022, por delante de la medida de Inversiones en bodegas (28,61%, con 53,52 M€);la de promoción en terceros países (19,28% Y 36,07 M€); la destilación de subproductos (15,39%) y 28,79 M€) y un pequeño remanente de gasto de la cosecha en verde (0,01% Y 15.053 €).
En cifras, las ayudas del FEAGA comunitario para reestructuración y reconversión vitícola alcanzaron casi los 68,7 millones de euros, algo más del 7% y 4,53 millones más que en el ejercicio anterior, afectando a una superficie de 16.090 hectáreas, casi un 1,6% y apenas 247 ha más que en el ejercicio de 2021.
La ayuda media por hectárea en el ejercicio 2022 aumentó, alcanzando a nivel nacional los 4.268 euros, aunque con bastante disparidad entre CC.AA. Este aumento fue debido al incremento del porcentaje máximo de contribución de la Unión a los costes reales de reestructuración y reconversión de viñedos, puesto en marcha de manera excepcional y temporal para paliar las perturbaciones en el mercado derivadas de la Covid-19, y que fue de hasta el 60% (frente al 50% habitual) para todas las regiones, elevándose hasta el 80% para las calificadas como menos desarrolladas (Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha).
Aunque la ayuda media por hectárea en el PASVE 2022 fue mayor, el número de beneficiarios, con 5.534, fue un 8,3% inferior, con 502 menos, en comparación con el ejercicio de 2021, que sirvió para recuperar el fuerte descenso registrado un año antes, hasta apenas 3.788 beneficiarios, por las medidas extraordinarias que se tuvieron que aplicar para reducir la oferta por la crisis.
Por el contrario, el pasado ejercicio financiero, fue el segundo del vigente PASVE 2019-2023, que se vio afectado por el recorte de fondos comunitarios a este programa en casi un 4%, dentro del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-27, pasando de 210,332 M€ a 202,147 millones.
Desde el ejercicio financiero de 2001, en que se empezó a aplicar esta medida de mejora estructural sobre el sector vitícola en la Unión Europea, hace ya 22 años, nuestro país percibió 2.485 millones de euros, que se invirtieron en apoyo de la reestructuración y reconversión de 470.828 hectáreas de viñedo, equivalente en el periodo actual al 50,2% de la superficie plantada de este cultivo (937.781 has) a 31 de julio de 2022.
Como en anteriores ejercicios, la mayoría de beneficiarios optaron por la gestión colectiva de sus solicitudes de ayuda, siendo la acción que se ejecutó mayoritariamente la de reimplantación de viñedos, seguido de las operaciones de planta y plantación y de espaldera, que fueron en conjunto las que más presupuesto para esta medida consumieron.
En el ejercicio PASVE 2022, Castilla-La Mancha continuó siendo con diferencia la Comunidad con una mayor ejecución, con una ayuda del FEAGA comunitario de 35,17 M€ (51,22% del total nacional) para la mejora estructural de 9.921,48 hectáreas de viñedo de 2.600 beneficiarios, con una ayuda media de 3.545,22 €/ha y una media teórica de 3,82 has reestructuradas por beneficiario.
En los 22 años de aplicación de esta medida, Castilla-La Mancha recibió un 50,45% de los fondos comunitarios, con 1.254,05 M€ para reestructurar y reconvertir 233.888 hectáreas, casi la mitad del total durante todo este periodo.
Por último, la tendencia de variedades de uva de vinificación en la acción de reimplantación y reconversión de viñedos fue muy similar a la de años anteriores, siendo la Tempranillo, Cencibel, Tinto Toro, bajo este mismo nombre según territorios, la más utilizada, con un 22,3% del total, seguido de la Garnacha tintorera (21,8%), Bobal (6,6%), Chardonnay (5,8%), Albariño (4,8%), Cayetana blanca (4,5%) y Garnacha tinta (2,5%).
Archivo adjunto: Informe de aplicación de la medida de reestructuración y reconversión de viñedos. Ejercicio 2022