La ministra García Tejerina presidió el pasado 7 de noviembre una reunión de coordinación entre las diferentes Confederaciones Hidrográficas y los responsables del Mapama, la cual ha servido para realizar un balance de todas las medidas adoptadas desde 2015, cuando se decretó la situación de sequía en las cuencas del Júcar y del Segura; para valorar la aplicación de los planes de sequía en todas las cuencas, y analizar las respuestas a los escenarios posibles, que permitan atender el abastecimiento a la población.
Las Confederaciones Hidrográficas se coordinan para anticiparse a los escenarios de déficit de agua
La reunión se ha producido tras un mes de octubre, inicio de año hidrológico, en el que las precipitaciones acumuladas han sido de 25,6 mm, lo que representa un 66,3% menos que su valor normal. Ello, después de un año hidrológico octubre 2016–septiembre 2017 que finalizó con un déficit de precipitación del 14% respecto del valor normal correspondiente a dicho periodo.
La sequía meteorológica y la escasez de reservas se mantiene desde 2015 en cuencas como las del Júcar y Segura. En ellas, y en la del Duero, los Reales Decretos de Sequía aprobados han permitido actuar y movilizar recursos para minimizar las afecciones a la población. En todas las demás cuencas se ha realizado el mismo seguimiento, en cumplimiento de los planes de sequía vigentes desde 2007.
Además de los Reales Decretos, se han realizado obras de emergencia en las cuencas del Júcar y del Segura, que suman hasta el momento 28 actuaciones, por un importe de más de 83 millones de euros. Con ellas, se han conseguido movilizar 350 hm3 adicionales de agua, que han servido para atender las necesidades de abastecimiento de la población y también del sector agrario.
Del mismo modo, se han adoptado otras medidas, como un Real Decreto Ley que incluye la exención de cánones y tarifas de utilización del agua, conjuntamente con otra batería de medidas como ayudas a la financiación, aceleración de los cobros de los seguros agrarios o exenciones fiscales.
En el encuentro, las Confederaciones han detallado otras acciones llevadas a cabo en los últimos meses, que incluyen desde experiencias de autorregulación, hasta campañas de sensibilización de la sociedad.
Durante el año hidrológico recientemente iniciado, se continuará con el seguimiento de los indicadores de los planes de sequía, y se pondrá en marcha la batería de medidas que permiten dichos planes, así como los Reales Decretos de sequía. Se incluirán en estas acciones, entre otras, las medidas asociadas a la puesta en explotación de los pozos de sequía; o un uso más eficiente del agua desalada (mejorando la regulación de los canales, prolongando conexiones existentes, o ampliando la capacidad de transporte).
Los escenarios posibles en este año hidrológico recomiendan una estrecha coordinación entre las CC.HH. Además, se intensificará la comunicación con los usuarios, a través de los órganos previstos en las distintas demarcaciones, y de acuerdo con la Ley de Aguas. De este modo, con la máxima transparencia y una planificación realista, los usuarios podrán tomar las decisiones más adecuadas.