La segunda estimación de las Cuentas Económicas de la Agricultura (CEA) 2022, presentado por el Ministerio de Agricultura, prevé un descenso interanual del 6,2% en la Renta Agraria en términos corrientes, situándose en 27.663,6 millones de euros, unos 0,7 puntos porcentuales y casi 197 millones menos que en la primera estimación.
Por tanto, el descenso estimado de la renta agraria en términos corrientes fue el pasado año de 1.828,8 millones de euros menos que lo avanzado para 2021, siendo el principal factor que ha contribuido a esta variación el fuerte incremento del valor de los consumos intermedios (insumos), en especial de los piensos, con una aportación de -16 puntos porcentuales a la variación interanual de la renta y que experimentan un incremento del 35,1% en precios.
Por tanto, el descenso estimado de la renta agraria en términos corrientes fue el pasado año de 1.828,8 millones de euros menos que lo avanzado para 2021, siendo el principal factor que ha contribuido a esta variación el fuerte incremento del valor de los consumos intermedios (insumos), en especial de los piensos, con una aportación de -16 puntos porcentuales a la variación interanual de la renta y que experimentan un incremento del 35,1% en precios.
Le siguen en importancia los fertilizantes, que aportan -4,1 puntos porcentuales a la variación y la energía con una aportación de -4 puntos, variaciones asimismo motivadas fundamentalmente, según el MAPA, por el factor precio.
Estas aportaciones a la baja, en cambio, se vieron en parte contrarrestadas por el incremento del valor de la producción de la Rama Agraria, que experimentó un incremento interanual de 10,6% en valor, sustentado principalmente por la producción animal que aporta 15,6 puntos a la variación de la renta, debido a un comportamiento al alza de los precios.
Por su parte la producción vegetal experimentó una fuerte caída en los volúmenes producidos (-13,6%), descenso compensado por una subida en precios (+19,9%), por lo que aportación final es de + 4,3 puntos a la variación interanual de la renta, según este departamento.
Para el mismo periodo, de acuerdo con las estimaciones suministradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el volumen de trabajo de la agricultura expresado en UTAs (Unidades de Trabajo Agrario por Año a tiempo completo) disminuyó un 6,1%, hasta un total de 850.300 UTAs (frente a un descenso del 4,4%, hasta 865.400 UTAs, es decir, 1,5 puntos porcentuales y 15.100 UTAs menos.
Como consecuencia de este descenso del número de UTAs, es decir, del número de trabajadores agrarios a tiempo completo, la estimación de la Renta Agraria en términos corrientes por UTA mejora respecto a la primera estimación, hasta 32.534 €/UTA (32.194 €/UTA de la primera estimación) que resulta también solo un 0,1% inferior a la obtenida en 2021 (32.575,6 €/UTA), frente al 1,2% de descenso del avance inicial de diciembre del pasado año.
A efectos de comparar la evolución de la Renta Agraria por UTA en términos reales o constantes, se elimina el efecto producido por la inflación, usando el deflactor del PIB, obteniendo así el valor de la “renta real de los factores en la agricultura por unidad de trabajo anual” (indicador A).
Para un deflactor del PIB de 3,47% en el año 2022, se obtiene que este año el indicador A disminuye un 3,5% respecto al año anterior, hasta los 14.228,1 €/UTA en términos constantes, frente a los 14.079,3 €/UTA (-4,5%) de la primera estimación.
El valor de la producción de la rama de Actividad Agraria a precios básicos aumenta un 10,6%, marcando un récord de 63.171,9 millones de euros. Este aumento se debió principalmente al aumento de los precios (+21,3%), mientras que los volúmenes producidos experimentan un comportamiento opuesto, con un descenso de del 8,8%.
Mientras que el valor de la producción vegetal aumentó un 3,6%, hasta 36.276,1 M€ respecto al año anterior, el de la producción animal lo hizo en un 22,5%, hasta 25.089,9 millones
El aumento del 3,6% en valor de la producción vegetal durante el pasado año fue debido a la evolución al alza de los precios (+19,9%), un incremento contrarrestado por una caída de los volúmenes producidos (-13,6%).
Así, según el MAPA, Se produce un descenso generalizado de las cosechas en volumen en todos los productos vegetales, destacando cereales (-24,3%), frutas (-20,7%), cultivos forrajeros (-18,2%), cultivos industriales (-9,9%), hortalizas (-7,5%) y patata (-7,0%).
Comportamiento opuesto ha tenido el aceite de oliva (+6,4%) (Aquí debe tenerse en cuenta que la campaña que se contabiliza en las CEA 2022 es la del año anterior, campaña 2021/22 y no la actual 2022/23, que es muy inferior) y el vino y mosto (+1,4 %).
Por otro lado, se registran aumentos generalizados de los precios unitarios en la práctica totalidad los productos, destacando las plantas forrajeras (+55,3%), patata (+41,4%), cereales (+33,6%), plantas industriales (+33,5%), aceite de oliva (+28,0%), hortalizas (+14,0%) y frutas (+11,0%).
En la producción animal, se incrementa su valor un 22,5%, debido fundamentalmente al aumento de los precios (+24,3%), mientras que el volumen producido muestra un ligero descenso del 1,5%.
Así, aumenta la producción en volumen de de bovino (+2,2%) y aves (+1,3%), mientras que descienden los huevos (-8,9%), leche (-2,7%) y porcino (-2,2%), equino (-1,7%) y ovino y caprino (-0,2%).
En cuanto a los precios unitarios básicos, se produce un aumento generalizado en todos los productos, destacando huevos (+57,8%), leche (+28,5%), bovino (+26,7%), porcino (+22,1%), equino (+22,1%), aves (+19,7%) y ovino y caprino (+8,1%).
En el cómputo global se observa un aumento del 3% en el total de subvenciones al sector agrario, situándose el total en 6.662,56 M€, que incluyen unos 773,42 M€ de “subvenciones a los productos”, que se suman directamente al valor de los mismos, y 5.889,14 M€ en “otras subvenciones”, entre las que destacan las relacionadas con los pagos de las ayudas directas de la PAC.
Los consumos intermedios (gasto en insumos de bienes y servicios) experimentaron un fuerte aumento en valor (+28,5%), hasta un récord de 34.872 M€, unos 6.926,2 millones más que en el año anterior, debido al fuerte incremento del 31,1% en los precios unitarios, mientras los volúmenes mostraron un ligero descenso (-2,0%).
El volumen consumido aumentó en productos fitosanitarios (+3,8%), servicios de intermediación financiera (+1,6%) y servicios agrarios (+1,0%) y, por el contrario, descendió en fertilizantes (-11,2%), energía (-1,9%), piensos (-1,5%), gastos veterinarios (-1,5%) y semillas y plantones (-0,4%).
En cambio, se produjo un aumento generalizado de los precios unitarios en todos los consumos intermedios, destacando los fertilizantes (+74,3%), la energía (+52,4%), piensos (+35,1%), fitosanitarios (+19,6%) servicios agrarios (+14,1%), semillas y plantones (+3,2%) y gastos veterinarios (+1,9%).
El Valor Añadido Bruto (VAB) del sector agrario, resultado de restar el valor de la producción de la Rama Agraria el gasto en consumos intermedios, fue de unos 28,299,9 M€, un 5,57% y 1.669,6 millones inferior al de 2021.
Si este VAB se le resta las amortizaciones (6.044,7 M€, un 5,76% más que en 2021) y otros impuestos (480,8 M€, un 3,62% más que en 2021), y se le añaden otras subvenciones, sobre todo las ayudas directas de la PAC (5.889,2 M€, un 3,27% más que en el año anterior), el resultado final es el de la Renta Agraria de 27.663,6 millones de euros, un 6,2% y 1.829,7 millones inferior a la de 2021 y similar a los 27.565,1 millones de 2020.
Informe resumen: cea20222estimacionmarzo2023_
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