El Ministerio para la Transición Ecológica remitirá a la Comisión Europea el avance del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) correspondiente al año 2017.
Las emisiones contaminantes de GEI del sector agrario se estima que aumentaron casi un 3% durante 2017
Estos datos preliminares –que se envían a Bruselas anualmente para su validación- revelan que las emisiones de GEI aumentaros durante el pasado año por la recuperación de la economía y por la fuerte sequía, alcanzando las 338,8 Mt de CO2 equivalente, un 4,4% más respecto a 2016.
Se trata, no obstante, según este departamento ministerial, del mayor aumento interanual desde 2002.
En Agricultura, sector que representa en torno a10% del total de las emisiones GEI, el aumento fue del 2,9% respecto al año anterior.
Las actividades ganaderas, responsables del 66% de las emisiones GEI del sector agrario, las incrementaron un 1,7% debido principalmente al aumento de la cabaña de vacuno de carne (+2,7%) y de porcino blanco (+3,8%)).
Por su parte el resto de actividades agrícolas aumentaron también sus emisiones GEI en un 5,4% sobre 2016, debido fundamentalmente a la subida en el consumo de fertilizantes inorgánicos (+9,2%, respecto al año anterior).
También las emisiones GEI, derivadas de la maquinaria agrícola, forestal y pesquera, que representan el 4% del total de las emisiones nacionales, también se vieron incrementadas en un 6,2% durante 2017.
Por otro lado, el denominado sector LULUCF, que recoge las absorciones de GEI asociadas a este sector del Inventario, absorbió en 2017 unos 38,8 Mt de CO2-eq, un 11% del total de las emisiones brutas del Inventario, lo que supuso un 4.8% menos respecto a 2016.
La disminución en el global de las absorciones estuvo ligada al sector forestal, con una caída del 2,6%, consecuencia, según el Ministerio para la Transición Ecológica, de la disminución del efecto de las repoblaciones forestales sobre el incremento de la biomasa forestal y a un notable aumento en las emisiones derivadas de los incendios forestales, que aumentaron por el exceso de calor y la sequía de manera considerable.
Generación de electricidad
La razón principal para la subida de las emisiones de GEI en 2017 estuvo en el aumento en un 18,8% de las emisiones procedentes de la generación de electricidad, debido a la mayor producción en centrales de carbón y ciclos combinados, unido a una caída de un 49% en la producción hidráulica en un año marcado por la sequía.
“Es un balance negativo y revela que es necesaria una mayor penetración de las fuentes renovables en el mix energético, porque España no puede seguir fiando los buenos o malos resultados de la trayectoria de emisiones a las condiciones climatológicas. Es preciso definir una hoja de ruta para mantener unos resultados óptimos, aun cuando las condiciones climatológicas sean adversas, y desacoplar cuanto antes el crecimiento económico de las emisiones de gases de efecto invernadero”, afirmó el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.
En un año con un incremento del PIB del 3,1% e hidrológicamente malo -2017 fue el más cálido y el segundo más seco desde 1965-, todos los sectores emisores experimentaron un aumento de las emisiones de GEI.
La principal subida estuvo relacionada con la generación de electricidad, que aumentó sus emisiones un 18,8%, debido a la mayor producción de electricidad en centrales de carbón y ciclos combinados de gas en un año de sequía, en el que la producción hidráulica disminuyó un 49,0% sobre un año antes.
También contribuyeron a este alza el incremento de las emisiones del sector industrial (+3,2%), del transporte por carretera (+2,5%) o, como se ha señalado, de la agricultura (+2,9%). Las principales bajadas se registraron en el sector residencial (-2,8%) y en el uso de gases fluorados (-17,2%).
Cambio climático
Con los datos preliminares de 2017, el nivel de emisiones globales de GEI se situaría un 17,8% por ciento por encima del año 1990 y un 23% por debajo de las emisiones de 2005.
El objetivo expresado por el Ministerio para la Transición Ecológica, que busca elevar la ambición en la lucha contra el cambio climático de España, plantea una reducción de alrededor de un 20% sobre el nivel de 1990 para 2030, que traducido a las cifras de hoy significaría un descenso de algo más de un 45%.
El proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que el Ministerio espera poder someter a información antes de agosto marcará la senda para poder cumplir con los objetivos de recorte de emisiones que establece el Acuerdo de París.
Las emisiones procedentes de los sectores sujetos al régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (ETS), un 40% del total, aumentaron un 10,3%, mientras que las emisiones de los sectores difusos (residencial, comercial e institucional; transporte; agrícola y ganadero; gestión de residuos; gases fluorados, e industria no sujeta al comercio de emisiones) lo hicieron solo en un 0,6% respecto a 2016.
El sector con más peso fue el transporte (26% del total), seguido de la generación de electricidad (21%), las actividades industriales (19%) y, como se ha señalado, la agricultura (10%).
Por gases, el CO2 supone el 81% del total de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI), seguido del metano (11%).
En cuanto a los sumideros de carbono, las emisiones absorbidas bajaron, como se ha indicado, un 4,8%, en gran parte debido a la disminución del efecto de las repoblaciones sobre el incremento de biomasa forestal y a un notable aumento en las emisiones derivadas de incendios forestales.
Otros sectores
– Transporte (26% del total de las emisiones): Aumento de las emisiones GEI del 2,6% respecto al año 2016, debido principalmente al incremento de las emisiones del transporte por carretera (25% del total de las emisiones con un aumento interanual del 2,5%) y del transporte aéreo nacional (0,8% del total de las emisiones con un crecimiento interanual del 6,2%).
Por su parte, aunque con un menor peso en el global del sector, el transporte por ferrocarril y la navegación doméstica aumentaron sus emisiones GEI en un 3,9% y en un 0,6% respectivamente.
– Generación eléctrica (21% del total de las emisiones): aumento del 18,8% de las emisiones GEI en la generación eléctrica, respecto al año anterior, debido a un marcado descenso en la generación hidráulica (- 49,0%) en un año hidrológicamente muy seco, que se vio compensado por la subida de la producción eléctrica en centrales térmicas de carbón (+20,6%) y de ciclos combinados (+27,5%) y niveles similares de producción eólica (+0,4%).
– Industria (19% del total de las emisiones): en 2017 se estima un aumento de las emisiones GEI de la combustión en los sectores industriales del 4,2%, ligado al incremento de estas emisiones en el régimen ETS.
De igual manera, las emisiones de los procesos industriales registraron variaciones interanuales al alza 1,4% en el conjunto de minerales no metálicos (cemento, cal, vidrio y cerámica); del 0,3% en la industria química; y del 1,2% en la metalurgia.
– Residencial, comercial e institucional (8% del total de las emisiones): Disminución global de las emisiones de la categoría del 2,8%, en un año climatológicamente cálido.
– Residuos (4% del total de las emisiones): se estiman unas emisiones en 2017 muy similares a las del año anterior (variación de -0,06%), debido a la reducción de emisiones accidentales de residuos y a ligeros incrementos en la cantidad de depósitos, previsiblemente ligados a los incrementos del PIB y de la población.
– Refino (3% del total de las emisiones): Disminución de las emisiones del sector refino de un 2,0% respecto al año 2016, según datos del régimen ETS.
– Gases fluorados (2% del total de las emisiones): las emisiones derivadas del uso de gases fluorados disminuyeron un 17,2%, como consecuencia del efecto del impuesto sobre el uso de estos gases.