Al contrario de lo que podría esperarse, las exportaciones de aceite de oliva en el mes de agosto pasado se ralentizaron hasta 68.000 toneladas, más del 10% por debajo de lo comercializado en el exterior en julio (75.600 t) y bastante menos que el máximo de 99.500 t que salieron en marzo pasado, según los últimos datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA).
Las exportaciones de aceite de oliva se ralentizaron apreciablemente en agosto
De acuerdo a los mismos, durante agosto pasado habrían salido al mercado apenas 99.400 t, de las cuales el 68,4% habrían ido al exterior y 31.400 t a atender la demanda interna. Se trata de la cifra más baja de la campaña 2016/17, cerca de 6.000 t menos que en julio y muy alejada de las 147.300 t que fueron al mercado en marzo pasado.
En el acumulado de los 11 primeros meses de campaña, las salidas suman 1,3 Mt, apenas un 3,1% más que en el mismo periodo de 2015/16, de las cuales 885.500 t (67,9%) corresponden a la exportación, con un aumento del 11,7% respecto a un año antes, y 417.800 t (32,1%) al mercado interior aparente, con un descenso del 11,2%. Se alejan por tanto, a solo un mes –el de septiembre- de contabilizar, las expectativas de que se hubiese podido alcanzar el millón de toneladas de aceite de oliva exportadas y, por supuesto, el medio millón de toneladas de demanda interna (algo que ha aprovechado el aceite de oliva de girasol para aumentar sus ventas un 25%).
Con estos datos, aún provisionales, las existencias a 31 de agosto quedarían en unas 399.900 t, de las cuales 254.800 t estarían en almazaras; 8.200 t en los depósitos del Patrimonio Comunal Olivarero, y 136.900 t en manos de envasadores y otros operadores del mercado. Se confirma, pues, que la campaña 2016/17 concluirá con un stock de algo menos de 300.000 t de aceite de oliva para atender el mercado en los meses de enlace hasta que salga aceite de oliva de nueva cosecha.
Foto: Aceites Abril