La superficie de cultivos asegurados con daños por siniestralidad se elevó a casi 233.500 ha en el primer cuatrimestre
El “pool” de empresas privadas del seguro agrario, Agroseguro, señaló que a 30 de abril la superficie de cultivos asegurados con partes de daños por siniestralidad se elevaba ya a 233.479 hectáreas, con una previsión de indemnizaciones de 202,25 millones de euros.
Según líneas de aseguramiento, en las Agrícolas, se contabilizaron hasta esa fecha un total de 38.633 siniestros, con una previsión de indemnizaciones por importe de 147,32 millones de euros; en las de Ganadería (accidentes/enfermedad y pasto) y Acuicultura, los siniestros sumaron 37.611, con previsión indemnizatoria por 22,72 millones de euros, y en la de Ganadería (Retirada y Destrucción), los siniestros fueron 466.185 con unos 32,21 millones de euros de indemnización.
Los cultivos con seguro agrario más afectados por siniestralidad en los cuatro primeros meses de 2024 fueron los frutales, con 49,54 millones de euros de indemnizaciones y una superficie asegurada con afección, aún bastante provisional, de 12.558 hectáreas.
Las indemnizaciones previstas se reparten entre las CC.AA. de Extremadura (18,5 M€), Región de Murcia (16,20 M€), Cataluña (6,30 M€), Andalucía (1,80 M€), Aragón (1,70 M€), Comunidad Valenciana (1,50 M€), Castilla-La Mancha (1,50 M€) y resto (1,94 M€).
En segundo lugar, la uva de vino, con 49,34 M€ de indemnización prevista para una superficie de cultivo asegurado con partes de daños por los riesgos acaecidos declarados de 61.641 hectáreas, con previsión de seguir en aumento, tras las tormentas de mayo.
Las indemnizaciones previstas por CC.AA. alcanzan a Castilla y León (23,01 M€); Castilla-La Mancha (10,07 M€); La Rioja (5,50 M€); Cataluña (3,70 M€), Aragón (2,30 M€), País Vasco (1,90 M€); Navarra (1,82 M€), Comunidad Valenciana (0,50 M€) y resto (0,54 M€).
Le siguen los cultivos herbáceos, con 22,34 M€ de indemnización por el momento, tras darse partes de siniestralidad en 128.380 hectáreas hasta finales de abril. Las indemnizaciones previstas se distribuyen entre las CC.AA. de Aragón (7,30 M€), Castilla y León (4,05 M€), Castilla-La Mancha (3,90M€), Andalucía (3,20 M€), Cataluña (1 M€) y resto (2,89 M€).
Los cítricos arrastraron daños en una superficie asegurada de 9.440 hectáreas, con indemnizaciones de 7,50 M€, repartidos entre Comunidad Valenciana (3,60 M€), Región de Murcia (2,23 M€); Andalucía (1,47 M€) y Cataluña (0,20 M€).
Y, por último, las hortalizas se vieron afectadas en 4.324 ha aseguradas, con una previsión de indemnizaciones de 4,75 millones de euros, distribuidos entre las CC.AA. de Andalucía (2,15 M€); Región de Murcia (1,20 M€); Extremadura (0,45 M€); Aragón (0,40 M€), Navarra (0,35 M€) y resto (0,20 M€).
Abril se caracterizó por las bajas temperaturas y las heladas, así como por la sequía
En términos meteorológicos, el mes de abril se caracterizó, en primer lugar, por una bajada puntual de las temperaturas en la madrugada del día 19 en zonas de las comarcas de La Rioja Alta (La Rioja) y Rioja Alavesa (Álava), con daños por helada de alcance relativamente moderado en los viñedos de estas áreas.
Más importante fue la irrupción desde el norte de Europa de una masa de aire ártico el día 22 de abril, que provocó un descenso térmico acusado en la Península y en las Islas Baleares, especialmente en las madrugadas de los días 23 y 24 de abril, con descenso de las temperaturas mínimas de forma generalizada e intensa, especialmente en la mitad norte peninsular, hasta cotas inusualmente bajas para la época del año, produciéndose importantes heladas en amplias zonas de Castilla y León y al norte y este de Castilla-La Mancha.
Al margen de ello, el mes de abril se caracterizó en conjunto por ser muy cálido, con temperaturas por encima de la media con respecto a la referencia histórica y en general con pocas precipitaciones, considerándose un mes “muy seco” por al Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
En los primeros días de ese mes, continuaron los efectos de la borrasca “Nelson” y, posteriormente, entraron diferentes borrascas, de corta duración y de forma alterna con periodos cálidos, acompañadas con carácter puntual de lluvia y pedrisco de diferente intensidad.
Todo ello, según Agroseguro, afectó a la evolución de los diferentes cultivos que se encuentran en pleno desarrollo. Así, el descenso térmico provocó heladas que afectaron, principalmente, a la uva de vino en fase de brotación de órganos fructíferos, y de forma más puntual a los cultivos de frutales, cereza y hortalizas, añadiendo en algunos cultivos el efecto del pedrisco.
Por otro lado, la sequía afectó a la evolución de los cultivos herbáceo en Aragón, Cataluña, suroeste de Castilla-La Mancha y litoral mediterráneo, ámbitos que siguen acusando la falta de precipitaciones desde el inicio del año agrícola.
Además, la inestabilidad atmosférica provocó el mal cuajado de los frutales y cereza, con una incidencia mayor que en marzo, sobre todo en los cultivos de albaricoque, ciruela y melocotón en el Sureste y Extremadura, además en la pera en el valle del Ebro.